26 de enero de 2015

1637- LA BATALLA DE CALATAÑAZOR.

En el pueblo soriano de Calatañazor aman su historia y mantienen vivas muchas de las imágenes del pasado. Además de la silueta del castillo, los tejados siguen luciendo sus chimeneas cónicas y sus cubiertas de teja partida, mientras los accesos están protegidos con puertas de cuarterón y antiguos herrajes, sobre calles pavimentadas con canto rodado. Se dice que es el pueblo más medieval de la medieval provincia de Soria.

No es fácil mantener el tono de un pueblo de 54 habitantes... pero los pocos vecinos que quedan luchan para que este histórico enclave no muera y quede definitivamente en el olvido. ¿Como pudo dejarse morir un pueblo tan histórico como éste, estando situado a tan solo 32 kilómetros de la capital provincial?. Pues así, como muere todo lo que no tiene rentabilidad en sus proximidades. Sencillamente no tuvo suerte. Ninguno de sus vecinos tuvo el suficiente apego a su pueblo, o el suficiente poder político para acarrear los dineros necesarios que dieran empuje a tan emblemático lugar y mantuvieran viva su historia y leyendas. 

Calatañazor es pueblo medieval por excelencia. Por su historia, por su soberbio castillo y por su amurallada estructura. Empinada calle mayor empedrada, eje del pueblo que nos lleva a la Plaza Mayor en cuyo entorno se encuentra el Ayuntamiento y el Castillo. Casas de tosca mampostería de piedra y barro mezclado con paja, trabados con ramas de enebro. Puertas con postigo a media altura y tres iglesias, una de ellas románica, otra en ruina total. De nada valió que en 1962 fuera declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional. No hubo nunca un serio interés y menos aún la protección y dineros necesarios para ello. Descuidada Historia que amenaza ruina a corto plazo...

A la vista de tanta Historia abandonada a su suerte, no puedo evitar el imaginarme estos mismos escenarios atiborrados de gente en las fechas de su fundación y aún muchos siglos después, en las celebraciones eclesiásticas de una mañana dominical, seguramente acompañada del correspondiente mercado. Autoridades y vecinos, ataviados con sus mejores galas, disfrutando del extraordinario ambiente de un día festivo. Decenas de chiquillos correteando por esas calles empedradas, sin la necesidad de chuchería alguna y menos aún de teclear su smartphone para quedar tras la comida con sus amigos. Todo es Historia que no volverá. 

Su imponente muralla y su gran iglesia hace pensar al visitante, aún en la lejanía, que ha de encontrar en Calatañazor casas señoriales y palacios, pero nada más lejos de la realidad. 
Exceptuando las casas que se han restaurado en los últimos tiempos, el pueblo es mísero, de barro y mampostería de baja calidad que precisa de las ramas de enebro para dar consistencia a sus paredes. 
Hay alguna casona más distinguida, pero son escasas. Calles estrechas, empinadas y tortuosas, pero que forman un conjunto agradable y armonioso. 
En la plaza el "rollo justiciero" que en tiempos lejanos era lugar donde el Señor del castillo o el Alcalde de la villa ponía en vereda a los desaprensivos que osaban perturbar la tranquilidad.

La fundación de Calatañazor se estima que fue árabe, aunque ya hubiera una construcción arévaca anterior (Voluce) a un kilómetro del actual emplazamiento. El primitivo asentamiento fue construido en el siglo III a.C. y estuvo habitado hasta más allá del final de la dominación romana en el siglo V. Las invasiones germánicas harían más aconsejable el actual emplazamiento, dominando el llano y con la hoz del río Milanos a sus espaldas, aunque serían los musulmanes quienes lo fortificarían con su espléndido castillo del que apenas queda hoy su silueta y desde cuyo lugar se contempla "el Valle de la Sangre", escenario de la derrota de Almanzor, caudillo andalusí de Hisham II que algunos niegan con la misma vehemencia de quien asiente. ¿Por qué razón habría de inventarse una batalla inexistente?.

