24 de septiembre de 2011

0499- MISSISSIPPI, EL CUARTO RÍO MÁS LARGO.

Nacido en el lago Itasca, al norte de Minesota, con 6.800 Km. de longitud el río Mississippi es el cuarto más largo del mundo, si bien es cierto que a esa longitud y como suele ser admisible, se suma la de su afluente el Missouri que nace al sudoeste de Montana, dándose la paradoja de que el afluente es más largo que el río principal. Lo cierto es que la longitud del Mississippi es tan solo de 3.770 Km. y el afluente (Missouri) otros 4.030 Km. más. Antes de desembocar en el Golfo de Méjico, 160 Km. al sur de Nueva Orleans, la cuenca hidrográfica Mississippi-Missouri baña o hace frontera con diez estados norteamericanos.
Arkansas, Ilinois, Iowa, Kentucki, Luisiana, Minnesota, Mississippi, Missouri, Tennessee y Wisconsin, ven pasar sus aguas a lo largo de su territorio, en gran medida utilizadas por sus habitantes y muchas de ellas perfectamente navegables.

Siendo el Missouri un afluente del río Mississippi, no solo es pertinente incluir su longitud sino su cuenca hidrográfica que convierte al río principal en la tercera más importante del mundo, tras la del Amazonas y río Congo, aunque estos ríos tienen un caudal muy superior. Se trata nada menos que de 3.238.000 m2. (31 estados) los que vierten sus aguas en el río Mississippi, con un caudal medio en la desembocadura de 18.000 m3 por segundo, sexto del mundo en importancia. Uno de cada cuatro ciudadanos norteamericanos (72 millones) viven en la cuenca del Mississippi.

Por tratarse de zonas templadas, el caudal del Mississippi no es muy elevado pero tiene grandes variaciones, dependiendo de la temporada o del lugar donde se haga la medición, que oscilan entre los 8.000 m3/s. hasta los 50.000 m3/s. En periodo de crecidas puede llegar fácilmente a los 70.000 m3/s. y en una de ellas (año 1.927) se alcanzaron los 300.000 m3/s.
Con un delta de 75.000 Km2., no se sabe exactamente si el Mississippi desemboca en el mar o si es el mar quien se adentra en el continente en un golfo interminable. El calado del cauce principal es importante y la corriente, debido al ancho de su desembocadura, se interna suave en el mar, permitiendo el acceso de cualquier tipo de embarcación. Hay constancia de que en 5.000 años su desembocadura cambió nueve veces de lugar, datando la actual de un milenio escaso.

Los 730 millones de toneladas anuales de aluvión que el río deposita, hacen avanzar al delta unos 100 metros cada año debido, principalmente, a la poca profundidad de las aguas del Golfo y a la escasa fuerza de las mareas. Otro dato interesante y poco frecuente es que, para barcos que no alcancen los tres metros de calado, el Mississippi y sus afluentes suman un total de más de 8.000 Km. navegables pudiendo llegar hasta Mineápolis. Los beneficios que el río proporciona son múltiples y de gran importancia. Todo en el Mississippi es a lo grande. Desde sus cangrejos, camarones y ostras, hasta sus cultivos de arroz, caña de azúcar y algodón, así como sus explotaciones ganaderas o las de madera para la fabricación de papel y sus interesantes fuentes de recursos minerales y de hidrocarburos.

La mayor ciudad precolombina del Mississippi (siglo XII) era Cahokia, de la que se supone una población de entre 20.000 y 30.000 personas. Ya entonces el rio se utilizaba como importante vía fluvial y la ciudad era importante centro de intercambio mercantil de toda clase de productos agrícolas, pieles, madera, etc.
El explorador español Hernández de Soto, fue el primer europeo que descubrió el Mississippi y lo hizo el día 8 de Mayo de 1.541, bautizándolo con el nombre de Espíritu Santo. Más de un siglo después (1.660) Francia decide conquistar los territorios descubiertos por los españoles desde el Golfo de México hasta Canadá, en la búsqueda de un paso hacia la China y al mismo tiempo hacerse con las riquezas naturales de los países conquistados. En Abril de 1.682, La Salle manda levantar una gran cruz con el escudo de Francia y llama a la zona Luisiana en honor al rey Luis XIV. Regresado a Versalles convence al ministro de marina para que le otorgue la gobernación de Luisiana y en 1.687 monta una nueva expedición que no logra encontrar el delta y finalmente es asesinado por sus propios hombres. En 1.718 Jean-Baptiste le Moyne llega a Luisiana y funda Nueva Orleans y un fuerte en la actual Baton Rouge, creando la Compañía de Occidente para el comercio de esclavos.

El siglo XIX se caracteriza por una gran pujanza de la economía, basada en la esclavitud. En 1.811 y con el nombre de New Orleans, se establece el primer barco de pasajeros y mercancías a vapor con el trayecto Ohio-Nueva Orleans, pero el desarrollo solo acababa de empezar. Nuevos barcos y hasta carreras entre ellos, llegaron unas décadas después. Las grandes plantaciones esclavistas de caña de azúcar y algodón llegaron prontamente a su máximo apogeo. Grandes y bellísimas mansiones empezaron a salpicar el delta del Mississippi ante la riqueza obtenida por las familias que manejaban grandes extensiones de tierras y cientos de esclavos.

A finales del siglo XIX el control del río se convierte en el principal objetivo durante la Guerra de Secesión. Sin embargo, la llegada del ferrocarril empieza a restar importancia a la vía fluvial y las disputas pierden intensidad.
Ya en el siglo XXI, todo aquello quedó para la historia. En este momento los controles sobre el Mississippi no tienen otra razón de ser que, el mejor empleo de sus aguas y la mejor atenuación de sus crecidas que, todavía en 1.993, dieron lugar a uno de los episodios más catastróficos de su historia. Varias ciudades fueron anegadas por sus aguas durante más de seis meses, obligando al desplazamiento de miles de personas. Todo eso y mucho más, es el Mississippi...

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