A falta de descendencia, por ser eunuco, a la muerte de Filetero le sucedió su sobrino Eumenes que reinó como Eumenes I, no sin enfrentarse al seleúcida Antíoco I Sóter, con el apoyo de Ptolomeo V rey de Egipto. A Eumenes I le sucedió Atalo I y durante su reinado Pérgamo destacó como centro artístico y literario, siendo su biblioteca la más importante del mundo, después de la de Alejandría. El rey Ptolomeo VI de Egipto, celoso por la gran biblioteca de Pérgamo, que hacía sombra a la suya, ordenó suspender las exportaciones de papiro a esa ciudad, al objeto de frenar el desarrollo de su biblioteca. Según relato del historiador Plinio el Viejo, lo que consiguió el egipcio fue que se inventara el pergamino ya que, al no disponer de papel como soporte para escribir, tuvieron la idea de hacerlo sobre la piel de animales jóvenes, mucho más resistente y duradero en el tiempo. Un grupo de senadores exaltados lo mató allí mismo junto a quienes le apoyaban. Negándole sepultura, su cuerpo fue arrojado al Tíber.
En Pérgamo no todos aceptaron el dominio romano y un tal Aristónico, hijo ilegítimo de Eumenes II y por tanto hermanastro de Atalo III, ante la tardanza de Roma en hace valer sus derechos testamentarios, aprovechó el vacío de poder para organizar una revuelta entre las clases más bajas reclamando el trono de Pérgamo y tomando el nombre dinástico de Eumenes III. En principio la revuelta tuvo aparente éxito pero Roma reaccionaría pronto mandando sus ejércitos y al cónsul Lucinio Craso que fue derrotado por Eumenes III en la Batalla de Leucas. El 130 a.C. el nuevo cónsul romano Marco Perperna, que sustituyó al cónsul derrotado, atacó al tracio sin enfrentarse abiertamente y con la estrategia de conquistar sus ciudades una a una.
Una a una las ciudades fueron cayendo y la revuelta fue finalmente sofocada, siendo apresado Eumenes III el año 129 a.C. en la ciudad de Estratonicea del Caico. Tras aquella derrota final, Eumenes III fue enviado prisionero a Roma donde participó en un desfile triunfal de las tropas romanas, para posteriormente ser estrangulado en prisión. El Reino de Pérgamo sería posteriormente reorganizado como provincia romana en Asia. Por su alianza con el Imperio Romano, parte de aquellos territorios serían posteriormente repartidos con el Reino de Ponto y Capadocia.
Poco queda de la importante ciudad de Pérgamo. A los pies de sus ruinas contemplamos hoy la actual ciudad de BERGAMA (Turquía), construida sobre los restos de la parte baja de la histórica Pérgamo. Estamos pues, al noroeste de Asia Menor y a 30 Km. de las costas del mar Egeo, frente a la isla de Lesbos.
RAFAEL FABREGAT




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