16 de abril de 2015

1724- EL SANTUARIO DE ISRAEL.

Nos referimos naturalmente al Templo de Jerusalén , construido hacia el año 960 a.C. por y para el pueblo de Israel. Nada que ver por tanto con los derechos que actualmente reclaman los seguidores de Mahoma, nacido 1530 años después. Lo mandó construir el rey Salomón, hijo de David y Betsabé, tercero y último monarca del Reino Unido de Israel, antes de que éste se dividiera en dos (Israel y Judá) por los excesos cometidos por Salomón y sus muchas esposas extrajeras, con abandono de las leyes de Yahvé en la segunda mitad de su reinado (1-Reyes 11:3). 
Solo fueron tres los reyes del Israel unificado: 
Saul, de la tribu de Benjamín,
David, ungido por Saul en su triunfo contra los filisteos,
Salomón, hijo y heredero de David.
El Templo de Jerusalén fue construido como lugar de culto y oración para el pueblo israelita, pero especialmente para dar cobijo al Arca de la Alianza, arcón que contenía las Tablas de la Ley y que fueron entregadas por Dios a Moisés en el monte Sinaí. También se custodiaba en el Templo el candelabro de los siete brazos y algunos otros utensilios dedicados al culto hebraico.


La ubicación de aquel primer Templo de Jerusalén era la explanada del Monte Moriá, lugar que actualmente ocupa la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa. El templo sustituía el santuario móvil o Tabernáculo en el que era depositada el Arca de la Alianza durante el éxodo de los israelitas desde Egipto, en busca de la Tierra Prometida.
Inmediatamente a la muerte de Salomón en el año 928 a.C. y la sucesión de su hijo Roboam, diez de las doce Tribus de Israel se rebelaron, siendo lideradas por Jeroboam I. Solo las tribus de Judá y Benjamín siguieron fieles a Roboam, como sucesor de Salomón. 


En el año 925 a.C. Sheshong I, primer faraón de la XXII Dinastía de Egipto, reconquistó Palestina y atacó los reinos de Israel y Judá. Tal como reza la Biblia, se apoderó de Gaza y saqueó Jerusalén apoderándose del tesoro de Salomón. Sin embargo aquel primer Templo de Jerusalén no sería destruido hasta el año 587 a.C. cuando la ciudad fue asediada por segunda vez y posteriormente conquistada y destruida en su totalidad por los Babilonios capitaneados por Nabucodonosor, hijo de Nabopolasar todavía en el trono. Miles de notables, entre los que se encontraban el profeta Ezequiel y el propio rey Jeconías, fueron llevados presos a Babilonia.


Nabucodonosor moría el año 562 a.C. siendo sucedido por su hijo Evil-merodak el cual, antes de cumplirse el año de su mandato, liberó a los judíos supervivientes; no así a su rey Jeconías, al que sentó a su mesa hasta el día de su muerte, un año después. Un nieto del rey Jeconías, llamado Zorobabel, regresó a las tierras de Judá liderando a los judíos liberadosApenas un cuarto de siglo más tarde, en el 539 a.C., los babilonios eran derrotados por los ejércitos persas de Ciro II el Grande. En el año 515 a.C., ya con Darío I en el poder, Zorobabel recuperó la Torá y los Libros de los Profetas, acometiendo también las obras de construcción del Segundo Templo de Jerusalén, aunque mucho más modesto que el primero.


Arrasada la ciudad de Jerusalén durante las incursiones del rey sirio Antíoco IV Epífanes, el Templo fue restaurado en el 165 a.C. por Judas Macabeo, líder de los guerrilleros rebelados contra los seleúcidas sirios. El Templo de Jerusalén sería ampliado y reconstruido por Herodes en el año 20 a.C. y nuevamente destruido en el año 70 d.C. por los tropas romanas del emperador Tito Flavio durante la revuelta de los Zelotes. Toda la ciudad y el Templo de Jerusalén fueron saqueados y posteriormente quemados. Tras la revuelta toda Judea había quedado en ruinas, Jerusalén reducida a escombros y el Templo demolido en su totalidad, estimándose esta derrota como causa de la diáspora judía.


Destruido nuevamente Jerusalén en el año 135 d.C. en la llamada Rebelión Bar Kojba, el Templo ya no fue levantado de nuevo. El Muro de las Lamentaciones es el vestigio más importante que queda del Templo de Jerusalén. Parte de las oraciones que rezan los judíos tres veces al día, es la plegaria que pide a Dios la construcción del Tercer Templo, siendo deseo sagrado para el judaísmo el poder lograrlo algún día. Sin embargo parece imposible que pueda hacerse realidad ya que, el Domo de la Roca y especialmente la Roca Fundacional que alberga en su interior, que es para los judíos el lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo, también es según la tradición islámica el punto en el que Mahoma ascendió a los Cielos y por tanto lugar de adoración para los musulmanes.


Una vez más y a pesar del notable adelanto de la humanidad, las religiones son causa de disputas y hasta de muerte entre la sociedad de nuestros días. Cualquiera podría pensar que, ya en el siglo XXI d.C. y viajando el hombre a la luna, a otros planetas y hasta más allá de las estrellas, la prioridad de los gobiernos tendría que ser erradicar la violencia y facilitar la existencia y la vida entre los habitantes del planeta. No tiene ningún sentido que en un mundo tan avanzado, todavía se maten los hombres en nombre de ningún Dios ya que, de haberlo, está claro que no serían esos sus deseos. El sol sale para todos y es de sentido común el pensar que Dios quiere el entendimiento y el amor entre los miembros de su Creación.

RAFAEL FABREGAT

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