Con 696.241 Km2. y 25 millones de habitantes el estado de Texas es el segundo más grande de los Estado Unidos de América y posiblemente el de menor densidad de población, aunque con aumento constante. Está situado al sur del país y limita al sur con la República de México, al norte con el estado de Oklahoma, al este con el de Luisiana y al oeste con el de Nuevo México. Su capital es Austin de tan solo 700.000 habitantes, pero la ciudad más poblada es Houston, que sobrepasa los dos millones. Se conoce a Texas como el estado de las seis banderas, por haber pertenecido a otros tantos países siendo el primero de ellos España. El descubrimiento de su riqueza pretolífera a inicios del siglo XX convirtió a este territorio en el más rico de los EEUU con un PIB que ronda lo $50.000 per cápita.
Los primeros europeos en llegar a Texas fueron los españoles, que lo hicieron el año 1.528 bajo la capitanía de Pánfilo de Narváez y en la que participaban Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo y Donantes de Carranza. En aquel primer viaje comerciaron con los indígenas de la zona y fueron apresados junto a un negro que les acompañaba y al que llamaban Estebanico. Estuvieron seis años y medio en Texas como esclavos de los nativos pero finalmente pudieron escapar. En 1.529 una expedición más afortunada, dirigida por Álvarez de Pineda, consiguió cartografiar toda la costa de Texas. Sin embargo, aunque su presencia colonial fue breve, los franceses fueron los primeros europeos en establecerse en Texas. Habían salido de Francia en 1.684 con cuatro barcos y 300 hombres, al mando de Cavelier de La Salle, pero todo se alió en su contra.
En las Antillas fueron atacados por los piratas perdiendo uno de los barcos. El mar embravecido les hundió otro a la entrada de la bahía de Matagorda al tiempo que un tercero encallaba. Solo uno consiguió llegar a tierra, pero ahí no acabaron todas sus desgracias. Indios hostiles les atacaron y mermaron buena parte de sus escasas fuerzas. Tras muchas vicisitudes consiguieron establecer el fuerte de Sant Louis, junto a la actual ciudad de Victoria. Buscando la ruta más corta hacia el Misissippi La Salle fue asesinado por sus hombres. La colonia francesa dejó de existir cuando, en 1.688, los indios Karankawa mataron a los 20 adultos que restaban y llevándose a los 5 niños que habían. Aunque al año siguiente llegaron algunas expediciones de búsqueda, no se halló ningún superviviente. El fracaso de la colonia francesa fue conocido en todo el mundo.
Dos años después (1.690) los españoles entraron en Texas a fin de mantener a los franceses lejos de las riquezas de Nueva España (México). El Texas español se convertía pues en una franja de separación entre las colonias de ambas coronas hasta la independencia de México en 1.721, en la que fue arriada en San Antonio la bandera de Castilla y León. Aquella importante ciudad, para un territorio tan escasamente poblado, tenía en aquellos momentos unos 2.000 habitantes, principalmente colonos mexicanos y canarios. El territorio estaba contínuamente asediado por los indígenas y por lo tanto dependiente de las fuerzas militares. Los esfuerzos de la Corona española por incrementar la población resultaron inútiles. La escasa población era una mezcla de militares, indígenas hispanizados y varias comunidades de colonizadores europeos de varias nacionalidades. También las relaciones con los Estados Unidos se habían vuelto peligrosas por su expansión hacia las Floridas españolas y derechos sobre el Misissippi. La venta de Luisiana por parte de Napoleón a los Estados Unidos dejó a España dividida y vulnerable.
Como sucesor de la Corona española, México fue propietario legítimo de Texas hasta el año 1.836 cuando un puñado de emigrantes norteamericanos se levantaron en armas proclamando la independencia del territorio. Ya en 1.825 Estados Unidos intentó anexionarse el territorio ofreciendo a México 1 millón de dólares. Ante su negativa, los norteamericanos ofrecieron dos años después 5 millones pero México siguió negándose a vender. Naturalmente la ambición expansionista de los Estados Unidos, ya iniciada desde 1.809, hizo que se apoyara a los rebeldes y en 1.845 se anexionaron a Texas como su estado número 28, apropiándose incluso de la franja mexicana que va desde el Río Nueces al de Río Bravo, situando allí la frontera. Al invadir las fuerzas norteamericanas esta franja, México atacó iniciándose un guerra que duraría dos años y en la que las tropas americanas llegarían incluso a la capital mexicana.
México no estaba preparado para soportar ni militar ni económicamente el conflicto y derrotados, el 2 de Febrero de 1.848, firmaron el Tratado de paz de Guadalupe Hidalgo aceptando el atraco de que eran objeto. En el mismo reconocían la República de Texas y cedían a los verdugos más de la mitad de sus territorios. Con una compensación de 15 millones de dólares por daños de guerra al territorio mexicano, se anexionaron los actuales estados de California, Nevada, Utha, Nuevo México y Texas, así como buena parte de los que hoy es Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma renunciando México a cualquier reclamación posterior sobre Texas y aceptando establecer frontera internacional en Río Bravo. Para quienes no conozcan la zona, este es el mapa de México en 1.836 y la parte en color verde es la que le quedó tras el Tratado.
Un poco más y se quedan con todo. Total, una vez puestos...
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