12 de febrero de 2015

1659- EL DÍA DE LOS GITANOS...

Un gitano, ya jubilado, decide vender su burro, al que hace casi dos meses que no le ha dado de comer. Habiendo aquellos días un circo en la ciudad, se entrevista con el dueño para ver si le interesa comprarlo.
- Buenos días amigo, ¿qué me podrías dar por este borrico?.
- Hombre... pues no sé, como mucho 300 euros.
- Dame 500 y es tuyo. Será buen alimento para tus leones...
- Hmmm... Venga, vale, toma los 500 euros y no se hable más.
El gitano marcha contento con el dinero y al poco rato se oye al dueño del circo dar voces y todo cabreado le pregunta a uno de sus empleados:
- Maldita sea, ¿hacia donde ha marchado el gitano que me ha vendido el borrico?.
- Pues no tengo ni idea -responde en empleado.
- Vete a buscarlo y no vuelvas sin él -responde el dueño del circo enfurecido.
- Pero, ¿qué es lo que pasa jefe? -acierta a decir el empleado.
- ¿Que qué pasa?. Pues que se ha comido a los dos leones y tiene al tigre acorralado.


Sevilla, 48ºC a la sombra. El gitano, ya sin poder resistir el calor, marcha a la tienda de electrodomésticos y compra un ventilador. Todo contento llega a su casa, lo enchufa y se tumba en el sofá a ver la tele, con el ventilador encarado hacia él y la mujer y todos los gitanillos alrededor sudando a chorros.
De repente el padre se levanta diciendo:
- Voy a meá. El que toque el ventilaó sivácordar de tós sus muertos.
Cuando el padre marcha, uno de los gitanillos más mayorcito pulsa un botón y el ventilador empieza a girar de izquierda a derecha, aliviándoles a todos, pero cuando regresa el padre pone el grito en el cielo.
- ¡Quien a tocao el ventilaó!.
Y responde el chiquillo..
- ¡Nadie pa, eso es que t'está buscando...! 

El gitanillo se despide del padre para ir al colegio.
- Adiós pa, me voy a la escuela.
- Muy bien hijo, muy bien. A ver... 4x4
- ¡Un todoterreno pa!
- ¡Perfecto hijo!. ¿Y 3x2?
- El Carrefour pa, el Carrefour...
- Muy bien, así me gusta. Ahora un problema de matemáticas...
Si vamos a robar 200 melones y en la furgoneta solo caben 100, ¿que nos queda?.
- Otro viaje pa, nos queda otro viaje.
En ese momento se acerca otro de los hijos...
- Yo pa, también soy de los más listos de la clase, pero tengo una duda. El otro día estábamos en el vestuario y todos los niños la tenían más pequeña que yo. ¿Eso pa, es por ser gitano?. 
- No hijo, no. Eso es porque tienes 18 años y todavía vas con los de primaria.


A un gitano se le acaba la prestación por desempleo y la ayuda social y va a unos jardines y recolecta naranjas amargas para venderlas como buenas. Las vende por la calle a mitad de precio y cambia cada día de lugar para que no le reclamen.
- ¡Naranjas de primera calidad!. ¡Tres kilos un euro...! ¡Que me las quitan de las manos, oiga...!
En eso se para un señor, acompañado de un muchacho.
- Hola buenos días. ¿Son buenas estas naranjas? -pregunta el hombre.
- Como la miel caballero, como la miel -responde el gitano.
- ¿Puede darle a probar a mi hijo? -pregunta el señor.
- ¡No faltaba más! -responde el gitano frunciendo el ceño.
El muchacho se pone un gajo en la boca y le dice al gitano, al tiempo que soltaba dos lagrimones como ollas exprés...
- ¡Me cago en tu p... madre!.
El gitano, sin saber que responder le dice al padre:
- ¿Es delicado el niño no?.
Y el padre le responde:
- No, no, delicado no. Era mudo...

Una gitana se encuentra a una amiga por la calle.
- Hola Pepi, ¿cómo te va?.
- Ay chica, estoy desesperada. Quiero deshacerme de mi gato y no se qué hacer.
- Bah, eso es fácil. Diez manzanas más allá hay unos basureros. Lo dejas allí y ya está.
Al día siguiente vuelven a encontrarse.
- ¿Qué pasó?, -le dice la amiga- ¿lo llevaste?.
- Sí, pero al cabo de un rato volvió a casa.
- No pasa nada -dice la amiga- quince manzanas más lejos hay otro basurero. Lo dejas allí.
Dos días después vuelven a coincidir.
- ¿Qué pasó Pepi?. Pareces más tranquila -le dice la amiga.
- No creas chica, no creas. Al día siguiente ya lo tenía en casa otra vez.
- Pues voy a darte la solución definitiva. Después de ese basurero que ya conoces, veinte manzanas más allá llegarás a la playa. Sigues y verás un río. Más adelante verás una montaña, la pasas y encontrarás otro río y después sigue un barranco y dos montañas más. Lo sueltas allí que hay una escombrera y ya me contarás.
Una semana después las dos amigas se encuentran de nuevo.
- ¿Que tal Pepi?. ¿No irás a decirme que el gato regresó de nuevo?.
- ¡Ay chica, que suerte!. 
- Vaya, vaya, ¡Por fin lo lograste!. Cuéntame qué pasó... -pregunta la amiga intrigada.
- ¿Qué pasó?. Pues que si no es por el gato, no consigo regresar a casa...

RAFAEL FABREGAT

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