22 de septiembre de 2011

0498- IMPONER NUNCA ES BUENO.

Lo que ha pasado en RTVE clama al cielo, porque se han confundido los términos y se ha olvidado que el representante del pueblo, justamente por serlo, también tiene derechos. Las libertades no son solo para los trabajadores del ente público que exigen, con razón, independencia y libertad informativa. No se puede consentir que la Dirección de Informativos, simples trabajadores del medio público que pagamos todos los españoles, tengan la desfachatez de pedir la dimisión del Consejo de Administración que nos representa. Por muchas garantías de neutralidad que el periodista esgrima ante el Consejo, no hay que olvidar que sus miembros están allí para algo más que para firmar las propuestas que ellos les pongan por delante. Ellos, como mínimo, tendrán derecho a saber. Así pues, toda la razón que tenían a la hora de exigir esa independencia informativa, la han perdido en el momento de pedir la dimisión de los miembros del Consejo. Una vez más se demuestra que la mejor defensa es el ataque pero, ¿quienes son ellos para ejercer esa presión?.

La libertad es patrimonio de todos y si tan limpias tienen sus conciencias, no debería importarles tanto que su trabajo fuera del conocimiento general. Si el periodista se siente coaccionado por dicho control, también el Consejero puede plantearse lo inútil de su presencia. Esas, señores, no son las formas. Efectivamente el Consejo debería dimitir, pero no porque lo digan cuatro malcriados sino porque, para tener responsabilidades y no pintar nada, que se lo guisen y se lo coman ellos. Más sagrado que la independencia informativa, es la neutralidad, la no vinculación política de quien informa. Y si ello es imposible, porque opinión política tenemos todos, que se abstengan los periodistas de opinar y que se limiten a informar. Cuando los partidos dieron ese paso, que todos sabemos que no podían ni debían haber dado, será porque esa neutralidad de la que tanto presumen los periodistas no se intuye que sea tanta.



El Consejo de Informativos quiere demostrar con estas protestas que su neutralidad debe estar fuera de toda sospecha, pero no deben olvidar que ellos también son personas y tienen su particular opinión de las cosas, que demasiadas veces se deja entrever. Tampoco deben olvidar que están al servicio de los demás y no son los demás quienes han de estar a su servicio.

Que un grupo de empleados, por muy altos que estén en el escalafón, pidan la dimisión de quienes democráticamente representan al pueblo que les paga su sueldo todos los meses, me parece poco menos que una burla irónica para el resto de trabajadores de este país donde, al parecer, todo es posible. Por mucho que les asista la razón, ese no es el procedimiento.
Bien está que defiendan sus posturas y prebendas, pero pedir la dimisión de un Consejo de Dirección democrático y plural, en el que tienen voz y voto todos los partidos políticos del país, me parece vergonzoso. ¿Acaso ignoran qué es la Democracia Participativa?.

Sin duda en un medio privado, no hubieran tenido agallas para actuar de la misma manera. Estos señores han olvidado que la libertad y la democracia es para todos. Los políticos, quizás abusaron a la hora de querer escudriñar en su trabajo pero, ¿quienes son ustedes para pedir la dimisión de los representantes del pueblo?.
Con su actuación han perdido ustedes toda la razón que les asistía y es ahora cuando más de cuatro empezamos a pensar que su neutralidad no es la que dicen tener.

Efectivamente los políticos no debe interferir en el trabajo de los periodistas, pero hay que guardar las formas señores... Razonar es una cosa, pero imponer es otra. Si los miembros del Consejo hubieran tenido las mismas agallas que ustedes, hubieran puesto en práctica esa dimisión, porque han sido provocados para que así fuera. Su claudicación no es un reconocimiento a sus razones, sino un acto de cobardía que nos hace pensar lo inútil de su presencia. ¡Son unos calzonazos!.

EL ÚLTIMO CONDILL

0497- SATELITES SIN CONTROL, ¡NO GRACIAS!.

