16 de marzo de 2015

1693- NO HAY PARA TODOS.

Hombre de Java. Homo erectus de 1,8 millones de años.
Lógicamente las cifras que puedan darse son aproximadas. Sin embargo pueden establecerse una serie de parámetros que nos den una cifra bastante exacta, en base al tiempo en que consideramos que vivieron los primeros homínidos y el desarrollo más o menos gradual de nuestra raza. Según los últimos descubrimientos se calcula que nuestros ancestros aparecieron sobre la Tierra hace unos 700.000 años, aunque 1 millón de años atrás ya había homínidos sobre el planeta. Al especular sobre las personas que han nacido en nuestro planeta desde que el mundo es mundo, lo hacemos poniendo el punto de inicio en la aparición del "homo sapiens" por ser la primera raza pensante y diferenciada por tanto del resto de animales que pueblan el planeta desde el comienzo de los tiempos. 


Mujer de Qafzeh. Homo sapiens.
No es descabellado establecer el inicio de nuestro caminar sobre la Tierra en tan solo 50.000 años, una cifra que puede parecernos cercana pero que no lo es tanto. Hay que tener en cuenta que efectivamente nuestro planeta y la vida en el mismo viene de muy atrás pero lo que aquí había antes de los citados 50.000 años eran poco más que el "homo erectus" con una capacidad craneal de poco más de 800 cm3. cuando la del hombre actual está cerca de los 1500 cm3. Seres a los que podríamos llamar hombres-mono con una capacidad de inteligencia más cercana al animal (600 cm3.) que al hombre actual. Sin embargo la velocidad de la evolución es progresiva... La prueba de ello la vemos los actuales habitantes del planeta. Mientras la evolución de nuestros antepasados fue lenta pero constante, en la actualidad el invento más novedoso e impactante queda obsoleto en menos de una década. Teniendo en cuenta esta velocidad de evolución progresiva, hace 35.000 años nuestros antepasados ya decoraban las cuevas que habitaban. 


Con esas pinturas rupestres no solo mostraban su evolución artística, sino el interés en contar a las generaciones futuras su forma de vida. 
La verdadera evolución del hombre llegó al pasar de cazadores-recolectores a agricultores y ganaderos, es decir, a trabajar la tierra y a domesticar y criar a los animales con los que alimentarse, lo cual sucedió hace apenas 10.000 años atrás. 


Volviendo a las cifras, se estima que el año 10.000 a.C. había menos de 1 millón de habitantes en el planeta y que el año 8.000 a.C. la población había aumentado a los 5 millones. Un cambio bestial que demuestra que la evolución está relacionada con la comida. El hombre primitivo había dejado de ser cazador-recolector pues había descubierto la forma de producir los alimentos que necesitaba. A mayor disponibilidad de alimento, higiene y medicinas, aumenta la cantidad de habitantes. Solo era pues el primer paso. Aquel primer millón de habitantes del año 10.000 a.C. (que costaron más de 1 millón de años en alcanzarse) pasaron a 300 millones de habitantes en el año 1 d.C. 


De todas formas hasta el año 1650 de nuestra Era solo se habían alcanzado los 500 millones de habitantes, crecimiento excepcionalmente lento debido a la peste negra que se llevó la vida de más de 100 millones de personas. A partir de ese momento y con menor natalidad, el número no ha parado de crecer. Con mas y mejores alimentos y ya con remedios medicinales, la humanidad bajó la cifra de nacimientos del 80 al 40/1000 y a pesar de ello llegó al siglo XX con una población mundial de 1650 millones de personas. Al llegar al siglo XXI los nacimientos eran del 23/1000 y sin embargo la población había superado los 6000 millones de personas. 

El año 2011 se superaron los 7000 millones y a este ritmo está previsto que en 2024 se alcancen los 8000 millones y en 2042 los 9000 millones. Pero, ¿será esto posible?. Porque obligatoriamente estas cifras han de parar. Nadie hace nada al respecto pero todos sabemos que, a este ritmo, el aumento de población es insostenible para el planeta. 
Está claro que una guerra, epidemia global, o falta de recursos, tiene que poner fin a esta locura. Los datos no pueden ser más devastadores y una vez más la Naturaleza o la Humanidad habrá de poner coto a nuestra falta de control. Nadie sabe cuando ni como va a pararse esto, pero todos sabemos que tiene que parar, voluntariamente o a la fuerza. 
La solución la pondrá como siempre la propia Naturaleza. A medio plazo acabarán los combustibles fósiles y los fertilizantes que hoy permiten cosechas masivas de cualquier tipo de alimento. Cuando eso suceda, que no está tan lejos, no habrá comida para todos. 

De hecho ya no la hay y miles de niños mueren cada día de hambre. Vamos pues hacía un precipicio insalvable. Con ciudades masificadas, casi asfixiantes. La esperanza de vida media en el año 1 d.C. era de 21 años, mientras que en la actualidad es de 84,5 años. Los humanos nacidos en el planeta desde el año 10.000 a.C. es de 110.000 millones, de los cuales viven en este momento 7.150 millones, lo que viene a decirnos que en este momento estamos vivos el 6,5% de todos los nacidos en el mundo desde el comienzo de los tiempos. ¡Increíble!. Siendo insoportable para el planeta, ha de llegar una solución rápida. Descartada una epidemia masiva y el holocausto nuclear, solo queda el descenso de la natalidad. Sin duda esta última es la mejor opción, porque escapar hacia otros mundos...

RAFAEL FABREGAT

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