21 de julio de 2015

1833- UN BONITO OMBLIGO.

Sí, sí, pero... ¿qué se esconde detrás de un bonito ombligo?.
Esa insignificante suciedad que suele alojarse en nuestro ombligo y en la que nadie repara por ser algo tan nuestro, casi familiar, tiene muchos secretos que ignoramos.
Investigadores de la Universidad de Sidney han querido saber la composición de esa pequeña pelusa que se aloja con rapidez en dicho lugar, aunque seamos de ducha diaria, y han quedado sorprendidos por la diversidad de especies y materiales que habitan dicho lugar.


Ese lugar que tan pocas veces nos miramos, a pesar de tener su encanto, suele acumular parte del algodón de nuestras camisetas, pero también polvo, escamas de la piel, grasa, proteínas y sudor. Pero hay más, mucho más. Aparte de esta "suciedad" natural, en dicho lugar encontraron nada menos que 2.368 especies distintas de microbios que sin duda puede haber en cantidad mucho mayor. Cada persona es un mundo pero la mayor parte de las bacterias encontradas son bastante raras fuera de este hábitat. En tan solo seis de las personas investigadas se encontraron 2.128 especies distintas y curiosamente una de ellas las llevaba prácticamente todas.


No hay especies comunes en todos los individuos, pero sí que hay algunas bacterias que están presentes en la mayor parte de la población. Se cree que tal diversidad de bacterias es debida a que, así como algunas especies son propias de la piel de ser humano, otras están simplemente de paso. Lo que sí está claro que el ombligo es un lugar agradable para muchas de ellas. Suave, recogido y ¿por qué no? bonito, sensual... No debemos olvidar que por allí se nos dio la vida y los primeros alimentos, mucho antes que por las tetas. ¿Por qué todos los hombres tenemos fijación por las tetas y nos olvidamos del ombligo?. ¡Ay qué cosas...!

RAFAEL FABREGAT

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