- Buenos días amigo, ¿qué me podrías dar por este borrico?.
- Hombre... pues no sé, como mucho 300 euros.
- Dame 500 y es tuyo. Será buen alimento para tus leones...
- Hmmm... Venga, vale, toma los 500 euros y no se hable más.
El gitano marcha contento con el dinero y al poco rato se oye al dueño del circo dar voces y todo cabreado le pregunta a uno de sus empleados:
- Maldita sea, ¿hacia donde ha marchado el gitano que me ha vendido el borrico?.
- Pues no tengo ni idea -responde en empleado.
- Vete a buscarlo y no vuelvas sin él -responde el dueño del circo enfurecido.
- Pero, ¿qué es lo que pasa jefe? -acierta a decir el empleado.
- ¿Que qué pasa?. Pues que se ha comido a los dos leones y tiene al tigre acorralado.
Sevilla, 48ºC a la sombra. El gitano, ya sin poder resistir el calor, marcha a la tienda de electrodomésticos y compra un ventilador. Todo contento llega a su casa, lo enchufa y se tumba en el sofá a ver la tele, con el ventilador encarado hacia él y la mujer y todos los gitanillos alrededor sudando a chorros.
De repente el padre se levanta diciendo:
- Voy a meá. El que toque el ventilaó sivácordar de tós sus muertos.
Cuando el padre marcha, uno de los gitanillos más mayorcito pulsa un botón y el ventilador empieza a girar de izquierda a derecha, aliviándoles a todos, pero cuando regresa el padre pone el grito en el cielo.
- ¡Quien a tocao el ventilaó!.
Y responde el chiquillo..
- ¡Nadie pa, eso es que t'está buscando...!
- Adiós pa, me voy a la escuela.
- Muy bien hijo, muy bien. A ver... 4x4
- ¡Un todoterreno pa!
- ¡Perfecto hijo!. ¿Y 3x2?
- El Carrefour pa, el Carrefour...
- Muy bien, así me gusta. Ahora un problema de matemáticas...
Si vamos a robar 200 melones y en la furgoneta solo caben 100, ¿que nos queda?.
- Otro viaje pa, nos queda otro viaje.
En ese momento se acerca otro de los hijos...
- Yo pa, también soy de los más listos de la clase, pero tengo una duda. El otro día estábamos en el vestuario y todos los niños la tenían más pequeña que yo. ¿Eso pa, es por ser gitano?.
- No hijo, no. Eso es porque tienes 18 años y todavía vas con los de primaria.
A un gitano se le acaba la prestación por desempleo y la ayuda social y va a unos jardines y recolecta naranjas amargas para venderlas como buenas. Las vende por la calle a mitad de precio y cambia cada día de lugar para que no le reclamen.
- ¡Naranjas de primera calidad!. ¡Tres kilos un euro...! ¡Que me las quitan de las manos, oiga...!
En eso se para un señor, acompañado de un muchacho.
- Hola buenos días. ¿Son buenas estas naranjas? -pregunta el hombre.
- Como la miel caballero, como la miel -responde el gitano.
- ¿Puede darle a probar a mi hijo? -pregunta el señor.
- ¡No faltaba más! -responde el gitano frunciendo el ceño.
El muchacho se pone un gajo en la boca y le dice al gitano, al tiempo que soltaba dos lagrimones como ollas exprés...
- ¡Me cago en tu p... madre!.
El gitano, sin saber que responder le dice al padre:
- ¿Es delicado el niño no?.
Y el padre le responde:
- No, no, delicado no. Era mudo...
Una gitana se encuentra a una amiga por la calle.
- Hola Pepi, ¿cómo te va?.
- Ay chica, estoy desesperada. Quiero deshacerme de mi gato y no se qué hacer.
- Bah, eso es fácil. Diez manzanas más allá hay unos basureros. Lo dejas allí y ya está.
Al día siguiente vuelven a encontrarse.
- ¿Qué pasó?, -le dice la amiga- ¿lo llevaste?.
- Sí, pero al cabo de un rato volvió a casa.
- No pasa nada -dice la amiga- quince manzanas más lejos hay otro basurero. Lo dejas allí.
Dos días después vuelven a coincidir.
- ¿Qué pasó Pepi?. Pareces más tranquila -le dice la amiga.
- No creas chica, no creas. Al día siguiente ya lo tenía en casa otra vez.
- Pues voy a darte la solución definitiva. Después de ese basurero que ya conoces, veinte manzanas más allá llegarás a la playa. Sigues y verás un río. Más adelante verás una montaña, la pasas y encontrarás otro río y después sigue un barranco y dos montañas más. Lo sueltas allí que hay una escombrera y ya me contarás.
Una semana después las dos amigas se encuentran de nuevo.
- ¿Que tal Pepi?. ¿No irás a decirme que el gato regresó de nuevo?.
- ¡Ay chica, que suerte!.
- Vaya, vaya, ¡Por fin lo lograste!. Cuéntame qué pasó... -pregunta la amiga intrigada.
- ¿Qué pasó?. Pues que si no es por el gato, no consigo regresar a casa...
RAFAEL FABREGAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario