Está claro que, al menos en España, no hay debate que arregle el aumento del populismo. Hasta ahora pensábamos que era cuestión de necesidad, del problema económico que acucia a muchos hogares, pero ya empezamos a pensar que se trata más bien del relativismo en el que nos movemos últimamente los españoles. Un daño estructural de difícil solución. El ansia exagerada de poder, por parte de nuestros políticos, ha creado el caldo de cultivo favorable a la floración de una mala yerba difícil de erradicar. La mayor parte de sus votantes, dos tercios de quienes depositarán su voto a favor de semejante barbaridad, ni siquiera conocen el significado de la palabreja y solo gobernando con este sistema verán sus votantes las consecuencias que conlleva.
Pura propaganda electoral que abocará a nuestros país y a quienes lo habitamos a la más absoluta ruina. Después de una legislatura plagada de estrecheces, es imposible convencer al votante de la buena gestión realizada. La gente de a pie no sabe, ni quiere saber, si la economía nacional está mejor o peor. La que cuenta es la que cada uno vive en su casa junto a su familia. Malviviendo, intentando sacar de donde no hay. ¿Cómo combatir con quien predica el bienestar general y muy especialmente el de la gente más necesitada?. De poco sirve que les digas que eso cuesta un dinero que el país no tiene. Hay partidos que aseguran tener un olmo que produce peras y por imposible que sea, la gente está necesitada y por lo tanto dispuesta a creer.
En España se vivía mejor que en ningún país europeo hasta que la barbarie terrorista situó en el poder a un Zapatero (PSOE) que azotó la economía española con el mejor de sus 'talantes'. Tras ocho años de retrocesos y con una España en quiebra absoluta la gente le dio el poder al PP como única tabla de salvación posible. Ahora, ya en vías de solución, vuelta a los mismo o mucho peor todavía. Por si la debacle del PSOE no fue suficiente, votaremos a UNIDOS-PODEMOS y volveremos a antiguos populismos ya abandonados en Rusia e incluso en Cuba y en la propia China. Cuando los países más claramente comunistas del planeta se han dado cuenta de la inviabilidad de este tipo de políticas y acceden al más puro capitalismo, en España estamos preparándonos para ser su relevo.
Bienaventurado el ser humano capaz de tropezar doscientas veces con la misma piedra sin darse cuenta de ello. Mira que la gestión económica del PSOE, bajo la presidencia de Zapatero, fue terrorífica para España y para los españoles... Pues nada, como aquello nos pareció poco ahora votaremos a Iglesias y tendremos más de lo mismo elevado al cuadrado. ¿Queremos eso?. Pues eso tendremos. ¿Referendum en Cataluña?. Pues hala, ¡urnas fuera!. Y, naturalmente, lo mismo en Euskadi... y en Galicia también, si así lo desean. Se acabó la miseria. ¡Tarjeta sanitaria, medicinas y pensión social para todos los que vengan de fuera (con papeles o sin papeles) y aumento de las pensiones, rodaballo salvaje y chuletón de ternera rubia para todos!. Claro que sí... ¡no faltaba más!.
Los del puño, cogerán 'las rosas' y las meterán en el alambique populista, que no popular, como ya metieron a unos comunistas a punto de quedarse sin representación parlamentaria.
- ¡Uffff, por los pelos! -dijo un tal Garzón aliviado por su integración en PODEMOS.
Tranquilo Alberto, en los alambiques cabe (casi) todo. Se pueden hacer todo tipo de perfumes, pero también licores, brandy, anís y hasta incluso absenta.
¿Demasiado fuerte?. ¡Bah!, ¿qué es eso para vosotros, verdaderos cosacos de la estepa?. Paladines de la gente necesitada y de todos aquellos que (pudiendo) no quieren trabajar...
Con la obligada coalición, sí, pero pronto tendréis el anhelado poder que os permita poner en práctica vuestras políticas.
En cuanto a nosotros... ¿Que más da?. Nosotros, los currantes autónomos, mande quien mande siempre estamos jodidos.
RAFAEL FABREGAT
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