Los niños pobres, hijos de familias de izquierdas no fuimos nunca. No teníamos derecho, claro. No todos pueden comer en la mesa del Señor... Siempre hubo clases y con un dictador al frente del país, las había más que nunca. Yo era hijo de republicanos. Poco importaba que fuera o no fuera a misa de diez. No había piedad para los perdedores, ni para sus hijos. Lo de las colonias o campamentos de verano era algo aleccionador y solo enfocado a los hijos del franquismo. No había lugar para los hijos del enemigo, aunque ya estuviera derrotado.
Actividad de tiempo libre con fines pedagógicos, que solo convencían a quienes ya estaban convencidos de antemano. Justamente por eso, los demás quedábamos excluidos. Sin embargo este no fue un invento de Franco. Lo de la educación en tiempo libre ya se puso en marcha a finales del siglo XIX, por cuestiones de salud. Más que nada, escasa higiene y peor alimentación. Una segunda etapa, la más intensa e instructora, tuvo lugar durante los cuarenta años de dictadura franquista con todos los pormenores citados.
Con todo este montaje en marcha, con la llegada de la Democracia cogieron el relevo las Cajas de Ahorros, pero naturalmente ya no era lo mismo. No había aleccionamiento ni disciplina alguna que guardar ni hacer guardar, con lo cual llegaron libertades y algún que otro problemilla que las entidades bancarias no tenían el por qué aguantar. Y todo acabó. Algún lector dirá seguramente, ¿y eso fue todo?. Pues sí, a groso modo, eso fue todo. ¿Qué quieren que les diga?. Es que no había más...
La primera etapa de las Colonias Escolares, finales del siglo XIX o primeros del XX, se inventó como remedio al raquitismo y la miseria que había entre los menores. Comer dignamente y enseñar a lavarse todos los días ayudaría indudablemente a corregir el problema. De todas formas, lo de que los Campamentos en tiempos de Franco se tratara de vacaciones políticas, poco tenía que ver para los niños porque cuando uno tiene 12/14 años todo es bueno y perfecto. Por muy aleccionador que fuera el Campamento, era novedad y agradable pasar 15 días junto al mar en compañía de jóvenes de tu edad, lejos de los padres y fuera del entorno habitual.
Tras la Guerra Civil Española, la palabra "vacaciones" era desconocida para la mayoría y lo de ir a pasar un día en la playa, aún teniéndola en tu término municipal, algo inusual y esporádico. Tras el Golpe de Estado de Franco y su llegada al poder, los Campamentos de Verano siguieron funcionando, por la escasez de posguerra y como premio a los hijos de sus partidarios. La última década de vida del dictador las cosas ya habían cambiado bastante y tras la muerte de Franco las Colonias ya no tenía sentido que continuaran. La democracia enterró los Campamentos y con la llegada del SEAT-600 la palabra vacaciones cobró vida y se hizo habitual para la clase media-baja.
RAFAEL FABREGAT
Mis padres eran de clase muy muy modesta y socialistas, y mis amigos, de la misma escala social y yo recorrimos toda españa de campamentos con la oje. Todos los compañeros que me encontrado, eran de mi misma clase social, a veces coincidíamos con los escaus (scouts) con los que habia cierta antipatía por ser los niños con dinero y clase social alta. Todos los deportes que aprendí, esgrima, vela, aeromodelismo, ajedrez,montanismo,escalada, espeleologia, se lo debo a la oje, actualmente sigo practicando espeleologia y montaña, deportes que he transmitido a mis hijos. No me he sentido nunca bajo una disciplina militar, "hice la mili" la uniformidad, la considero lógica de aquellos años como cualquier club de ahora con sus diferencias, aunque recuerdo aquellos mis primeros zapatos buenos; todo terreno de la oje, que junto con mis botas chirucas, recorrieron caminos, montañas y cuevas de España, cantando canciones de la oje, y canciones revolucionarias. Con estos mismos zapatos, he corrido de los grises con mis amigos de oje. Actualmente no tengo simpatía por ningún partido político. Nuestro lema de O.J.E. VALE QUIEN SIRVE SI SIRVES CON AMOR.
ResponderEliminarNo tengo el por qué dudar de tus palabras. Si tu lo dices será verdad pero, lamentando discrepar, en mi pueblo (de la provincia de Castellón) solo los elegidos con dedo dictatorial podían ir a los "campamentos de la O.J.E.". Ningún hijo de socialista o comunista fue jamás a esas estancias vacacionales, para hijos de franquistas o con padres amigos del Régimen.
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