Segundo más próximo al sol y vecino nuestro, juntamente con Marte. Desde tiempo inmemorial y por ser el primero que aparece por la noche y el último que desaparece por la mañana, se le llama popularmente Estrella vespertina y también Lucero del Alba. El motivo es porque, junto a la luna y el sol, es el único astro que puede observarse de día a simple vista.
Es un planeta rocoso, similar a la Tierra en tamaño y composición pero, por su proximidad al sol, muy diferente en cuanto a clima y atmósfera. Su órbita es prácticamente circular, con una elipse de apenas el 1%. Su presión es 94 veces superior a la del planeta Tierra, la misma que tenemos en el mar a una profundidad de 900 metros.
Su rotación es la más lenta del Sistema solar, ya que un día dura 243 días terrestres y da el giro al revés, saliendo el sol por el oeste. Su órbita alrededor del sol dura 255 días terrestres, prácticamente lo mismo que su giro sobre sí mismo. Su periodo orbital y de rotación está sincronizado con la Tierra por lo que, al igual que la luna, presenta a nuestro planeta siempre la misma cara.
Aunque observándolo a simple vista parece circular, su visión con unos simples prismáticos, es de una luna de pequeño tamaño. En esta foto, está en conjunción con mercurio. Venus tiene una temperatura de 464ºC, superior a la del planeta Mercurio a pesar de estar a doble distancia del sol. El motivo es la densidad de su atmósfera, compuesta principalmente de dióxido de carbono.
La inmensa cantidad de CO2 impide el escape del calor y provoca un efecto invernadero. La luz solar apenas llega a la superficie, debido a la densidad de la capa de nubes que cubre el planeta. Con una rotación tan lenta, de no ser por el efecto invernadero, la temperatura podría ser parecida a la de la Tierra.
Otra particularidad es que los fuertes vientos de 350 Km. que hay sobre la capa de nubes, hace que la temperatura se reparta perfectamente por el planeta, impidiendo diferencias entre la zona de luz y la de sombra. A nivel de la superficie esos vientos son muchísimos menores pero, aún así, su alta densidad les da una fuerza considerable cuando chocan contra los obstáculos que hay en su camino.
Las densas nubes cubren el planeta por completo y están formadas por gotas de dióxido de azufre y ácido sulfúrico lo que impide la visión de la superficie del planeta. Esta densidad impide también la caída de meteoritos a la superficie destruyéndolos en su caída, salvo en el caso de que sean de gran tamaño, lo que impide cráteres inferiores a 3,2 Km. de diámetro.
A su montaña más alta se la llama Maxwell Montes, dos mil metros más alta que nuestro Everest.
Sobre la capa de nubes, la temperatura es de -45ºC, mientras que la de la superficie del planeta nunca baja de 400ºC, siendo el más caliente del Sistema Solar. Descubrimientos recientes indican que Venus todavía está activo volcánicamente.
Debido probablemente a su lenta rotación, apenas tiene campo magnético y carece de satélites. Aunque es de composición similar a la de la Tierra y se cree que en el pasado pudo albergar agua, ésta se evaporó hacia el espacio al carecer de filtro contra la radiación solar. Esta sequedad hace que las rocas de su corteza sean mucho más pesadas que las de la Tierra. Tiene numerosos volcanes y el 85% de la superficie es de roca volcánica. Se trata de inmensas llanuras atravesadas por grandes ríos de lava, uno de los cuales alcanza 7.000 Km. de longitud. El dato más antiguo que se conoce sobre Venus es un registro de 21 años, realizado por los Babilonios y datado del 1.600 a.C.; los griegos debido a su aparición matutina y vespertina, pensaban que se trataba de dos cuerpos diferentes y llamaron a este planeta Hesperus y Phosphorus.
Aunque es bastante raro, durante unos días y cada ocho años, Venus puede verse al amanecer y al atardecer del mismo día. Hasta los años sesenta del siglo XX no pudo constatarse su periodo de rotación y que ésta era retrógrada. Permanentes descubrimientos lo tienen perfectamente controlado a excepción de las luces Shen, que siguen siendo un misterio. Al parecer se trata de brillos amarillentos visibles en la parte nocturna del planeta, que se achacan a fenómenos eléctricos, especie de tormentas de una intensidad y violencia, en absoluto comparables a las de la Tierra. Los resultados enviados por la sonda rusa Venera-7 hicieron que se bautizara al fenómeno como "Dragón Eléctrico de Venus". De todas formas, se duda bastante de que las posibles tormentas eléctricas tengan nada que ver con las observaciones realizadas...
También el tránsito de Venus es un fenómeno relativamente raro. Se produce solamente en Junio y Diciembre, en tránsitos pares a intérvalos de ocho años y con una frecuencia de más de un siglo de separación. Los últimos pares sucedieron los años 1.874 y 1.892, mientras que el par siguiente corresponde verlo los años 2.004 y 2.012. Todavía estamos a tiempo de ver el segundo. Las naves que viajan a Venus (más de 41.000.000 Km.) al tiempo que entran en el campo gravitacional del sol pierden su potencia, lo que hace que la nave vaya cada vez más deprisa. El 1 de Marzo de 1.966 la sonda rusa Venera-3 se estrelló sobre Venus. La primera en conseguir posarse con éxito sobre el planeta fue la Venera-7, en 1.970. El 22 de Octubre de 1.975 la Venera-9 consiguió entrar en la órbita de Venus, convirtiéndose en su primer satélite.
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