18 de mayo de 2015

1761- BASURA CON TAPAS.

Me tiro de los pelos cuando el 80% de los miembros de mi pandilla, todos jubilados, cuentan que ven cada día el programa "Sálvame" y otras cosas por el estilo. Yo alucino. Con la oferta televisiva que hay, especialmente si tienes contratada alguna TV de pago, me pregunto ¿cómo es posible que haya gente que pueda resistir toda una tarde entera esa basura de programa?. Pues bien, no es que la resistan sino que la miran cada tarde, de forma masiva y con auténtico deleite, ¡millones de espectadores!. Yo... ¡es que no me lo puedo creer!. Imagino que los responsables de la Cadena estarán tan alucinados como yo pero, ¡el negocio es el negocio!. Al telespectador hay que darle lo que le gusta y está claro que el programa "Sálvame" les gusta así que... ¡toma del frasco Carrasco!.


Tanto gusta el programa "Sálvame" a los españoles/as que, poniéndolo todas las tardes, los telespectadores "se quedan con hambre" y hay que hacer un especial "Sálvame Deluxe" los viernes por la noche para completar. Estoy seguro que muchos todavía se quedarán con ganas de más pero la dirección de Telecinco, demostrando una gran viveza comercial, hace que la audiencia "pase hambre" para que los espectadores no se cansen y puedan mantener esa clientela fija "per saecula saecolorum"Al igual que dice Pedro Chicote", yo ¡alucino pepinillos! y no lo digo en plan crítico, no. Está claro que el "raro" soy yo. Dicen las lenguas inteligentes, que en Democracia la mayoría siempre tiene razón. Yo lo dudo, pero acato. 


Sin ánimo de presumir, en mi casa hay libros para parar un tren. Siendo un chaval ya empecé coleccionando una edición de 100 libros ejemplares que el gobierno de Franco, por medio de Salvat Editores, puso en los quioscos al módico precio de 25 pesetas, 
intentando que la cultura penetrara en el pueblo de a pie. Para mí, aquello no fue el comienzo. Como ya he contado otras veces yo tenía las colecciones completas de los "tebeos" de El Capitán Trueno y de El Jabato. Digo "tenía" porque se los dejé a un amigo y... hasta hoy. ¡Los ahorros de toda mi niñez!. El domingo mis padres me daban 10 pesetas para toda la semana. La entrada del cine costaba 7 pesetas y cualquier tipo de "chuches", o una simple gaseosa valían una peseta. 


Otros niños, con el mismo presupuesto que yo, gastaban esas tres pesetas sobrantes del cine en el intermedio de la película. Una gaseosa, cacahuetes, etc. Yo solo gastaba 1,50 porque los lunes llegaba al quiosco la edición semanal del cómic de turno y costaba 1,25 pesetas. A mi corto entender consideraba yo que merecía la pena aguantar la envidia de esos cacahuetes que comían los demás, para poder comprar y coleccionar los aludidos "tebeos". Ignoro si estaba acertado o no, pero lo cierto es que me quedé sin cacahuetes y sin tebeos, de la misma manera que de aquel cine solo queda hoy una ruina cochambrosa. Aunque a mí no me lo parezca, debo ser imbécil. En esta vida me han pasado muchas cosas y siempre por lo mismo: ¡por imbécil!. ¿Qué le vamos a hacer?. Si todos fuéramos listos no habría a quien engañar...


Cuatro parrafadas y todavía no he escrito una palabra que se refiera al título de este post y es que (perdonen que me repita) pero yo alucino cuando veo que, en el mundo de hoy, cualquiera es artista, pintor, escultor y virtuoso de determinado instrumento musical. Pero hay más, porque si en algo coinciden todos estos "artistas" es en que (además) la mayoría de ellos son escritores. Especialmente en el mundo de la televisión de comadreo y en "destape", presentadores, cantantes, protagonistas del folleteo y los tan prolíficos tertulianos que inundan toda la parrilla televisiva, se han puesto a escribir o a contratar los servicios de escritores, para poder poner la firma a cambio de unos dineros. La cuestión es sacar un libro con su firma, aunque algunos hablan, firman y poco más. 


Sorprende y mucho que gente, que apenas sabe hacer la "O" con un canuto, escriba un libro y encuentre quien se lo edite. Está claro que el editor tiene que ver negocio en esa acción, lo cual indica que lo de editar un libro no es tan caro como pensábamos los ignorantes que asiduamente los compramos a precios desorbitados. ¡Vaya timo!. A pesar de todo esto yo sigo estando orgulloso de que en mi casa haya estanterías llenas de libros, porque han sido comprados para leer y no para adornar la pared de una biblioteca. Tan cierto es esto que de los cientos y cientos de libros que obran en mi poder, ninguno hay de este tipo de escritores. En otros tiempos, ser músico, artista, o escritor era algo grande. Actualmente muchos libros son basura con tapas, nada más. 


No sé que les contarán nuestros hijos a nuestros nietos, cuando a un "rompecuerdas" se le llama músico, a un afilalápices artista, o a un burro deslenguado escritor... Cada cual es muy libre y si venden, a cuenta les tiene. El mundo del famoseo y de la incultura general crea verdaderas colas a la hora de adquirir un libro firmado por esta gente, muchas veces inculta y sin embargo a su lado hay auténticas figuras de la pluma que no se comen un rosco. ¡Artistas con pies de barro...! Cada día tengo más claro que era cierto aquello de que España es diferente. Dicen que es uno de los países del mundo donde la gente es más feliz. Estoy seguro que sí. Caminamos hacia ninguna parte pero, ¡nos lo pasamos tan bien...!

RAFAEL FABREGAT

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