Los egipcios ya la inventaron hace más de 3000 años atrás. Bravo por ellos. Naturalmente la minifalda gusta y mucho. A las mujeres, coquetas ellas, incluso más que a los hombres. ¿Extraño?. ¡Para nada!. Les encanta sentirse miradas y admiradas, especialmente cuando todo lo que tiene que haber está en su sitio y en su justa medida. Tanto es así que incluso las que carecen de esas medidas, tan difíciles de alcanzar, cierran los ojos y se calzan la minifalda esperando que ella corrija esos "defectillos", contra los que la mayoría luchamos. Craso error...
La minifalda es para mostrar, no para esconder. Está claro que las que no tienen las medidas perfectas tienen el mismo derecho a llevarla pero, ¿es aconsejable?. Sin duda no.
Teniendo eso por cierto, las personas con un mínimo raciocinio suelen vestirse de determinada manera, según lo que quieren destacar o disimular.
Las chicas jóvenes de 1960 eran tan elegantes y modernas como las de ahora, pero eran otros tiempos, otras modas y otros largos de falda. En este momento vivimos tiempos de libertades, para todo tipo de circunstancias y también para el asunto del vestir, pero la tolerancia y el buen gusto no siempre van de la mano y los resultados son a veces chocantes...
Cierto es que en los tiempos actuales se ha perdido un poco el norte con eso de la férrea combinación de estilos y colores, pero el buen gusto impide ciertas excentricidades como el llevar tirantes colgando cuando, en realidad, los pantalones los llevas sujetos con cinturón. O llevar los pantalones caídos, con la pernera a la altura de las rodillas... ¡Quita, quita!. Fantasmadas de adolescente por las que muchos hemos pasado...
¿Que si se pueden llevar?. ¡Hombre, pues claro!. ¿Por qué no has de poder?. Pero... ¿Tiene eso algún sentido?.
Tú fíjate bien y verás que tipo de gente los lleva de esta forma. ¿Moda?. ¡Que va...! Por llamarlo de forma suave, a fin de no faltar al respeto de nadie, diremos que es una excentricidad.
Excentricidades que jamás estarán de moda. Sin embargo la minifalda es otra cosa bien distinta... ¡Tanto que jamás desaparecerá!.
¿Por qué tenía tanto éxito lo de los "guateques"?. ¿Por nuestra afición a la música?. Que va, que va... ¡Era la única forma de coger a una chica por la cintura y arrimarte a ella, si te dejaba!.
Vosotros pensaréis... ¿Qué dice este tío?. ¡Entonces, como ahora, habría de todo!. Naturalmente que había de todo, siempre lo hubo, pero las cosas eran muy diferentes a como son actualmente. No voy a decir que las chicas se hacían valer más que ahora (que también) pero, además de eso, sin coches, sin dinero y con la permanente vigilancia materna, los jóvenes de entonces lo teníamos mucho más difícil de lo que lo tiene la juventud actual. ¿O no es así?.
En cuanto al largo de la falda, hasta entonces era bajo la rodilla para las mujeres y sobre la rodilla para las chicas jóvenes. Subir de repente 30 cm. fue, por qué no decirlo, una bendición y un desasosiego.
Los jóvenes de entonces no veíamos un muslo ni en la playa y de repente se produjo el milagro...
Hasta entonces los chicos, con la falta de pan y sin tortas, las chicas ni fu, ni fa. Amplias faldas hasta la rodilla y calcetines largos... Con la llegada de las minifaldas, los vestidos ceñidos y las medias, las chicas renacieron y los chicos más.
- ¿Esta es...? ¡Hostia, está como un tren!. Pero, ¿como es posible...?
Y así, así empezó todo. Se retiraron los "trenes de vapor" y las "nuevas locomotoras" lo inundaron todo y a toda velocidad. El mayor subidón, como no podía ser de otra manera, fue el de los chicos. Algunos incluso nos pusimos gafas, para verlo mejor. ¿O es que éramos miopes?. No me acuerdo... (Je, je, je)
RAFAEL FABREGAT
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