1731- LA CATEDRAL DE SEVILLA.

Durante el dominio de la dinastía almohade en el sur peninsular español (1147-1269) el califa Abu Yacub Jusuf ordenó la construcción de una gran mezquita en la ciudad de Sevilla, en los terrenos que actualmente ocupa la Catedral de Santa María de la Sede, catedral cristiana de estilo gótico con mayor superficie del mundo. El solar construido era de 113 x 135 metros y daba cobijo a 17 naves con arcos de herradura en el que se incluía un patio o shan de 43 x 81 metros destinado a las abluciones y por el que se daba acceso a la mezquita por la hoy llamada "Puerta del Perdón". Este shan es denominado actualmente "Patio de los Naranjos". Las grandes dimensiones del citado Patio de los Naranjos (casi 3.500 m2.) permitía también que fuera dedicado a la celebración de actos culturales e incluso como cementerio. 

Los trabajos constructivos de la citada mezquita primigenia estuvieron dirigidos por el arquitecto Ahmad Ben Baso y se prolongaron desde Abril de 1172 a Marzo de 1198, aunque la mezquita ya había sido inaugurada provisionalmente el 30 de Abril de 1182 para dar cobijo a los fieles. El alminar, hoy llamado La Giralda y el shan o Patio de los Naranjos, con su antigua puerta principal de acceso o Puerta del Perdón, son los únicos restos de la primitiva mezquita árabe. El patio es actualmente un recinto anexo de la Catedral pero sin ninguna actividad religiosa. La Catedral tiene diez puertas de acceso, siendo las más antiguas la Puerta del Bautismo y la Puerta del Nacimiento o de San Miguel.

La Puerta de la Asunción es la principal y una de las más recientes. Es de estilo neogótico realizada a finales del siglo XIX. Todavía más modernas son la Puerta de la Concepción y la de San Miguel o del Príncipe, finalizadas a principios del siglo XX. Tras la conquista de Sevilla por los cristianos en 1248, la mezquita mayor fue consagrada y convertida en Catedral de la diócesis sin otro cambio que dar cobijo a una Capilla Real en la que serían enterrados Alfonso X el Sabio y Fernando III de Castilla, entre otros.

No sería hasta principios del siglo XV cuando se estudió la posibilidad de construir un templo de formas totalmente cristianas y con el pretexto de que eran necesarias importantes reformas, se procedió a demoler la antigua mezquita. Aunque no hay constancia escrita, se tiene el año de 1434 como fecha probable de comienzo de esta primera fase de las obras, que se prolongarían hasta 1506. Ese año y con una celebración especial, se puso la "piedra postrera" en la parte más alta del cimborio, piedra que debía colocar el arzobispo Diego de Deza pero que se excusó de tal honor "por encontrarse demasiado viejo para subir". No hubo otras celebraciones por luto de la muerte del rey Felipe I de Castilla, consagrándose la Catedral al año siguiente 1507, aunque pendientes de concluir algunas obras.

Debido al excesivo peso de la estructura, el año 1511 falló uno de los pilares y se derrumbó el cimborio que cubría el crucero. El maestro de obras fue destituido y otro arquitecto diseñó una nueva cúpula que se completó en 1519. Este nuevo cimborio se derrumbaría también en 1888, construyéndose un tercero que es el que podemos contemplar actualmente. Desde 1528 y hasta finales de ese mismo siglo XVI se construyeron varias dependencias anexas en estilo renacentista. Independiente de la Catedral pero anexa a la misma y comunicada con ella, entre los siglos XVII y XVIII se construyó la iglesia del Sagrario en estilo barroco, a la que seguirían otras dependencias en el XIX y el XX en estilo neogótico.

El campanario o Giralda, principal reliquia que nos queda de la antigua mezquita árabe, fue construida en 1184-1198 con una altura inicial de 82 metros y rematada con cuatro bolas de bronce dorado. El terremoto de 1365 echó abajo la última esfera que quedaba en lo alto. En el siglo XVI se añadió el cuerpo de campanas y el remate superior en estilo renacentista, así como una estatua que representa La Fe que sería colocada en 1568. La estatua, de 3,47 m. y 1200 Kg. que corona La Giralda lleva una especie de escudo en su mano derecha que la convierte en veleta. Es justamente ese uso el que le dio el nombre popular de "Giralda". La altura actual de la torre es de 104 metros.
Con 1,3 millones de visitantes es el monumento español que más turistas recibe. Con lo que se recauda en esas visitas guiadas el Cabildo lleva a cabo su mantenimiento y restauraciones permanentes.

RAFAEL FABREGAT