27 de octubre de 2025

3256- AFEITARTE NO TE HACE GUAPO, PERO...

 
Hubo un tiempo en que (casi) todos los hombres se afeitaban en la barbería. Las modernas y afiladísimas maquinillas de afeitar desechables, hasta después del segundo tercio del siglo XX no habían sido inventadas y las pocas hojas de afeitar que había en el mercado no estaban perfeccionadas y cortaban poco y mal. Así pues, tres eran las opciones para afeitarse: Usar esas hojas que te hacían daño y te llenaban de cortes, comprarte una navaja de barbero con igual o peores resultados o ir a la barbería. La mayoría optaban por esta última opción, pero los barberos no todos eran buenos ni usaban todos buenas navajas.
 

El resultado era que algunos llevaran barba y que los más fueran por la vida con barbas de 8 días, o sea, mal afeitados. En tiempos anteriores a la II Guerra Mundial, gran parte de los hombres iban con barba, más o menos cuidada. Pero finalizada ésta los Estados Unidos impusieron a sus soldados la obligación de afeitarse, como disciplina estética del ejército americano. Desde el punto de vista de los oficiales americanos no era estético que cada cual hiciera con su barba lo que quisiera. Lo mejor era todos igual: barba rasurada y cabello corto de una pulgada (2,54 cm.). Personalmente creían que, no teniendo en cuenta las libertades democráticas, era lo más correcto y estético para sus fuerzas armadas.


Como suele ocurrir muchas veces, el mundo en general estuvo de acuerdo con las medidas estadounidenses y copió la medida, pero de forma voluntaria y sin que nadie les obligase a ello. Claro que a partir de 1974 BIC lanzó al mercado una maquinilla desechable, de una hoja. Esta maquinilla, de plástico y de una sola hoja afeitaba bastante bien pero no era la panacea. Dos años después Gillette sacó la maquinilla de una y dos hojas y, con los años, la de tres y hasta cuatro hojas. Las de una hoja desaparecieron rápidamente del mercado, pero las de dos, tres y cuatro se mantienen por su suavidad y eficacia. Pero, ¿qué a pasado con la barba?.


Pues que en este momento las hay más que nunca. ¿Por qué?. Bueno, actualmente hay total libertad sobre esa preferencia y otras muchas. Estamos en plena democracia y muy especialmente la que un partido de izquierdas y sus aliados representa. La presencia diaria en TV de nuestros gobernantes (no es el caso del presidente) muchos con barbas, en su mayoría recortadas, ha invitado a muchos a llevarlas de igual manera. Sea como fuere y aunque la mayoría nos afeitamos diariamente, los jóvenes con barba son multitud, seguramente por comodidad, pues es más fácil de mantener en condiciones. De todas formas, allá cada cual. Libertad absoluta, para todo lo que no sea afectar la libertad de los demás. Porque los demás, también tenemos esos mismos derechos...

Rafael Fabregat Condill

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