El mar no es solamente una inmensa reserva de agua salada, ni tampoco el lugar al que tanto nos gusta acudir en verano para refrescarnos y disfrutar del ambiente propio del lugar.
Desde un punto de vista totalmente interesado, hay que decir que el mar es y ha sido siempre la mayor despensa de la humanidad, pero pocas veces se mira desde esa perspectiva.
Lo cierto es que el mar es algo más que un espacio líquido, por eso a todos nos cautiva con sus misterios y su grandeza.
Aparte lo anterior y ya desde un punto de vista puramente físico, hay que decir que acercarte al mar siempre es agradable y beneficioso. Como es de todos conocido el ejercicio mejora todos los músculos por lo que hombres y mujeres coinciden en que, además de relajarse, mejoran la vista.
Aparte lo anterior y ya desde un punto de vista puramente físico, hay que decir que acercarte al mar siempre es agradable y beneficioso. Como es de todos conocido el ejercicio mejora todos los músculos por lo que hombres y mujeres coinciden en que, además de relajarse, mejoran la vista.
En mayor o menor medida, disminuye siempre el estrés, la ansiedad y la despresión, contribuyendo a facilitar el buen humor.
Cuando vayan a la playa, miren a sus vecinos y vecinas de toalla. Todos rezuman simpatía y ganas de vivir. Para colmo de virtudes, alivia dolores físicos y muy especialmente los problemas de piel.
Esto que a algunos les puede sonar a novedad e incluso a positivismo arbitrario, es una realidad conocida desde muy antiguo. Existiendo el mar desde el principio de los tiempos, no es de extrañar que ya las primeras generaciones disfrutaran de su contacto y de sus beneficios. Desde miles de años atrás, numerosas culturas miraron al mar como fuente de salud. Aunque no tan lejano en el tiempo, nos consta que Egipcios, Griegos y Romanos recomendaban el contacto marino para el tratamiento de numerosas dolencias, sobre todo para las que infligía el enemigo.
Aunque en toda la Edad Media se utilizó el agua de mar para la curación o mejora de numerosas dolencias, su mayor auge llegó en el siglo XVIII con los baños termales de agua marina, que se extendieron por toda Europa y de los que derivó posteriormente la talasoterapia actual.
El motivo de sus beneficios está lógicamente en su composición.
Aunque en toda la Edad Media se utilizó el agua de mar para la curación o mejora de numerosas dolencias, su mayor auge llegó en el siglo XVIII con los baños termales de agua marina, que se extendieron por toda Europa y de los que derivó posteriormente la talasoterapia actual.
El motivo de sus beneficios está lógicamente en su composición.
Hasta 75 son los elementos beneficiosos que lleva el agua de mar, entre ellos el sodio, el zinc, el yodo el potasio y el calcio.
Algunas personas dudan que un baño de mar pueda tener tan beneficiosos resultados y simplemente acuden a él como fuente de diversión. Sin embargo esa es la mayor cualidad que el mar nos ofrece y es que, el solo hecho de aproximarnos a él, ya nos otorga bienestar.
No es una casualidad que más del 50% de la población del planeta viva junto al mar o a menos de 50 Km. del mismo. Sus beneficios debe tener, aún cuando hasta ahora solo se conocían de forma indirecta.
Hasta hace bien poco nadie sabía explicar un motivo concreto pero a todos nos agradaba el contacto del mar. ¿Por qué?. Pues simplemente porque, con el solo hecho de introducir nuestro cuerpo en el agua, ya se produce en la piel un proceso de ósmosis que facilita la absorción de esos elementos minerales de la que el agua de mar es portadora.
Esos elementos benefician notablemente nuestras defensas naturales, actuando como antibiótico natural, agente antiviral y hasta analgésico. Sin embargo nada en la vida es bueno, si se abusa de ello y también ocurre esto con los baños de mar, prudencia pues.
También la brisa marina es beneficiosa puesto que tiene un alto contenido en ozono y en yodo y produce serotonina, estimulando las defensas del organismo, mejorando la circulación y aumentando la sensación de bienestar.
Beneficios, todos. Incluso facilita la pérdida de peso, debido al aumento de rendimiento de la glándula tiroides.
De todas formas, atención especial a la calidad del agua. A más gente, menos calidad y más posibilidades de infección de oídos, piel y garganta.
El mayor inconveniente en caso de abuso, es que el agua de mar lleva cuatro veces más sodio que el cuerpo humano (35/9) y el exceso de exposición al sodio puede ser perjudicial, como lo es también el sol que de forma habitual acompaña a los baños de mar sin la protección adecuada. Caso de ligar, mejor que sea de noche y fuera del agua...
El mar es vida y deleite pero, como todo, siempre con moderación.
RAFAEL FABREGAT
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