Para quienes le dan credibilidad a la Batalla de Calatañazor, aquella mañana calurosa de finales de Julio del año 1002, ya recogida la cosecha de cereal, las gentes del Castillo del Buitre (Calatañazor) estaban tranquilas preparando sus quehaceres diarios. Nada hacía presagiar la tormenta de sangre que se avecinaba en sus proximidades ni tampoco la derrota de Almanzor, uno de los generales moros más intrépidos de la época. Quiso la Historia que las tropas de Almanzor, tras conquistar las tierras gallegas de Santiago de Compostela y las leonesas de Astorga y Zamora, se dirigiera a Pamplona cruzando las tierras de Castilla y que casi a los pies del castillo de Calatañazor acamparan para descanso de la tropa.

Con el Castillo de Calatañazor a sus espaldas y sin esperar que ningún enemigo osara atacarles, fueron sorprendidos por un ejército cristiano que conociendo sus planes se había dado cita para interceptarles el paso. Dicho ejército estaba formado por las fuerzas de Sancho García de Castilla, las de Alfonso V de León y las de García Sanchez II de PamplonaApenas despuntado el día las huestes cristianas en coalición cayeron sobre los moros somnolientos. La batalla sin cuartel siguió durante todo el día. Miles de musulmanes perdieron la vida y cuentan las crónicas que de no haber llegado la noche, el propio Almanzor hubiera sido muerto o apresado. Pero las sombras invadieron el campo de batalla y los cristianos se retiraron.

Calatañazor y Valle de la Sangre, lugar de la batalla.
Cuando el sol apuntaba de nuevo en el horizonte la coalición cristiana regresó para finiquitar el trabajo pero solo cadáveres hallaron en el campamento moro. El botín se limitó a las tiendas y algunos enseres de escaso valor, quizás también un viejo tambor que los moros habían abandonado en su huida. Algunas fuentes dicen que de dicha batalla Almanzor salió mortalmente herido; otros que en su retirada siguió luchando contra los infieles. En lo que todos coinciden es que una posible herida recibida se le complicó de tal manera que prontamente hubo de ser transportado en litera cerrada para no desalentar a sus tropas. En tal estado llegó a Medinaceli sin que los médicos pudieran hacer nada por aliviarle y perdiendo la vida pocos días después, el 10 de Agosto de 1002. 

RAFAEL FABREGAT

24 de enero de 2015

1636- LAS TIERRAS DE FU SANG.

De un tiempo a esta parte se está especulando sobre la posibilidad de que los chinos llegaran a América antes que los españoles. Es difícil tomar partido a favor o en contra, en un tiempo en que cualquier novedad se convierte en noticia y ésta en dinero. La inventiva interesada está pues a la orden del día y los profanos no podemos hacer otra cosa que contar lo que nos cuentan y que cada cual acepte o rechace lo que se le dice. La noticia (o el bulo) llega de la mano de un escritor británico que basa esta afirmación en un mapa (dice él) encontrado en una vieja librería. Según afirma el citado escritor, este mapa fue dibujado en 1814 pero creado a partir de apuntes y anotaciones realizadas por el almirante Zheng He(1371-1423) ¡Qui lo sa!.


Se sabe, eso sí, que el ilustre almirante chino había viajado en varias ocasiones hacia occidente, sobrepasando la India y llegando al Golfo Pérsico e incluso al continente africano. Sabemos también que exploró Malasia e Indonesia hasta llegar probablemente a la Isla de Timor, cerca de Australia. Ya fuera de la auténtica Historia, nos cuenta el citado escritor que en la primavera de 1421 el almirante Zheng He, salió de China hacia oriente alcanzando las costas americanas.  En 1423, dos años después, Zheng He regresaba a China con solo siete de los barcos y la noticia de haber encontrado nuevas tierras. Claro que todo esto más bien parece una novela...

