Lamentablemente los aparatos actuales son incapaces de estudiar su atmósfera y condiciones de vida, pero todo se andará. De momento se conoce que tiene vapor de agua y temperatura similar a la nuestra, lo que permite intuir la existencia de agua líquida. Estos descubrimientos sitúan a este planeta como objetivo prioritario para observaciones futuras, con telescopios más potentes. Los investigadores también tienen claro que la radiación de su estrella es prácticamente idéntica a la nuestra. Trump ya debe estar frotándose las manos, pero tendrá que esperar "un poco". Caso de que todos los resultados fueran positivos, ya solo faltaría construir una nave capaz de salvar la distancia de 110 años/luz que nos separa y llegar vivos.
De momento todavía no somos capaces de saber si este planeta es un mundo oceánico o uno totalmente reseco. Pero saber que tiene temperatura y humedad similar a la nuestra ya es saber mucho. Hay que esperar a que la humanidad sea capaz de aclarar otros conceptos que también son indispensables para la vida humana. Su "sol", una enana roja, está situado mucho más cerca que el nuestro, lo que hace que su año solo dure 33 días. El planeta K2 18b tiene el doble de tamaño que la Tierra y una composición atmosférica distinta, pero ya hace pensar que un mundo idéntico al nuestro es altamente probable. ¿Será esto así y efectivamente hay otras Tierras en el cielo...?RAFAEL FABREGAT


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