A esto, señores, no hay derecho.
Quien no sea capaz de controlar lo que lanza al espacio que no lo lance y si, por negligencia o accidente ocurre lo inesperado, que responda ampliamente de las consecuencias que de ello se deriven. 
Todos sabemos que el espacio está llenándose de basura y nadie está tomando decisión alguna al respecto. Porque el cielo es de nadie o de todos, o porque quienes podrían frenar el problema son justamente quienes más ensucian.
Está claro que, a la larga, esto va a traer graves consecuencias. Sin embargo, repito, quienes podrían frenar el descontrol son justamente quienes más basura depositan en un lugar tan inmenso, que se presupone que apenas nos puede afectar. Claro que, a la larga, si que afectará y mucho.
Nuestros mares también son inmensos pero, cuando lo que se lanza en ellos es poco menos que indestructible, poco a poco se llenan de basura hasta el punto de afectar a las condiciones naturales que lo formaron. Igual ocurrirá con el espacio, que es el de todos. Primero seguridad y responsabilidad.

Si esa mierda que nos amenaza -se dice que del tamaño de un autobús y más de 8 toneladas de peso- impacta sobre la población o bienes materiales (aunque solo nos llegue un 10%) el causante de los daños que pague con creces su irresponsabilidad. 
En este caso pagar los daños causados no es suficiente, porque miles de personas están mirando al cielo temerosas de que pueda caerles encima y todos sabemos que eso puede ser una realidad. 
Ciertamente las probabilidades son menores, por la alta proporción de tierra-agua que tenemos en el planeta. Como siempre ocurre en estos casos, unos aventuran que caerá aquí y otros que lo hará allá, pero la NASA no quiere pronunciarse puesto que ellos saben que, hasta que el artefacto no entre en la atmósfera, no se puede precisar con exactitud la zona de impacto.

¿No es una irresponsabilidad semejante riesgo para la población?.
A una velocidad de 28.162 Km./hora, el satélite espacial se dirige hacia la Tierra sin que ya nada se pueda hacer al respecto. 
Más de ocho toneladas de chatarra, de las cuales solo 500/1000 Kg. impactarán contra el planeta, pero ¿donde?. ¿En qué cabeza cabe esta locura?. 
Si pudiera hacerse un referéndum mundial al respecto, veríamos si tantos adelantos merecen la pena para la humanidad en general que es, en definitiva, quien tendrá que pagar las consecuencias. ¿Dónde está la democracia de la que tanto presumen algunos?. 
Como tantas veces, como siempre, lo queremos todo y todo no se puede tener. La alta tecnología viaja vía satélite y eso tiene un riesgo que hay que asumir pero, ¿hasta donde?.
No cabe duda que situar un satélite en el espacio es un triunfo para la humanidad, que nos ha traído adelantos inimaginables unas décadas atrás, pero el mayor adelanto sería que ello no conllevara consecuencias negativas para el espacio y la propia humanidad. 

¿Se ha parado alguien a contabilizar el número de satélites y por lo tanto de toneladas de material, que están girando alrededor de nuestro planeta, con el consiguiente riesgo de caída en un futuro más o menos lejano?. ¿Por qué no se manifiestan contra eso los defensores de la eliminación del "parany" como forma de caza del tordo, o zorzal?. Yo, que no soy cazador, lo considero de mayor riesgo ecológico y de más interés para la humanidad. Por cierto, ¡cuanto tiempo tienen esta gente para tanto disfraz...!. Se ve que lo importante no son los pájaros, sino la fiesta que algunos "pájaros" montan alrededor de este asunto. En fin, perdón por el paréntesis y volvamos al tema que nos ocupa en el día de hoy, de todo punto más importante para la mayor parte de la humanidad.

Aquí de lo que se trata, por ser de interés general, es que se controle totalmente el riesgo de todo aquello que se sitúa en el espacio. Viajes de ida y vuelta los que hagan falta. Pero no solo como forma de turismo, si llega el caso, sino como obligado mantenimiento de todo aquello que allí se deposite. 
Y quien no pueda pagar ese mantenimiento, que no lance aparato alguno. Antes de la comodidad de cuatro, está la seguridad de cuatro mil...

RAFAEL FABREGAT

21 de septiembre de 2011

0496- EL SUEÑO DE LOS JUSTOS.

