17 de febrero de 2011

0276- MEXICO, CAMINANDO HACIA EL NORTE.

La falsificación de documentos, que permiten atravesar la frontera estadounidense, está llegando a extremos alarmantes. Mafias de diferentes ámbitos, trabajan un próspero sector que miles de ciudadanos mexicanos demandan intentando huir de la pobreza. Esta industria consiste en el robo de identidades que permite la falsificación de documentos necesarios para la obtención de visados de entrada a Estados Unidos. Es un gran mercado de clientes desesperados que pagan por un documento cantidades superiores a lo que suele ganarse en un mes de trabajo. Sin embargo no solo la pobreza es motivo de marcha hacia EE.UU; también algunos ricos que temen por su seguridad, demandan a las mafias documentos que les permitan residir en el país vecino. Cualquier documento necesario para traspasar la frontera, está disponible y tiene el precio consiguiente. Solo es cuestión de dinero.

La corrupción parece estar instalada en las oficinas de
Emigración y Registro Civil. Multitud de asesorías y abogados norteamericanos, trabajan cada día en la obtención de documentos falsos que permiten la obtención del pasaporte correspondiente, previo pago de la cantidad acordada. Esta mafia, a la que Estados Unidos denomina "Los Coyotes", tiene preocupados a los propios trabajadores del consulado que ven como, de forma descarada, abordan a los solicitantes que hacen cola para pedir sus visados legales frente a la propia embajada.

Las escasas oportunidades de trabajo en Mexico, hacen que muchos vean el traslado al país vecino como una oportunidad para salir de la pobreza. La desesperación llega a tal punto que los vigilantes de frontera se encuentran incluso con falsos sacerdotes y gente camuflada en grupos de estudiantes, deportistas o músicos. Son miles los que diariamente pasan o quieren pasar la frontera con USA. Ante hechos tan feacientes de la desesperación popular, cabe preguntarnos cual es el problema mexicano.

Está claro que la pobreza del país no es el motivo, por lo que debemos pensar que el problema estará sin duda en la mala distribución de la riqueza.
La igualdad que empezaba a lograrse en las últimas décadas del siglo XX, vuelve a desaparecer y estamos volviendo a épocas anteriores, cuando el rico era muy rico y el pobre muy pobre. Pero esta problemática no es mexicana, si no mundial. El triunfo de la clase media no interesa al capitalismo radical, que es al fin y al cabo el que dirige el planeta.

En la foto adjunta se ven claramente las diferencias entre uno y otro país, pero... "no todos están invitados a la mesa del Señor". Ni en México, ni en ningún país del mundo, son las familias de clase media las que marchan desesperadas a buscar aventuras en países vecinos. No lo son porque no lo necesitan.
Según las estadísticas efectivamente hay un cierto número de gentes mexicanas, con grandes posibles, que buscan en Estados Unidos la tranquilidad y la seguridad que al parecer su país no puede darles pero, con gran diferencia, los que marcharon y marchan cada día hacia norteamérica, abandonando su país, su familia y sus raíces, lo hacen porque creen en la existencia de unas posibilidades, a las que en tierras mexicanas no podrían aspirar jamás.

Esa es la justicia del mundo en el que nos ha tocado vivir. Naturalmente, la inmensa mayoría no va a ver convertido su sueño en realidad y muchos de ellos apenas llegaran a ver mejorada su mísera vida pero, al menos, lo habrán intentado. Unos regresarán deportados, otros cansados por la búsqueda infructuosa. Gran parte acabarán volviendo a su vieja casa y a las tierras que le vieron nacer; otros, si pueden, sobrevivirán en el nuevo país por no enfrentarse al fracaso y a las burlas de aquellos que les vieron partir.


Solo un 10% escaso encontrará las metas soñadas y regresará vacacionalmente triunfante al pueblo de sus ancestros, que es el suyo propio. 
Como siempre, los afortunados serán los mejor preparados, los más capaces y los más osados. 
Tal como dice el refranero popular...
¡No se hizo la miel para la boca del asno...!

RAFAEL FABREGAT

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