El primer asentamiento europeo se llamó Fuerte San Lázaro, fundado por el español Sebastián Gaboto en 1527 en lo que actualmente es la ciudad de Carmelo, lugar donde el arroyo de Las Vacas desemboca en el Río de la Plata. En 2012 un grupo de investigadores hallaron los restos de aquel primer fortín español, casi después de cinco siglos de su construcción. Algo increíble, después de tantos años y de tan débil fábrica. Unas semanas después levantaron el Fuerte de San Salvador en la desembocadura del río que todavía hoy lleva su nombre.
Violando el Tratado de Tordesillas, en 1680 los portugueses fundaron la Colonia de Santísimo Sacramento, frente a Buenos Aires. En 1724 los españoles desplazaron a los portugueses hacia el norte, donde fundaron otras ciudades en lo que actualmente son tierras de Brasil. Montevideo fue fundada en 1726 por el español Bruno Mauricio de Zabala, con el nombre de Fuerte Santa Fe. Las relaciones entre españoles y portugueses fueron un tira y afloja que se normalizó finalmente con el Tratado de San Ildefonso de 1777, por el cual los portugueses cedieron a España el dominio total de la mitad sur de Uruguay más las islas de Annobón y Fernando Poo, en aguas de Guinea, a cambio que abandonase la Isla de Santa Catalina en aguas de Brasil. A pesar del inicio de la revolución independentista de 1810 en Buenos Aires y resto de las provincias del Río de la Plata, Montevideo se mantuvo fiel a las autoridades españolas, no así el interior rural y poblaciones pequeñas.
Esta revolución la dirigió el caudillo José Gervasio Artigas y finalizó con la entrada de los portugueses a través de Brasil. En 1816 la práctica totalidad de lo que actualmente es Uruguay quedaba en poder de los portugueses y en 1821 se incorporó al Reino de Portugal con el nombre de Provincia Cisplatina. Sin embargo en 1825 estalló la revolución. Las provincias del Río de la Plata no se habían emancipado de España para caer en manos de Portugal, así que, apoyadas por Argentina emprendieron su guerra particular, perdida tras cuatro años de lucha.
En 1827 el ministro argentino Manuel José García firmó un acuerdo de paz, reconociéndole a Brasil la soberanía de aquellas tierras y aceptando pagarle una indemnización por gastos de guerra. Sin embargo los republicanos del Río de la Plata indicaron su disconformidad y desalojaron a los invasores brasileño-portugueses.
El conflicto finalizó por fin el 27 de Agosto de 1828 cuando las autoridades republicanas del Río de la Plata y el emperador de Brasil firmaron la paz definitiva que reconocía la independencia absoluta de la Provincia Oriental y el cese de las hostilidades. Hasta bien entrado el siglo XX, los años que siguieron a la independencia de Uruguay no fueron especialmente de paz. Revoluciones de todo tipo, golpes de estado y guerras civiles se sucedieron sin parar hasta la Revolución de las Lanzas (1870) cuando éstas mermaron, aunque sin finalizar hasta 1904. La revolución se llamó de este modo por haberse utilizado la lanza de tacuara, consistente en una punta de hierro unida a este tipo de caña india de la familia del bambú, como arma fundamental en aquellas batallas.
A principios del siglo XX Uruguay había completado su democratización y alcanzado niveles de bienestar que le valieron el título de "la Suiza americana". Sus exportaciones de pieles de vacuno, lana, carnes y derivados de la leche, no cesaron con las guerras mundiales, sino que se alternó el destino de las mercancías. Curiosamente su deterioro llegó ya pasada la guerra, en las décadas de 1950, 60 y 70 con guerrillas urbanas revolucionarias de ultra-derecha. Las Fuerzas Armadas utilizaron el conflicto a su favor y en 1973 se produjo un golpe de estado que se mantendría en el poder hasta 1985. El 1 de Marzo de 1985 el poder y la democracia retornaron a manos del pueblo y a pesar de la crisis económica, política y social de 2002, se presume que la Democracia está definitivamente consolidada.
Desde el 13 de Abril de 2008 Uruguay ostenta del Récord Guinness al asado más grande del mundo, 12.000 Kg. de carne, depositada por 1.250 personas y repartida sobre una parrilla de 1.500 metros de longitud. El grappamiel es una de las bebidas típicas del país. Tiene una graduación de 25º y consiste en una mezcla de aguardiente (grapa) y miel de abeja. Desde hace un par de décadas Uruguay se dedica también a producir vinos de calidad provenientes de la uva "tannat". Con una temperatura media de 19ºC en el norte y 16ºC en el sur y una pluviometría de 1.000 mm, repartidos entre primavera y otoño este país es ideal para vivir. Por si fuera poco, un estudio lo considera el país más pacífico de Sudamerica y uno de los veinte más seguros del mundo. ¡Que más se puede pedir...!
RAFAEL FABREGAT
gracias!!!! muy buen informe saludo cordial Alicia Lairihoy.
ResponderEliminarSiempre a tu disposición amiga.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.