2127- AMOR IMPERFECTO.

Naturalmente, como ya habréis podido imaginar, al decir amor imperfecto me refiero al amor de pareja, ya que el de padres a hijos siempre es perfecto y total y el de hijos a padres, no se sabe. ¡Pura lotería!. Perdón a los hijos bondadosos con sus padres, pero lamentablemente son más escasos cada día.

El pasado día 4 de Junio actuó en el Auditorio de Castellón (España) nuestro tan adorado "Duo Dinámico", música para los que éramos jóvenes en la década de 1960-70. Ellos (Manolo de la Calva y Ramón Arcusa) tienen actualmente 79 y 77 años respectivamente. Nosotros, sus fans, ¡rondando los 70!. Pues bien, Ramón (el más alto de los dos, para aquellos que no estén muy al tanto del asunto) entre las muchas gracietas que soltó a lo largo del concierto, al respecto de los 'guateques' de la época, dijo algo que me quedó grabado en letras de fuego. Algo que todos sabemos pero que, al igual que el tema de la muerte, es un palo 'tabú' que nadie toca ni siquiera en conversación distendida con amigos de toda la vida: ¡las imperfecciones del amor de pareja...!

- ¿Os acordáis, -decía- de los guateques de los años 60 y 70, con el pick-up y los discos bajo el brazo, organizando una tarde de baile en la casa de nuestras abuelas?. Uno (casi siempre el mismo) ponía los discos y los otros nos agarrábamos a las chicas como las zarzas. No era amor a la música, no, sino la única forma de abrazar a unas quinceañeras que estaban más buenas que el pan. Claro que ellas ponían el codo entre medias y... 
No se sabe muy bien el por qué de tanto pudor, puesto que lo de arrimar la cebolleta a ellas les gustaría tanto como a nosotros pero, en fin, así eran las cosas entonces.
- Lo que sí está claro -siguió hablando Ramón Arcusa- es que entonces, al igual que ahora, un miembro de la pareja ama y el otro se deja amar. En principio suena un poco triste, pero es casi imposible encontrar el amor recíproco al 100%. Más fácil que te toque 'el gordo' en la Lotería... 

- Normalmente (no siempre, pero casi siempre) el hombre, proponía y ella disponía. Esperaba durante un tiempo al que 'le hacía tilín' y (finalmente) si aquel no les decía nada o se marchaba con otra, accedía a tus pretensiones y te daba un sí, más condicionado que auténtico.
Después la mujer se acostumbra al partener y hasta puede que celebre su decisión, impuesta por las circunstancias, pero a la larga siempre salen las dudas por lo que pudo ser y no fue. 
Nos contaba también el 'amigo' Ramón (en serio o en broma) que en estos casos, que son el 99% de los matrimonios, hay dos posibles resultados: 
1º).- Que más pronto o más tarde el matrimonio se rompa.
2º).- Que la mujer llegue a acostumbrarse y a sufrir en silencio el designio divino, como si se tratara de unas hemorroides. 

Lo que sí está claro -decía Ramón- es que, en todos los casos, el que ama de verdad siempre sale ganando ya que, aunque tu amor no sea correspondido al 100%, has conseguido el objetivo de hacer realidad tu sueño de unirte a la persona amada. Puede, ya lo hemos dicho antes, que no llegues al final del camino pero... entremedias has creado y criado con ella a tus hijos, que lo son todo para ti, has cumplido buena parte de tus sueños y, con un poquito de suerte y mucha paciencia, estás disfrutando de las risas de tus nietos. ¿Qué más se puede pedir?. Porque en la vida, amigos míos, no hay nada más. Al menos para los que no somos millonarios. De todas formas (je, je) a mi los yates me marean...

RAFAEL FABREGAT