La Vía Augusta fue una interesante vía de comunicación durante la Edad Media, por estar resguardada de los ataques piratas que tantos quebraderos de cabeza trajeron en aquellos tiempos a los pueblos costeros del Levante español. San Vicente Ferrer y el propio Benedicto XIII (Papa Luna) la utilizaron varias veces en sus desplazamientos a Valencia y otras ciudades costeras. En nuestra comarca, con la llegada del siglo XIX, la construcción de la carretera Castellón-Zaragoza hizo que la Vía Augusta quedara relegada a simple camino rural. La nueva carretera, aunque de tierra y machaca, estaba en mejores condiciones y recto trazado en busca de los diferentes pueblos facilitando la comunicación por medio de diligencias.
Muchos tramos de la Vía Augusta coincidieron con la nueva carretera y desaparecieron. Otros quedaron visibles pero prácticamente inutilizados. En la década de 1920, durante la dictadura del general Primo de Rivera, fueron renovadas y asfaltadas lo que hasta entonces eran carreteras de tierra y machaca,
desapareciendo de la faz de la tierra la mayor parte de la histórica vía romana. Lo que no se hizo entonces, se completaría pocos años después de acabada la Guerra Civil de 1936-39. Apenas algún tramo irrelevante y fuera de lugar quedó sin cubrir por el alquitrán que el dictador Franco derramó como forma de congratularse con la población de una España destrozada por la guerra entre hermanos de sangre.
De hecho, durante toda la década de 1950, los recaderos de pueblos tan alejados de Castellón como Cuevas de Vinromá, a casi 50 Km. de la capital, todavía bajaban a recoger las mercancías adquiridas por las tenderos de sus pueblos con carros provistos de varias mulas de tiro y algunos burros que ayudaran a salvar la empinada cuesta de la Puebla Tornesa. Por el oficio de mi padre, escobero de profesión, recuerdo perfectamente como los ordinarios que venían de Castellón, paraban a media tarde para recoger los fardos de escobas que los tenderos de sus pueblos les habían encargado. Todo aquello pasó, como todo pasa y poco a poco fue llegando la modernidad.
Uno de los primeros autobuses de la compañía Mediterráneo. |
La carretera de Cabanes a la Ribera también se asfaltaría a finales de la década de 1950, fecha en la que se construyó la de nueva planta que llevaría hasta el Arco Romano, hasta entonces conectado a través de un simple camino y por diferente trazado. Una vez asfaltadas se acabó el trabajo para los peones camineros, encargados de bachear las machacadas carreteras de tierra y de cortar las malas yerbas de las cunetas. Acabó el oficio y cerraron las famosas "casillas", sólidas viviendas que el Gobierno les proporcionaba de forma gratuita a pie de carretera, para mejor vigilar que el tramo asignado estuviera siempre a punto de revista. Unos oficios nacen y otros mueren irremisiblemente.
Pero las mayores conexiones están por anotar... Porque Cabanes está dentro del "Corredor Mediterráneo" y como tal tiene estación de ferrocarril y paso de la N-340 (Cádiz-Francia). Por si esto fuera poco también por Cabanes pasa la Autopista A-7 y la Autovía CV-10. ¿Falta algo más?. Pues no, no falta, porque a 5 Km. tiene el famoso Aeropuerto de Castellón, ahora ya con aviones. Aún así, lo cierto es que no todo son glorias. Teniendo dos Parques Naturales y unos 8 Km. de costa, nada había sido aprovechado y buena parte de sus habitantes viven de la industria y de una agricultura en completo declive. Claro que conectados, lo que se dice conectados, estamos. Ya solo falta el dinero, para poder conectar. Tiempo al tiempo, los medios están...
RAFAEL FABREGAT
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