10 de agosto de 2014

1472- LO QUE VALE UN PEINE...

Aprovechando la informática y una democracia que ellos no tienen, los islamistas nos muestran por internet un mapa sobre el que el Califato Islámico pretende volver a reinar. Suerte tienen de que la democracia de los países occidentales les permite a muchos de ellos vivir en nuestras tierras sin merecerlo y muchos de ellos sin trabajar. Olvida esta gente que los tiempos han cambiado y que, al igual que sucede hoy, cuando llegaron a nuestras tierras ya estaban habitadas. Hoy no nos pillarían desarmados, como pillaron a los visigodos fraticidas del año 711. Tonterías las justas.


Qué vengan con esas pretensiones y sabrán lo que vale un peine... El fascismo ya no tiene cabida en una sociedad tan avanzada como la actual. Todo el que llega en paz y con ganas de trabajar es bienvenido. Todo el que busca la vivir a costa de los demás debe ser rechazado sin piedad. A las buenas nuestra casa está abierta para todos, pero no habrá piedad para los holgazanes ni para quienes busquen la desestabilización. De todas maneras en España nadie cree que el mapa que encabeza esta entrada lo haya hecho ningún defensor del islamismo. Tal burrada, sin pies ni cabeza, solo puede hacerla un imbécil fascista o alguno de sus seguidores.


Fronteras... ¿Qué fronteras son esas?. Si cada territorio al que hemos viajado fuera nuestro, todo el Sistema Solar sería insuficiente para albergar tantas propiedades. Pero... ¿En qué mundo vive esta gente?. Lo que vemos es la destrucción de la Mezquita de Jonás en Mosul. Desde luego al paso que vamos la expulsión llevada a cabo, por los Reyes Católicos primero y por Felipe III después, tendrá que volver a repetirse. La invasión musulmana no es ahora por medio de ejércitos armados desembarcados en Tarifa, sino oleadas de familias que, diciendo huir de la pobreza, están entrando en toda Europa a millones. En este momento (2014) ya representan el 4% de la población y creciendo a pasos agigantados.


Ni paran de llegar, ni los que ya están aquí paran de aumentar su número de hijos. ¿Estarán preparando su ejército futuro?. Hubo un tiempo, ya expulsados los moros de nuestro país, que principalmente en el Levante español los moros experimentaban un crecimiento alarmarte, superándose el 33% de la población. El problema fundamental es que la raza islámica jamás suele integrarse en la sociedad a la que acude y acaban pretendiendo que sean los demás quienes se conviertan a su religión y a sus costumbres. Llegan al país de acogida aparentando una sumisión que no sienten y poco a poco rompen las reglas establecidas, burlándose de todo y de todos los que les acogieron con los brazos abiertos.
Ya expulsados por los Reyes Católicos un siglo antes, el año 1609 el rey Felipe III decretó la expulsión total y definitiva de todos aquellos que habían quedado en la península con la excusa de aceptar su bautismo a la religión cristiana. El motivo no era otro que la gran fertilidad de las mujeres islámicas, que amenazaba con sobrepasar a la población española.

Viendo que en algunos municipios había más moros que cristianos y que los primeros pretendían llevar las riendas municipales, la Corte solucionó el problema de un plumazo expulsándolos del país. De todas formas tal problema no se hubiera manifestado si esta gente se hubiera integrado a las costumbres de la tierra que les acogió. Después de más de un siglo de su expulsión peninsular, los que quedaron seguían siendo un grupo social aparte, que seguía practicando sus ritos y religiones en secreto. Aunque estaban en minoría, sus pretensiones de aumentar el peso social de su comunidad aconsejaron nuevamente su expulsión, antes de que el problema aumentase. Atención pues. En el Orán del año 1609 cupieron todos y ahora volverían a caber. 


Como he dicho anteriormente, parece que no saben lo que vale un peine... Actualmente y a pesar de que vivimos un momento democrático, de repetirse el problema se repetiría sin duda tan drástica decisión. Así pues... ¡Ellos mismos!. Como he dicho antes, tonterías las justas. Ya no hay piratas berberiscos en el horizonte, ni franceses o turcos que les quieran como aliados. 
Los yihadistas muestran este mapa, con todos los países que pretenden unir al califato islámico que han fundado entre Iraq y Siria. Parecen ignorar que los tiempos son otros y que, el solo hecho de plantear esa posibilidad, produce risa cuanto menos. La bandera negra de Abu Bakr al Bagdadí no se conforma en ondear en los territorios desestabilizados de Oriente Medio y su objetivo es que en 2020 lo haga también en España y Portugal, en los Balcanes de Rumanía, Bulgaria y la propia Grecia y hasta Austria. Es decir, desde los Pirineos hasta el sur de Kenia y desde Pakistán a Finisterre. Verdadero humor negro, nunca mejor dicho...

RAFAEL FABREGAT

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