Así es la vida, una gigantesca incoherencia sin justificación alguna. Las historias de más renombre, escritas principalmente por la fama que acompañó a batallas y personajes que las vivieron en primera persona, figuran en libros y destinos culturales mientras otras, igual o más importantes, quedan en el tintero. Efectivamente el pueblo de La Todolella, que este monumento corona, no llega a los 150 habitantes y su ubicación no es justamente la más transitada por el turismo.
El Castillo-Palacio de La Todolella (Castellón, España) es uno de esos ejemplos de injusto olvido histórico y cultural que bien merece una visita. La razón es que, además de estar en paraje alejado de rutas principales y no estar ligado a importantes batallas, es actualmente de propiedad privada.
Concretamente pertenece a Ricardo Miravet Toutain, músico argentino y antiguo organista en Notre Dame y en la Capilla de Saint Germain de París, iglesia más antigua de la capital francesa. El señor Miravet, actualmente alcalde de Todolella, es de origen paterno ilicitano y de madre catalana, aunque nacido en Argentina. De espíritu liberal permite, previo aviso y sin problema alguno, la visita del grandioso monumento, que desde 1966 es su propia casa. Se trata de uno de los compositores y organistas más prestigiosos del mundo. Fue embajador de la UNESCO en trabajos para el estudio de la Música Latinoamericana y aunque nació el año 1930 en la ciudad argentina de Córdoba todavía está en activo.
Pero, estábamos hablando de su Castillo-Palacio Templario ubicado en el cerro que corona el pueblo castellonense de La Todolella...
En el siglo XI Todolella era tan solo una aldea o alquería musulmana, registrada en la comunidad de Morella, aunque no dependiente de ella. Ya tenía en aquellos tiempos un pequeño castillo morisco que en 1238 conquistó Blasco de Alagón, noble aragonés que luchó a las órdenes de Pedro II de Aragón en la Batalla de Muret, donde el rey perecería atravesado por una saeta morisca quedando el reino en manos de su hijo Jaime I el Conquistador. En agradecimiento a su fidelidad, el joven rey prometió a Blasco de Alagón la posesión de todo pueblo, castillo y territorio que conquistase a los moros. En 1232 el aragonés conquista Morella pero a pesar de su promesa, Jaime I de Aragón, en camino hacia la conquista de Valencia, reclama para sí tan importante plaza y castillo.
Para compensarle le entrega a Blasco los castillos de Sástago y María de Huerva, así como los pueblos y aldeas de la comarca de Els Ports, entre ellos Vilafranca, Albocasser y naturalmente La Todolella, entre muchos otros.
Blasco de Alagón dona posteriormente La Todolella al Caballero Templario Ramón de Caldera por su valiosa ayuda en las conquistas de la zona y aunque el pueblo obtiene la Carta Puebla a fuero de Valencia en 1242 Ramón de Caldera restaura y amplía el castillo que domina desde lo alto la localidad. La fortaleza original, aunque construida sobre el recinto árabe anterior, es pues del siglo XIII y Templario. Nuevas ampliaciones del siglo XVI le dan la imagen que actualmente podemos contemplar. Durante la Guerra de Sucesión se desarrolló en sus proximidades una importante batalla entre morellanos y milicianos al servicio de Fernando VII, llamados los migueletes.
En las 'Guerras carlistas' la localidad tomó partido por los 'isabelinos' hasta su ocupación por el General Cabrera. El Castillo-palacio de Todolella perteneció a las familias de Ramón de Caldera, Francesc de Vinatea, Duques de Lesera, Rovira y Figuerola. Siempre denominado 'Castillo del señor' finalmente perdió el interés de sus nobles dueños, sin duda afincados en más grandes ciudades.
A finales del siglo XIX el castillo quedó prácticamente abandonado. A mediados del XX eran utilizados sus bajos como granja y almacén de aperos de labranza y lo alto como secadero de jamones.
Acompañado por un amigo organero en ruta por tierras aragonesas, Ricardo Miravet llegó a Morella en 1966 y su primera imagen (eran las 3 de la mañana) fue ver y escuchar al sereno cantando las horas. Era como trasladarse a la Edad Media. Enamorado por todo lo que veía en la comarca y enterado de que el Castillo de La Todolella estaba en venta no dudó en hacerlo suyo. Limpiar y restaurar aquellos espacios le costó sudor y lágrimas pero finalmente lo consiguió gracias a la colaboración de varios amigos. Enamorado de la comarca dels Ports, se estableció en el castillo-palacio y fue despegándose poco a poco de la vida parisina e integrándose en la morellana.
Se trata de un palacio medieval fortificado, de planta rectangular y patio central. Potentes torres defensivas en la parte posterior del edificio, puertas góticas, puerta de entrada con arco de medio punto y patio de armas. Corredor porticado que conserva las vigas de madera del siglo XVI. Después de los grandes esfuerzos personales y económicos de su propietario, relativos a su adecuación y mobiliario de época, constituye un auténtico museo muy grato de visitar. Aunque se usa como vivienda, forma parte del Patrimonio Histórico Español y se puede visitar previa cita y permiso de su propietario ya que, desde muchos años atrás, la vida de Ricardo Miravet Toutain se desenvuelve en la comarca de 'els ports' de Morella, incluso en lo artístico, a pesar de sus ya 86 años de vida...
RAFAEL FABREGAT
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