Sabemos que el viaje es inútil, que el terreno está seco y que la salida de hongos es de todo punto imposible, pero no podemos esperar más...
Rebasada la primera mitad del mes de Septiembre, somos incapaces de pasar un fin de semana más sin patear esos montes que tantas satisfacciones nos han dado a lo largo de nuestra vida.
Conocemos, o creemos conocer, la total falta de lluvias en la comarca en la que acostumbramos a realizar nuestra búsqueda de setas pero, aún así, mañana nos vamos... ¡Que sea lo que Dios quiera!. Sabemos que, aún no encontrando nada, pasaremos un día magnífico y eso es lo que cuenta. El encuentro con aquellas gentes que tan gentilmente nos tratan y recorrer aquellos incomparables parajes, donde tantas veces hemos alcanzado los deseados premios, ya justifican el viaje.
Pasaremos el día y si no con la ilusión de un buen hallazgo micológico, al menos tomaremos contacto con "nuestros" bosques y veremos sobre el terreno cuales son las condiciones en los diferentes puntos en los que solemos buscar. A pesar de lo negativo de la situación pluviométrica de esta temporada, queremos creer que algo vamos a encontrar para -al menos- poder preparar un revuelto para la cena. Si no es así, tampoco pasa nada.
Comeremos en algún restaurante de la zona y, siguiendo la costumbre de todos los años, compraremos las patatas que allí se recolectan en estas fechas. Poder adquirir en estas fechas patatas nuevas, a un precio más que interesante, también es premio más que suficiente para justificar el viaje. Si suena la flauta, aunque sea mínimamente, mejor que mejor.
Algo de ejercicio, respirando el aire puro de las singulares montañas del Maestrazgo, siempre es un deleite.
La búsqueda de setas es un hobbie y el hecho encontrarlas, el premio añadido y la excusa para emprender un viaje que no es corto y tampoco por carreteras demasiado buenas. Tantos años de visita a la zona, hace que allí ya seamos bastante conocidos.
La compra de pan, carne y patatas y la comida habitual en los restaurantes de la comarca, hace que nuestras caras sean familiares entre esas gentes siempre tan amables con el forastero, especialmente si deja beneficios.
Las noticias que tenemos es que hace 15 días cayeron 6,5 mm. por metro cuadrado. Es una miseria, claro está, de la que sin duda no quedó nada 48 horas después pero, en fin... Ya os contaré lo que suceda.
EL ÚLTIMO CONDILL
NOTA.- Estas fotos son del año anterior y lo que sucedió es que, efectivamente, estaba completamente seco y no encontramos nada. Habrá que esperar un par de semanas más... ¡Los milagros en Lourdes!
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