En la ruleta, el juego de la martingala es el más modesto y "seguro", al entender de los que no están iniciados en el mundo de los Casinos. Tan seguro se cree este sistema, que incluso algunos piensan que no puede ser juego legal o aceptado por las casas de juego. Sin embargo si que es legal y si que lo aceptan. Consiste en apostar a ROJO o NEGRO una cantidad de dinero e ir doblándolo si se pierde o iniciando nuevamente el juego con la cifra inicial si se gana. El premio es el doble de lo apostado.
El motivo de que acepten esta forma de jugar es que siempre acabas perdiendo, ya que la posibilidad de ganar no es del 50% como uno piensa. El motivo es que, además de los 18 números rojos y negros, existen dos números (0 y 00) que también juegan. Las posibilidades juegan pues a favor del casino en un 61,35%. Espero que haya quedado claro, pero vamos a explicarlo de otra forma sencilla y práctica para que pueda entenderse más fácilmente. Para ello vamos a suponer que apostamos UN EURO al color rojo que es a doble o nada...
Si ganamos tenemos dos euros, por lo tanto hemos ganado uno. Volveremos a apostar hasta que perdamos. Cuando esto suceda, para ganar el euro perdido habrá que ir doblando la cifra hasta que ganemos. Sin embargo los casinos tienen una apuesta máxima que suele estar entre los 900/1000 euros y por lo tanto no puedes hacer más de 9 apuestas. Eso sin contar que para hacerlas tienes que llevar en el bolsillo más de 1500 euros (2-4-8-16-32-64-128-256-512) ya que la décima apuesta sería de 1024 euros. ¡Y todo esto para ganar un solo euro!. ¿Y si pierdes también la décima apuesta...?
Si por ejemplo llevas 100 euros para jugar, solo puedes doblar seis veces, ya que para doblar la séptima vez ya no tienes dinero suficiente.
Lo curioso es que solo jugábamos UN EURO...
Pensaremos que es muy poco probable que salgan tantos números seguidos con suerte contraria a la de nuestra apuesta, pero hemos de recordar que la ley de probabilidades juega efectivamente a favor del casino en un 61,35% de los casos y por lo tanto no solo es posible, sino real.
Si todo esto ocurre con la simple apuesta de UN EURO, imagínense lo que puede suceder cuando se juega sin mirar formas ni cantidades. Es como la lotería y demás juegos de azar, en los que solo en España se juegan decenas de millones de euros cada día, con una posibilidad entre miles o millones de combinaciones. ¿Hay alguna posibilidad?. Pues no, no la hay. Nadie jugaría si nos detuviéramos a pensarlo. No olvidemos que, ¡la Banca siempre gana!. ¿Cómo si no, se podría pagar todo el lujo que hay entre las paredes de un Casino?. Mas vale que invitemos a la novia a cenar. Es mucho más guapa que el crupier y el premio es seguro y más divertido...
RAFAEL FABREGAT
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