con más riqueza histórica de nuestro país. La componen tres provincias: Huesca, Zaragoza y Teruel. Ocupa un total de 47.719 Km2, que representa el 9,43% del territorio español y su eje central lo ocupa el valle del Ebro, sin duda el río español más caudaloso. Aunque la recorren varios e importantes ríos (Aragón, Gállego, Cinca, Segre, Jalón, Huerva, Guadalote, etc.) casi todos ellos se convierten finalmente en afluentes del Ebro. De todas formas, también en esta Comunidad nace el segundo río más importante de España (el Tajo) que entrega sus aguas al océano atlántico a través de Portugal y concretamente en Lisboa, su capital. Al igual que el Tajo, también el Turia nace en la sierra de Albarracín (Teruel) y entrega sus aguas en la ciudad de Valencia.
Su población aproximada es de 1.350.000 habitantes de los cuales, alrededor de 700.000, corresponden a la ciudad de Zaragoza, su capital, la cual acogió la Exposición Internacional EXPOZARAGOZA-2.008.
Sus producciones más famosas internacionalmente son el Jamón de Teruel, la oliva del Bajo Aragón, los vinos del Somontano, el melocotón de Calanda y el Ternasco de Aragón. Su historia documentada, se inicia en el año 828 como un condado de origen franco surgido junto al río Aragón y que en 1.035 se uniría al reino de Pamplona. Con el reinado de Ramiro I, se amplían sus fronteras al anexionarse los condados del Sobrarbe y la Ribagorza (1.044). Posteriormente, bajo el reinado de Sancho-Ramírez se extienden fronteras hacia el sur tomando Huesca que se convierte en capital y amenazando Zaragoza.
Su lugarteniente es Bocalla Ferrench, primer señor de Luna y fundador de la dinastía que dió origen al nacimiento, doscientos años después, de uno de los personajes más poderosos y controvertidos de su época: Pedro IV Martínez de Luna y Gotor, más conocido como Benedicto XIII o "el Papa Luna" que vino al mundo en el palacio familiar de "Los Luna" en la localidad aragonesa de Illueca. Las ambiciones de Pedro I, heredero de Sancho-Ramírez no fueron menores y aliándose con el Cid Campeador conquistó a los moros Valencia y una gran parte del territorio levantino, con numerosos castillos entre los que se encontraba el Castillo de Miravet, en el actual término municipal de Cabanes (Castellón) sobre el que gobernó durante más de diez años, para después recuperarlo nuevamente los moros.
Sería Alfonso I el Batallador, hermanastro de Pedro I quien, tras la muerte de éste llevaría a cabo la conquista de la plaza de Zaragoza, después de doblegar Calatayud y Tudela. En 1.137 Ramiro II el Monje llevó a cabo la unión de la Casa de Aragón con el Condado de Barcelona, fundándose la Corona de Aragón, conquistándose posteriormente el Reino de Valencia y el Reino de Mallorca y controlando también Sicilia y Nápoles. Sus restos, alojados en un sarcófago romano del siglo II, descansan el la Iglesia de San Pedro el Viejo, en la ciudad de Huesca. En 1.469 Fernando II de Aragón se une a Isabel I de Castilla y el matrimonio funde las dos coronas llegando, con el descubrimiento de América, a convertirse en el Imperio mundial más poderoso de aquellos tiempos.
Al igual que el resto de territorios de la corona (Valencia, Cataluña y Mallorca) en la Guerra de Sucesión (1701-1713) Aragón apoyó al archiduque Carlos (Austrias) por lo que, ganando la contienda Felipe V (Borbones) fueron abolidos los fueros aragoneses y convertida Aragón en una simple provincia y su Consejo absorbido por el Consejo de Castilla.
Un siglo después, invadida la península por los franceses (1.811) Zaragoza fue brutalmente destruída y allí mismo se gestó la más heróica de las batallas que propiciaron la llamada Guerra de la Independencia. Tras ella se llevó a cabo la primera organización provincial, en la que Calatayud quedó como cuarta provincia de Aragón, aunque la nueva constitución de Alfonso VII la aboliría, dejando tan solo las tres que actualmente conocemos.
Impasible, todo lo vió pasar la magnífica catedral de Zaragoza, orgullo de los aragoneses que datan su existencia desde el siglo IX, cuando solo era una pequeña iglesia mozárabe. La leyenda dice su origen real data del siglo I cuando el 2 de Enero del año 40 se apareció la Virgen al apostol Santiago sobre un trozo de pilar, motivo por el cual él mismo y los siete primeros convertidos de la ciudad, construyeron una pequeña capilla... Más segura es la antigüedad de La Seo o catedral del Salvador que, muy próxima a la anterior, fue construida sobre el antiguo foro romano y posteriormente sede episcopal visigoda. Posiblemente fuera también una de las más antiguas mezquitas de Al-Ándalus puesto que fue remodelada por Hanas ben Abdallah as San'ani (718) discípulo de uno de los cercanos a Mahoma.
Con el siglo XX llegó la modernidad y el éxodo masivo de la gente del campo a las ciudades y a la industrialización. Después la dictadura de Primo de Rivera, la II República y la Guerra Civil, en una región totalmente dividida.
Sin embargo, todo pasa y todo queda. La sociedad es el reflejo y herencia de las vicisitudes que el pueblo ha sufrido y cuya supervivencia los hace fuertes. Que estas diferencias entre comunidades, sirva para orgullo y engrandecimiento de la patria que nos une y no para ese desmembramiento que algunos propugnan. Ya Julio César lo dijo bien claro al patentar la célebre frase "Divide y vencerás". Ese no es pues el camino de la supervivencia. La unión nos hace fuertes y en los tiempos actuales, aunque no sean tan invasivos como antaño, la fuerza te da el poder en la lucha y en la igualdad... ