
Todos hemos visto la "okupación" del antiguo edificio barcelonés de la Plaza de Cataluña (BANESTO) con gran porcentaje de extranjeros y la permisividad de los "Mossos d'Escuadra" que no actuaron hasta el 29-S. Las consecuencias también las conocemos todos. Aprovechando la confusión de la Huelga General, quemaron gran cantidad de contenedores de basuras, mobiliario urbano y hasta coches. No contentos con eso, cerraron con fuego las calles y rompieron las lunas de algunos escaparates, robando la mercancía del interior de las tiendas. Eso sin contar los numerosos vehículos de la propia policía catalana, destrozados a pedradas y algunos quemados también ¡Menos mal que estaban permanentemente vigilados por los "Mossos d'Escuadra que si no...! ¡Les arde hasta el cuartel!.

¿Era tan difícil de prever que el peligro principal no estaba en las manifestaciones sino en los gamberros anti-sistema? Creo que las cabezas pensantes, y me refiero naturalmente a quienes coordinan esas fuerzas del orden, están para eso justamente: para pensar, prevenir y detener. Posteriormente leyes y jueces para sancionar económicamente o con cárcel. Esa gentuza no respeta ni respetará jamás el orden establecido y solo con penas duras podrán ser controlarlos.

Tardía en su convocatoria y discriminadora de las libertades. Lo de los "piquetes informativos" no nos ha sorprendido. Más fuego en la calzada, silicona en cerraduras, huevazos a los autobuses de servicios mínimos y hasta pedradas. Ya es conocido por todos que los huelguistas piden libertad para manifestarse, pero no conceden esa misma libertad para quienes quieran trabajar. La ley del más fuerte. Esa es la Democracia para algunos que dicen ser progresistas y que todos hemos visto por televisión que atacan a gritos de "fascista" al pobre trabajador que, necesitando el jornal como "agua de Mayo" para atender los gastos de su familia, acude al trabajo. ¡Ellos son los fascistas! Claro, como al "liberado sindical" le entra la nómina completa a fin de mes, quiere mantener su "estatus" y cumple y hace cumplir las consignas recibidas del Sindicato. ¡Dictadura radical!. Por el contrario el simple trabajador, el que renuncia a parte de su sueldo para dárselo a estos zánganos del sistema, si hace huelga pierde el jornal. Ningún empresario se burla tanto del trabajador como el liberado sindical. Que todo el mundo tenga claro que el empresario no tiene fábrica de hacer billetes; por lo tanto, para sufragar el sueldo de los "liberados", no tiene otra solución que rebajar el sueldo de los demás. La producción tiene unos costes máximos, rebasados los cuales la empresa deja de ser competitiva. ¿Quien soporta pues la carga de aquellos que no trabajan...? Pues naturalmente los trabajadores...

- ¡Tu tranquilo Pepe Luís, que la Huelga ha sido obligada por las circunstancias...! De todas formas, no nos dejes mal y ahora (por favor) concédenos alguna migaja que nos permita justificarnos y seguir al frente del poder sindical.

- Lo que tú veas... ¡Anula al menos lo de la jubilación a los 67 años! -pide la pareja.
- Es que no tenemos un duro... ¿Y si fuera voluntaria? -se le ocurre al gran ilusionista.
- Pero... ¿Perdiendo mucha paga? -pregunta el dúo dinámico.
- ¡Hostia, pues claro! -el mago se exaspera.
- Bien, bien... ¡tratándose de una cosa voluntaria...! ¡De todas formas mira de hacer algo más por nosotros, cojones, que con este retraso casi nos hemos jugado el puesto! -imploran los gemelos.
- Vale, lo estudiaremos... -promete el prometedor.
Y las cosas, siguen igual (o peor). ¡Y seguirán!.
Primero, dijo que no había crisis.
Después, como quien habla a los tontos, que era pasajera.
Más tarde, que se vislumbraban "brotes verdes".
Este verano dijo que ya estamos remontando.
Ahora, como ya nadie le cree, va y lo suelta alto y claro... ¡el paro seguirá creciendo durante al menos cinco años más!. (Ahí va eso) Tengamos claro que lo de los cinco años... no lo sabe nadie. Pueden ser cuatro, ¡...o cuarenta!

Los gobernantes, con su ambición, han llevado al mundo a un punto sin retorno en el que solo impera la ley del más fuerte. Estamos en el comienzo de una nueva era, que podríamos llamar el "Moderno Sistema Feudal". Los avances conseguidos por el pueblo, tras cientos de años de luchas y penalidades, vuelven a perderse.

La ambición desmesurada de los poderosos ha destruido el orden económico mundial establecido y, como siempre, lo pagaremos los más débiles.
La OIT cree que España es uno de los países con más riesgo de disturbios sociales.
- Hombre... ¡Las cosas no están tan mal! -dice el presidente.
- En tu casa, ¡cojones! ¡En tu casa! -dice el mileurista.
El parado sin paro, a pesar de los 426 € de ayuda social, totalmente desencantado ya no dice nada. Simplemente subsiste... ve pasar los días. La pregunta es: ¿hasta cuando?
EL ÚLTIMO CONDILL
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