REEDICIÓN.
Ese sueño, que se presume idílico y placentero, es el que duermen muchos de los PAI que invadieron el pueblo de Cabanes (Castellón) ESPAÑA y el mundo en general a comienzos de siglo XXI. Porque el boom de la construcción no fue una cosa local, ni siquiera algo limitado a las zonas costeras de nuestro país o de cualquier otro. Cual si de una epidemia se tratara y como si el dinero cayera del cielo -que caía- la expansión urbanística lo inundó todo y nos embarcó a todos en ese viaje que aparentaba ser fantástico y que unos años después se evidenciaría imposible y de consecuencias asfixiantes. Los milagros no existen ni han existido jamás. Solo los listos los pregonan y solo los tontos se los creen. Al final resultará que aquellos seres que consideramos mucho más inteligentes que nosotros, por el solo hecho de gobernarnos y no morir en el intento, también se equivocan.

Porque desde mi humilde punto de vista, la crisis que padecemos como consecuencia de haber estirado más el brazo que la manga, suele tener históricamente estos finales de quebranto y desesperación. 
La única diferencia es que, normalmente, estas actitudes y finales suelen tener como protagonistas a avariciosos descontrolados o calaveras de buen vivir que gastan lo que tienen y lo que no tienen, arruinando su vida y la de quienes tienen cerca. 
Sin embargo lo ocurrido en esta ocasión fue muy diferente. 
Lo comparo yo a la caza de pájaros con trampa, en la que muchos se acercan y nadie se determina a picar; hasta que uno de ellos lo hace y tras él van todos los demás. Aquí y a lo largo de todo el mundo, pasó algo parecido, pero yo contaré lo que sé de primera mano...

Hace ya cerca de 40 años a alguien se le ocurrió la idea -yo creo que para bien- de que nuestro pueblo no podía ser menos que los demás y necesitaba su zona industrial. 
El primer paso fue conseguir que el gobierno estatal expropiara a todos los vecinos de determinada zona rústica (Gaidó) para que, por cuatro perras y sin derecho a queja, vendieran sus campos. 
Convertidas las tierras en un erial, los años pasaron sin que el gobierno desarrollara el proyecto que motivó las citadas expropiaciones. 
Expropiar es fácil para los políticos, pero desarrollar los garabatos hechos sobre el papel es harina de otro costal. Finalmente el gobierno central anuló el proyecto y todo quedó en manos de la Alcaldía de Cabanes.

Diez años después, aunque por conveniencias particulares que no vienen al caso, el polígono industrial se desarrolló. Demasiado tarde, puesto que la actual crisis que todos padecemos lo pillaron a medio despegue y ahí ha quedado hasta el fin de los tiempos. 
Pero eso es solo un grano de arena en el desierto. Cientos de fincas fueron vendidas (y afortunadamente cobradas) en aras a convertir a nuestro pueblo en ejemplo de bienestar mundial. Solo en el terreno industrial se pusieron en marcha no menos de seis PAI, alguno de ellos con más de un millón de metros cuadrados. Fincas buenas y perfectamente cultivadas fueron convertidas en campos yermos, hogar de ratas y serpientes. Otros tantos estaban proyectados para primeras y segundas viviendas en nuestra localidad que también quedaron paralizados. En la zona costera de nuestro querido Cabanes y que se denomina "La Ribera", un megaproyecto de 16 millones de metros cuadrados (Marina d'Or) quedó colgado de ese hilo invisible de la crisis.

La mitad de esas fincas, lo mejor de nuestro término municipal y envidia de todos los pueblos vecinos por sus aseguradas cosechas de naranjos y almendros, Todo quedó "durmiendo el sueño de los justos"se vendió de una u otra forma para ese hipotético proyecto faraónico. Unos cobraron, otros se asociaron con el promotor... hubo de todo pero, a día de hoy, todo está paralizado. Y lo que es peor. Nadie -o casi nadie- escapó de la ruina más absoluta. Los que vendieron y cobraron, teniendo otras fincas que tenían previsto vender con posterioridad, gastaron lo que sacaron inicialmente sin miramiento y lo pendiente ya no se vendió. Otros a quienes las cosas les iban viento en popa, arriesgaron ampliando sus negocios, en previsión de más abultadas ganancias, que no se produjeron. Cuando todo quedó en cuestión de días paralizado, nadie escapó al devastador embate del embravecido mar de la crisis. Solo los pobres de solemnidad quedaron como estaban y solo los prudentes, que vendieron y guardaron sin más ambiciones, quedaron a salvo de las olas. Para los demás, aquellos que no tenían otro tema de conversación que los millones que esperaban alcanzar, todo acabó.