Como era de esperar la versión de este escritor no ha sido bien acogida por los auténticos historiadores que lo acusan de haber querido dar publicidad gratuita al libro que ha seguido a tales afirmaciones. Claro que todo esto aviva una polémica que no hace más que beneficiar al autor de las mismas. Para que cada cual extraiga sus propias conclusiones, a la derecha tenemos el Mapa Kangnido, auténtico mapamundi de 1402, realizado a partir de datos chinos, con las tierras conocidas de Europa, Asia y África. Muy exactos no eran...
Debajo tenemos el mapa que el escritor acompaña a su obra, diciendo que está realizado en 1814, pero con dibujos y datos del año 1400 aproximadamente. Supongo que las imágenes hablan por sí solas. Cuando, con cierta sorna, el escritor fue preguntado de cómo pudieron los chinos llevar a cabo semejante viaje en esas fechas, éste se limitó a responder: "llegaron con las corrientes, es tan simple como eso". Ese fue el argumento definitivo, que sin duda le habrá valido para vender su "histórico" libro. En el año 1400 el desconocimiento geográfico del planeta era mucho y pocos los adelantos técnicos de navegación, de tal manera que los marineros cuidaban y mucho no adentrarse en demasía y viajar más bien a la vista de las costas.


Así se dibujaba América en 1540, medio siglo después de la llegada de Colón y de otras potencias europeas.  No se trata pues de que los chinos pudieran o no pudieran descubrir América, sino de que tal viaje es improbable que se llevase a cabo y mucho más viajando de China hacia occidente. ¡Si lo hubieran hecho al revés...! Eso sin contar que llegar a América no es suficiente para hacer un mapa. Vamos, ¡que no!. El problema es que hay demasiados listos... y miles de millones de tontos. Para escribir una novela no hace falta contar mentiras al mundo. Pero claro, no se trata de escribir, sino de vender... 


Mapa de Philippe Buache (1753) con Fu Sang al norte de California.
Gente con imaginación la ha habido siempre. El escritor chino Yao Silian (557-637) de la dinastía Tang, escritor del famoso Libro de Liang, ya escribió en su momento sobre "las Tierras de Fu Sang". En el tomo XIV dice: "Al estado de Fu Sang se le conoce desde que un monje llamado Hui Shen vino a Jingzhou en el primer año de Yong Yuan, de la dinastía Qi. Él afirmó que Fu Sang está a unos 20.000 Li al este del país de Da Han, o sea, al este de China. Sus habitantes viven en barracas de madera y no hay ciudades ni castillos. Los indígenas tienen su escritura y escriben en la corteza del árbol de Fu Sang". Este libro fue terminado el año 635 y en gran medida se basó en los escritos de su padre, Yao Ca. El "Li" equivale a 418,8 m. lo que nos da la distancia exacta de Guandong (China) a Vancouber (Canadá) o al Estado de Washington. (!)

Escribía (yo) un par de años atrás (post 0975) que los chinos serán en breve (ya lo son) los dueños del mundo. Trabajan como chinos y están muy bien adoctrinados. Sus millones de muertos les costó ¡y no hace tanto!. La prueba es que todavía se acuerdan... Nada que ver con las conductas occidentales que solo buscamos la individualidad y el ganar mucho trabajando poco. Pero, claro, esto nada tiene que ver con el asunto de que los chinos viajaran al continente americano antes que los españoles. Por lógica podría tener muchas posibilidades de ser cierto, pero no viajando hacia occidente... Vamos, que no hombre, ¡que no!. Publicidad gratuita para el avispado escritor. ¡Nada más...!

RAFAEL FABREGAT

23 de enero de 2015

1635- EL SIGLO OSCURO.

