La foto de arriba es del Ayuntamiento de Mosqueruela, cuando no se cobraba por buscar setas. La de abajo es actual. Si no conociera la enorme crisis que estamos atravesando diría que los Ayuntamientos que cobran por buscar setas, con la excusa de preservar las especies y el monte en general, no tienen vergüenza ni la conocen puesto que "venden" permisos para profesionales que hacen de la búsqueda de setas un verdadero negocio y un destrozo general. Porque esto amigos es como la prostitución y son las putas, en este caso los que buscan setas para vender, los que menos ganan. Ignoro cual será el precio que pagan los comerciantes por un kilo de rovellones, pero sin duda será de risa. Sin embargo es increíble la cantidad de gente que busca setas para venderlas. ¡Maldita miseria!.
Mosqueruela tiene amplios antecedentes de ser pueblo dedicado a buscar setas para ganarse un dinero extra, pero lo que sucede este año sobrepasa con diferencia todo lo visto hasta ahora. La enorme crisis que nos acucia a todos, ha hecho de la búsqueda de setas una forma de ganar un dinero que, repito, es escaso para los desgraciados que buscan por el monte pero importante para el Ayuntamiento, para los organizadores del clan que acuden con furgonetas cargadas de inmigrantes y para los comerciantes (cuatro había ayer) que con furgones repletos de cajas "hacen su Agosto" en Septiembre y Octubre. Una auténtica pena y una verdadera injusticia.
¿Quien esquilma el monte?. No hay respuesta porque a nadie le interesa. Lo que interesa a los ayuntamientos, a los jefes del clan de inmigrantes y a los comerciantes, es el dinero que se gana sin trabajar. En este momento ya son pocos los vecinos de Mosqueruela que salen a buscar setas para venderlas pero, sin embargo, jamás se vieron tantas personas dedicadas a este menester. Las furgonetas ya no se conforman en esperar extramuros a que lleguen los buscadores de rovellones y algunos de ellos se apostan en mitad de la pista de Cantavieja para tener menos competencia y más opciones de compra. Yo miraba curioso la cantidad de gente que, salidos del pinar, limpiaban afanosamente lo recogido.
En más de una ocasión le comenté a mi mujer que todos eran más pulcros que nosotros puesto que limpiaban allí lo encontrado y no se llevaban la suciedad a casa, como hacemos nosotros. Ahora ya sé el motivo de tanta higiene. ¡Son para vender y el comerciante los quiere limpios!. Más de 100 cajas lleva cada uno de los vehículos compradores y es de suponer que en un año bueno, como el actual, todas se llenan y marchan hacia los mercados de abastos. Y después los cínicos ayuntamientos nos dicen que la tasa que cobran es para arreglar los caminos pero, sobre todo, para que no se esquilme el monte y proteger de este modo las especies.
Yo es que nací tonto. ¿Qué le vamos a hacer?. El 28 de Diciembre es el día de los Santos Inocentes, aquellos que se creen todo lo que les cuentas. Es sin duda el día de mi Santo Patrón. Hay que pagar, ¡pues a pagar!. Hay que respetar el peso máximo de kilos recogidos, ¡pues a respetarlo!. No sea cosa que se acabe la especie por coger un kilo más... Claro que cuando se me hinchan las narices, doy un golpe sobre la mesa y me salto todas las normas. Yo no soy de medias tintas. Tonto, tonto, tonto, hasta que un día digo ¡¡¡ BASTA !!!. Y se acabó lo que se daba.
RAFAEL FABREGAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario