Eso cantaba Julio Iglesias en el año del 'catapún' de 1969, con el dictador Francisco Franco en todo lo alto del podium. Pues bien, a día de hoy 27 de Junio de 2016, la vida sigue igual que estaba dos días atrás. Bueno, no exactamente igual puesto que los españoles han demostrado una vez más que pasan de los políticos y de sus políticas. Demostrando tener alguna madurez y cierta veteranía política han dicho que quieren pan, trabajo y estabilidad. Ya era hora. Naturalmente, esa veteranía no tiene nada que ver con la figura del PP y menos aún con la de su presidente Mariano Rajoy. Nada de eso. La gente no es tonta y sabe lo que el PP y muy especialmente sus dirigentes han hecho o han dejado de hacer estos últimos años, pero quieren una estabilidad que solo el PP o el PSOE pueden dar en este momento. Las descabelladas excentricidades que propone UNIDOS-PODEMOS (comunistas + radicales) son demasiado para nuestro cuerpo, pues entendemos que no son aplicables al mundo actual.
Queremos vivir, jodidos pero tranquilos y eso solo el PP y el PSOE pueden ofrecerlo en la España de hoy. Lástima que ambos partidos estén condenados a no entenderse, puesto que tal entendimiento borraría del mapa político a todos los demás. Es curioso que una coalición PP-PSOE de 'resultados progresistas suaves', que para nada molestaría a los votantes del PP, podría ser la causa que provocara la desaparición de los socialistas del PSOE. Increíble la diferencia de criterios entre unos votantes y otros. Mientras el PP ve en su unión con el PSOE el menor de los males, los socialistas miran al PP como si fuera el propio diablo y en buena lógica se niegan a llevar a cabo tal posibilidad.
Tal es la animadversión hacia los 'populares' que incluso le niegan la abstención, haciendo ingobernable el país. La indefinición de Rivera (C's) que se define de centro y pacta con el PSOE tampoco ayuda en demasía y así se lo han hecho saber sus votantes al haberle quitado un montón de escaños. Como ya sabrán, el PP gana en todas las autonomías, excepto en Cataluña y País Vasco, donde los votos radicales sitúan a los partidos autonómicos en un segundo plano.
En estas regiones, últimamente radicales, los partidos regionales ya se ven como sangre diluida que no tiene la fuerza suficiente para lograr los objetivos propuestos. Quieren más y consideran pues que solo la extrema izquierda de UNIDOS-PODEMOS es capaz de conseguir tales metas. En fin, en esas estamos. Ahora a esperar posibles pactos que pongan luz en el oscuro camino de la normalidad.
Hoy por hoy el Congreso se muestra dividido. Aunque el PP haya ganado por amplísima mayoría (137 escaños) no tiene suficiente para gobernar en solitario. El PSOE su primer competidor (85 escaños) a pesar de haber perdido 5 puestos, sigue sin querer unir sus fuerzas con el odiado enemigo y conformar así una amplia mayoría que permitiría gobernar cómodamente. El mayor varapalo se lo ha llevado CIUDADANOS que con tal solo 32 escaños pierde ocho respecto a las elecciones de Diciembre pasado. Está claro que su indefinición le ha pasado factura y muchos de sus votantes, más de derechas que de izquierdas, le han dejado en la cuneta. La gente corriente no tenemos conocimientos políticos, pero sí los suficientes para saber que el 'centro' no existe.
RAFAEL FABREGAT
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