Aquella maraña de grúas, que surcaban el cielo cargadas de todo el abanico de materiales que la construcción de los edificios demandaba, cesaron en su trabajo. Unas fueron desmanteladas, otras quedaron allí en lo alto, incapaces las quebradas empresas de abonar ni siquiera los costes de su desmontaje. Cientos de urbanizaciones a medio construir salpican el territorio español, como imagino salpicarán también el de otros países porque, repito, esto no fue un problema puntual sino global. A día de hoy en Cabanes -yo hablo de la realidad de mi pueblo- cientos de familias, que por una u otra causa no vendieron en su momento aquellas tierras recalificadas como urbanizables, se ven afectadas por los impuestos urbanos que este suelo genera. Lo que ellos saben pero no quieren saber es que esas fincas, hoy semi abandonadas o sin rentabilidad, son suelo urbanizable con posibilidad de valer una fortuna el día que las condiciones negativas presentes desaparezcan.

Lo justo no es pedir que les eximan del pago de los impuestos que como suelo urbano les corresponden, sino que se les dé la posibilidad de retornar a la calificación anterior de rústica. No sería la primera vez que esto sucede pero, tampoco serían los primeros en arrepentirse de su decisión. Todo, señores, no se puede tener. Otros episodios habrán ocurrido a lo largo de la historia, pero dudo mucho que hayan afectado de forma tan masiva al conjunto de la población. En este momento, directa o indirectamente, todos estamos afectados. La inseguridad está socavando a la población en general frenando las compras. Como pez que se muerde la cola, si no hay consumo no hay trabajo, pero si no hay trabajo no puede haber consumo...

RAFAEL FABREGAT

20 de septiembre de 2011

0495- LA PEREGRINA, UNA PERLA SIN IGUAL.

Toda la historia de esta perla sin precedentes es archiconocida pero en este momento de exposición en nuestro país, al que sin duda pertenece, es motivo más que suficiente para recordar la trayectoria que una joya de tal importancia ha tenido a lo largo de su historia, por culpa de las avaricias de unos y la desidia de otros. Vamos pues a recordarla...

Son muchos los que creen que el nombre de "Peregrina" hace honor a las muchas vicisitudes que esta perla ha sufrido, pero no es así. En aquellos tiempos del siglo XVI, en que fue arrancada del fondo marino, la palabra peregrino significaba rareza, algo inusual. De hecho parece ser que sus primeros propietarios le dieron el nombre de "La sola" aunque, viendo lo mal sonante del término, prontamente se cambió por el de "La Peregrina" que en el fondo quería decir lo mismo.

Aunque puede haber otras fuentes con datos diferentes, se estima que esta perla fue encontrada en aguas del Archipiélago de las perlas (Golfo de Panamá) el año 1.515 por un esclavo destinado al buceo para las extracción de ostras perlíferas, uno más de los que perdieron la vida en este trabajo.
La extraordinaria joya, de 58,5 kilates (115,5 gramos) y forma de lágrima tiene, además, las óptimas características de brillo y lustre plateado, casi transparente. No es pues una cuestión de tamaño, que también, sino la más alta calidad y pureza de una perla natural, con el raro añadido de su forma oval.

Una perla de semejante tamaño y calidad no ha sido nunca fácil de vender y menos aún en aquellos tiempos. Se ignora pues cual sería su periplo por el continente panameño en aquellos primeros años de su hallazgo pero la cuestión es que, según cuenta el profesor Hernández de Talavera, la perla cayó en manos de Diego de Tebes, entonces alguacil mayor de Panamá, que en un viaje a Sevilla en 1.580 la puso en subasta en la Casa de las Indias de Sevilla, siendo adquirida por Felipe II.
A la muerte del rey, el inventario de testamentaría dice:
..."Una perla pinjante en forma de pera, de buen color y buen agua, con un pernito de oro por remate, esmaltado de blanco, que con él pesa 71 kilates y medio. Compróse por el Consejo Real de las Indias a don Diego de Tebes por 9.000 ducados. Tasóse por Francisco Reynalte y Pedro Cerdeño, plateros de oro y lapidarios del Rey nuestro señor, en 8.748 ducados. Tiénela la Reyna nuestra señora..." (Entonces Ana de Austria, cuarta esposa de Felipe II)