Dentro de la crisis general que afectó a la Iglesia Católica a finales del primer milenio y comienzos del segundo, tuvo una especial relevancia un periodo que va desde el año 882 al 1046, etapa de 164 años en la que más de 40 personajes fueron nombrados papas o antipapas, gente indigna que solo buscaba intereses personales en la silla de Pedro. Esta crisis galopante comienza con la muerte violenta del papa Juan VIII (882) y sería para el Vaticano el simple comienzo de la etapa más oscura de su historia. A partir de ese momento y hasta el citado 1046 la mayor parte de sus sucesores fueron depuestos, encarcelados e incluso asesinados. 


Durante décadas el papado está bajo el yugo de la familia de los Spoleto. Bajo esta influencia, a la muerte del papa Formoso I que no gozaba de las simpatías de Lamberto de Spoleto, accede al papado Esteban VI (896-897) que acatando las órdenes del joven emperador convoca el llamado "Concilio de los cadáveres"De acuerdo con las órdenes recibidas, el cuerpo del papa Formoso I fue desenterrado y procesado. 


En el juicio llevado a efecto, un diácono puesto a su lado respondía por él. Como no podía ser de otro modo, el cadáver del papa Formoso fue condenado, degradado de su dignidad pontificia y colocado en una fosa común, para acto seguido ser desenterrado y arrojado al Tíber. A estos episodios siguió una revuelta contra el papa Esteban VI, su encarcelamiento y muerte por estrangulación en la propia celda, pero este es simplemente uno más de los escándalos papales registrados en esas fechas. Siguen los nombramientos y las muertes de los titulares hasta la llegada del papa Sergio III (904-911) que reanuda las políticas de Esteban VI y restablece las condenas contra los formosianos. 


Al nuevo papa le une gran amistad con el cónsul y senador Teofilacto I y su esposa Teodora. De hecho, según Liutprando de Cremoa, Sergio III fue el amante de su hija Marozia y padres ambos del futuro papa Juan XI. Tras dos papados breves siguió Juan X (914-928) nombrado por los Teofilactos con el apoyo de Teodora de la que era amante. Se suceden luchas contra los musulmanes bizantinos y en ellas encuentran la muerte Teofilacto y Alberico de Spoleto, marido de su hija Marozia. Poco tiempo después Marozia y su segundo marido (Guido de Toscana) dominan nuevamente la situación en Roma y sus gentes matan al hermano del papa. El propio Juan X es encarcelado y asesinado poco después. Es a partir de la muerte del papa cuando Marozia domina totalmente Roma y sujeta también al papado. Tras el pontificado de León VI y Esteban VII sucede su hijo Juan XI (931-936), pero el declive de Marozia y del joven papa es inevitablemente rápido.


Alberico, hijo también de Marozia y hermano de Juan XI se subleva ante las terceras nupcias de su madre con Hugo de Provenza y la encarcela, asumiendo el gobierno de la ciudad, a la vez que ejerce toda su influencia sobre los nuevos papas designados por él. Bajo su dominio se nombran cuatro nuevos papas y una seria renovación monacal pero a su muerte le sucede su hijo Octaviano que se autoproclama papa Juan XII y reune en una sola persona el poder civil y religioso. Con apenas 18 años el estado del alma preocupa poco y las orgías y escándalos de todo tipo se dan cita en los aposentos papales. 


Resulta fatigoso, más bien aburrido, seguir relatando las fechorías de los más de cuarenta papas que ocuparon el trono del Vaticano en este periodo, todos ellos muertos jóvenes y prácticamente ninguno de muerte natural, pero antes y después no fue muy diferente. 
- Estas no fueron mis enseñanzas -diría Jesucristo.
Políticos y religiosos se disputaron el poder sin el más mínimo temor al destino que pudieran correr sus almas. 
A trancas y barrancas llegamos al año 1046 cuando tras el Sínodo de Sutri se depone a los dos papas que por compra-venta existían en ese momento y se nombra a Clemente II cerrándose este tiempo de oscuridad. 
Solo tres pilares fundamentales gobernaban (y gobiernan) la Iglesia de entonces y de siempre: sexo, poder y dinero. Sea por el orden que fuera, tanto monta... 

