Oban, único enclave habitado de la isla. |
Los maorís, habitantes autóctonos de la isla, la llaman Rakiura que significa "tierra del sol resplandeciente". Se debe el nombre a la espectacular aurora austral que aparece en su cielo meridional. La mayor parte de la isla, más de 85%, está catalogado como Parque Nacional. Un lugar de belleza incomparable, cuyos parajes son el destino predilecto de los viajeros que acuden a la isla para hacer senderismo. Aparte de la belleza natural de la isla, muchos turistas van al objeto de ver al Kiwi en su entorno natural. No olvidemos que Nueva Zelanda es el único lugar donde anida esta ave paleognata. Los kiwi son aves no voladoras, del tamaño de una gallina. Hasta la llegada del hombre, hacia el año 1.300, Nueva Zelanda tan solo tenía pájaros y algunos reptiles. Los únicos mamíferos que habitaban estas islas eran murciélagos. Los kiwi carecen de quilla, prolongación del esternón donde van ancladas las alas ya que, al no tenerlas no necesitan esta estructura ósea. También por tratarse de una ave no voladora, su plumaje carece de plumas propiamente dichas y su estructura es similar a unas suaves cerdas de simple protección para las inclemencias del tiempo.
Son criaturas tímidas, de hábitos nocturnos, con verdaderos bigotes junto al pico que les proporcionan un olfato muy desarrollado. Sus fosas nasales las tienen en la punta de su largo pico, que hunden en el suelo en busca de gusanos y todo tipo de insectos. También comen cangrejos, pequeños anfibios y frutas silvestres. Ponen grandes huevos, el doble de una gallina común, en madrigueras, bien subterráneas o en troncos huecos y es el macho el que los incuba. Los pequeños kiwi no son alimentados por sus progenitores ya que, apenas salidos del huevo, se alimentan por sí solos.
Un ferry une Isla Steward con la Isla Sur de Nueva Zelanda. El vieja dura una hora. Todo el Parque Nacional es de una riqueza botánica y faunística incomparable y ello propicia la llegada de visitantes curiosos, amantes de la naturaleza. La leyenda maorí decía que Isla Stewart era el ancla de la gran canoa (Isla Sur) del dios Maui. Lo que sí es sin duda es el paraíso de los Kiwi, pero también de los kaka, apacibles loros juguetones que no temen al ser humano y revolotean por todas partes. Basta que les muestren un cacahuete para que se posen sobre el sorprendido viajero. Lo más curioso es que tampoco se pelean por la comida y sin prisa alguna esperan su turno. Increíble y maravillosa naturaleza...
RAFAEL FABREGAT
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