María Tudor. (Hija de Enrique VIII y Carolina de Aragón)
Sin embargo la fecha de compra que cita el profesor Hernández Talavera, será sin duda errónea puesto que la Historia dice que Felipe II compra la perla y la regala a su segunda esposa María Tudor el día 25 de Julio de 1.554, con motivo de sus esponsales. Nadie ha puesto jamás en duda este dato, a pesar de que la reina murió en 1.558, veintidós años antes de la fecha de compra dada por el historiador, ya que María Tudor la luce en la mayoría de los retratos que le hicieron.
Posteriormente, la Peregrina, fue prendida en un broche al que se encastó un brillante de 100 kilates llamado El Estanque, uno de los cinco más valiosos del mundo, que Felipe II adquirió en Amberes por el precio de 80.000 escudos de oro y que se talló en Madrid por el maestro Jacome da Trezzo y ofrecido a su tercera esposa Isabel de Valois con motivo de su nuevo matrimonio.

El singular conjunto formó parte de las joyas de la Corona española y fue frecuentemente lucido por todas las reinas que ocuparon el trono español, hasta la invasión francesa de 1.808 cuando José Bonaparte, siguiendo las órdenes de su hermano (Napoleón) ordenó que le entregasen las joyas de los Borbones, ya exiliados. Del diamante "El Estanque", en aquel momento tasado en millón y medio de reales, nunca más se supo. La perla fue enviada por Bonaparte a su esposa Julia Clary pero después el matrimonio se separó y Bonaparte recuperó la perla que dejó en testamento a su sobrino Napoleón III. Prontamente la Peregrina viajaría a Inglaterra puesto que, problemas económicos hacen que en 1.848 éste venda la perla al marqués de Abercom en cuyas manos queda hasta 1.914 cuando la familia la vende a la joyería londinense R.G. Hennell&Sons.

Conocido el origen de la perla, la joyería la ofrece al rey Alfonso XIII pero éste preocupado por la inminente guerra mundial declina el ofrecimiento y la Peregrina es adquirida finalmente por el multimillonario norteamericano Judge Geary en 1.917.
Ante lo efímero de la vida terrenal, la extraordinaria perla se sitúa nuevamente en el mercado en 1.969 cuando la Galería Parket Bernet la pone en subasta el día 23 de Enero, como lote número 129, siendo adquirida en esta ocasión por el abogado de Richard Burton por la cantidad de 37.000 dólares. Burton se la regaló a su esposa Elizabeth Taylor el día 27 de Febrero de ese año con motivo del 37 cumpleaños de la actriz.

De inmediato el Duque de Alba, en nombre de la casa real española, convocó una rueda de prensa en Lausana, donde los Borbones vivían en el exilio, para desmentir la autenticidad de la perla subastada en Nueva York, asegurando que la verdadera Peregrina obraba en poder del Conde de Barcelona, padre del actual rey de España Juan Carlos I y que hoy luce la reina, doña Sofía, en las ocasiones más especiales. La polémica quedaba servida...
Actualmente la Peregrina (?) de Elizabeth Taylor está integrada en un espectacular collar de rubíes y diamantes diseñado por la propia actriz. La casa de subastas Christie's, dice que ésta es la única y verdadera Peregrina.
- "No es la perla más grande del mundo, pero sí es la más famosa, la más bonita y la más excitante". -dijo David Warren, refiriéndose a su extraordinario brillo y el misterio que la ha rodeado desde que emergió de las aguas del Golfo de Panamá.

A la muerte de la actriz todos los bienes salen a subasta en Christie's Nueva York, que se llevará a cabo el próximo 13/16 de Diciembre. Concretamente, la joya motivo de esta entrada, se prevé que tenga una salida de entre 2 y 3 millones de dólares. Por la coyuntura económica mundial se espera que "La Peregrina" viaje en esta ocasión al lejano oriente...

EL ÚLTIMO CONDILL