RAFAEL FABREGAT

22 de enero de 2015

1634- ¡AHÍ LLEGA EL GILIPOLLAS...!

Como veremos más adelante, antes esto no era un insulto. El libro referente a los insultos indica que el término "gilipollas" se puso de moda en el siglo XIX, aunque el origen de la frase es muy anterior y de sentido muy diferente al que se le da actualmente. Ser gilipollas es algo más frecuente de lo que podemos imaginar, tanto que se dice que viene a serlo no menos del 30% de la población. Es lo que llamamos un charlatán, el bufón de cualquier pandilla de amigos. Para que podamos estar de acuerdo o no con esta aseveración hay que aclarar que, de acuerdo con lo indicado en el diccionario de la lengua española, gilipollas es todo aquel que siendo tonto participa de la condición de bocazas que todo lo airea sin guardar recato. De tal manera que, aunque no tenga maldad, suele ser tan inoportuno que puede representar un peligro para cualquiera. Según la RAE la palabra "gilipollas" deriva de la forma vulgar de aplicar el adjetivo "gilí", a cualquier persona inocente, cándida y parlanchina. 


Su origen viene de lejos ya que, por lo que se ve, nació en el Madrid del siglo XVI de forma coloquial. La palabreja cayó en gracia y en la segunda mitad del siglo XIX le salieron "parientes" como "gilipuertas" y otros, que trataban de eliminar las sílabas finales y malsonantes de la palabra gilipollas. En realidad, este adjetivo siempre fue un insulto, aunque de escasa gravedad. En la actualidad esta palabra solo se escucha en los suburbios, entre gente de poca o nula educación y de ningún peso social. Pero vamos a contar el verdadero origen de la misma...


La palabra "gilipollas" tiene su origen en la persona de D. Baltasar Gilimón de la Mota, fiscal del Consejo de Hacienda en tiempos de Felipe III. Dicho señor tenía tres hijas en edad de merecer pero poco agraciadas y algo atolondradas. En busca de algún apuesto joven que las desposara, Don Gil las que llevaba a todos los bailes y actos públicos de la alta sociedad de su tiempo, pero el milagro no se producía. Tan frecuente era su presencia en estos actos que a la pregunta de si había llegado Don Gil siempre se respondía que lo había hecho con "sus pollas", o sea, con sus hijas. La arraigada costumbre relacionar a Don Gil con sus hijas (pollas) de pocas luces, daría lugar a la palabra "gilipollas" como alguien corto de entendederas.

Eso es lo que cuentan las malas lenguas aunque, al menos originalmente y en todos los textos que citan a dichas jóvenes, aparte de sus nombres Fabiana, Feliciana e Isabel, son citadas coloquialmente como "las gilimonas", debido al apellido paterno (Gilimón). Las jóvenes, además de feas y tontas, gustaban de llamar la atención y de ahí su rebeldía cuando un bando de Felipe III impuso que las mujeres debían de acudir a los actos públicos con vestimentas graves y severas. Don Gil respondió a su rebeldía condenándolas a ir vestidas de monja, lo que sin duda terminó de alejar a algún posible despistado. Esta curiosa historia puede consultarse en: https://openlibrary.org/books/OL6189847M/Madrid_viejo

No sabemos cuanto hay de cierto o de falso en la historia de las hijas de Don Gil pero, de todas formas una cosa no desdice de la otra. Que su verdadera denominación fuera la de "gilimonas" poco o nada tiene que ver con que, sabiendo que entonces se llamaba "pollas" a las chicas jóvenes, derivara a la palabra gilipollas dos siglos después. De la misma manera que, sabiendo que eran casquivanas y de pocas luces, se adaptara la palabra como insulto o denominación de personas tontas y charlatanas. Gente que no tiene nada interesante que decir, pero que gusta de ser el centro de atención en cualquier reunión. Ese es el significado actual de la palabra gilipollas.

RAFAEL FABREGAT