13 de junio de 2014

1408- EL TEMPLO DE AIN DARA. (Siria)

Su gran similitud con el Templo de Salomón y las "huellas de gigantes" que hay en el umbral de acceso al templo, tienen intrigados a los arqueólogos e investigadores desde que este lugar se descubriera casualmente en 1955 al quedar visible la parte superior de un león de basalto de dimensiones colosales. Todo estaba bajo tierra desde varios siglos atrás. A raíz de este hallazgo, en los años siguientes se llevaron a cabo excavaciones que sacaron a la luz todo este misterioso 
templo sirio-hitita de la Primera Edad del Hierro y que se cree erigido a Teshup, dios del cielo y la tormenta, y a su esposa Shaushka, que era también su hermana de sangre. Su construcción está datada entre el III y IV milenio a.C.


El templo mide 30x30 metros y fue construido sobre una plataforma de piedra de 2,50 m. de altura. El acceso era pues por medio de una escalera monumental, flanqueado por una esfinge y dos leones a cada lado, que llevaba al pórtico. Tras éste una antecámara y tras ella la sala principal de adoración a los supuestos dioses, cuyas estátuas estarían ubicadas en la pared posterior del santuario, sobre nicho al efecto. Aparte la singularidad de las figuras talladas, que cierran el recinto, lo que verdaderamente llama la atención son las huellas que hay a la entrada y que representan las de los dioses que se adoraban.


Tales huellas, de 91 cm. de largo y separadas (las individuales) por 9 metros de distancia, indican que el supuesto Dios tendría una estatura aproximada de 20 metros. Dichas huellas, talladas en la roca del pavimento por los creadores del templo, están dos en el mismo pórtico, una (pie izquierdo) a la entrada de la antecámara y otra (pie derecho) en el umbral de la sala principal. Está claro que no son impresiones reales, sino esculpidas en la roca y que vienen a representar a la deidad que se adoraba en el interior. La cuestión es por qué se tallaron huellas de semejante tamaño y cual era su significado, aunque intuimos que querían reflejar la grandeza del habitante del templo.


Esto parece llevarnos a la era de los míticos Gigantes descritos en la Biblia, descendientes de los ángeles caídos en su unión carnal con las hijas de los hombres, aunque esto nos mete en otro tema, ya tratado en este blog, que hoy no viene al caso... ¡O quizás sí!. En Mpaluzi, cerca de la frontera de Sudáfrica con Suazilandia, se descubrió una huella gigante de 200 millones de antigüedad que dio y da mucho que hablar. Según los lugareños siempre ha estado ahí. Sus ancestros siempre les han contado que es la huella de Impuluzi, la diosa desnuda que caminaba en tiempos remotos sobre la lava ardiente del planeta.
Leyendas, claro está, pero misterio al fin y al cabo debido a la excepcional antigüedad del hallazgo. Se supone que hace 200 millones de años la humanidad no estaba predispuesta a perder el tiempo en estas cosas, o ni siquiera estaba presente en el mundo. ¡Son tantas las cosas que desconocemos...!


La disposición de la estructura del Templo de Ain Dara es exactamente la misma que tenía el Templo de Salomón, según la Biblia. Pórtico de entrada ('ulam), sala principal (Bet Miqdash) y santuario (Debir). Exactamente los mismos planos en ambos templos, con la sola diferencia de que en Ain Dara la sala principal se divide en dos espacios creando la mencionada antecámara. Este interesante complejo arqueológico se encuentra muy cerca de la frontera entre Siria y Turquía, a unos 40 Km. al noroeste de la ciudad de Alepo. Está elevado un centenar de metros sobre la llanura adyacente, en la que se encuentran los restos de una gran ciudad de 60 hectáreas de extensión. El enclave se considera fue abandonado en el siglo XIV, estando dominada la zona por los otomanos.

RAFAEL FABREGAT

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