2021- CABANES EN LA HISTORIA.

No hay que presumir en exceso. Cabanes, provincia de Castellón, es un pueblo de poco más de 3.000 habitantes, pero 500 de ellos viven en las diferentes pedanías de La Ribera, próxima a la costa. Porque Cabanes, aunque ubicado al sudoeste del Pla de l'Arc, tiene costa de la misma manera que tiene la Autovía CV-10 a 300 metros del casco urbano y aeropuerto internacional a 8 Km. de la población. 

En la misma costa, junto al poblado de la Torre de la Sal, ya hubo un poblado prehistórico como se comprobó años atrás por las ruinas encontradas bajo las aguas mediterráneas. Pero la punta de su 'iceberg histórico' no está junto a las olas del mar, sino en las cumbres del 'Tossal de Mortorum' y en el de 'Gaidó', con sendos poblados ibéricos y fenicios, así como importantes minas de las que nadie sabe donde está su final. Ya no hablemos de nuestra joya más preciada, el famoso Arco Romano de Cabanes y la Vía Augusta que pasa a sus pies, cruzando el Pla de l'Arc, aunque prácticamente desaparecida por el aludido desprecio de anteriores gobernantes que siempre pensaron que la Historia no mataba el hambre de la ciudadanía. 

Otra joya totalmente desaparecida es el Castillo de Zufera, no así las cisternas y aljibes situados a sus pies, en la falda de la montaña. Encaramado sobre una peña de acceso 'imposible', fue conquistado por el Cid Campeador con el apoyo de un antepasado del Papa Luna. Sí amigos, en el año 1091 el ilustre comandante aragonés Bacalla Ferrench de Luna, expulsó de Zufera a los musulmanes, de la misma forma que días después haría lo mismo con los moros que habitaban el Castillo de Miravet y mientras el Cid hacía lo propio con el Castillo de Montornés, término municipal de Benicasím. El Cid era entonces personaje más destacado en estas tierras, pero los Luna no quedaron atrás con las figuras del papa Benedicto XIII (1328-1423) y la de su sobrino-nieto Álvaro de Luna (1390-1453), como condestable de Castilla, maestre de la Orden de Santiago y valido del rey Juan II.

Bacalla Ferrench, primer señor de Luna, estaba casado con Doña Sancha, hija (ilegítima) de Sancho Ramirez I de Aragón, por lo que era cuñado de Pedro I. La Historia cita al Cid Campeador, como conquistador de nuestros castillos de Miravet y Zufera pero, en realidad, quien estaba al frente de las tropas cristiano-aragonesas era Bacalla Ferrench, señor de Luna, a las órdenes de su cuñado y señor el príncipe Pedro I, que tres años después (1094) se convertiría en Pedro I de Aragón tras la muerte de su padre en el sitio de Huesca. Valerosos personajes que en aquel glorioso año 1091 tuvieron la generosidad de derramar su sangre contra los moros, en defensa de un territorio que nos pertenecía desde la noche de los tiempos. 

Lamentablemente diez años después, ante la falta de fuerzas que lo custodiaran, el Castillo de Miravet fue recuperado por los moros y no recuperado hasta la llegada del rey Jaime I de Aragón, Valencia y Mallorca, en 1234. No fue así con el de Zufera, que para esas fechas ya estaba en estado totalmente ruinoso. Pero, en fin, todo forma parte de la Historia de Cabanes. Y ¿qué decir del Castillo de Albalat y de las cuatro Torres Vigía que salpican las tierras de la Ribera de Cabanes, construidas con posterioridad al año 1379, fecha en que fue saqueada por los piratas berberiscos la vecina localidad de Torreblanca?. Porque ese es otro capítulo importante de la Historia de Cabanes. Juan I respondió atacando Argel y recuperando parte del botin y a los rehenes. Las Torres de Cabanes nunca fueron atacadas, pero esa es otra historia...

RAFAEL FABREGAT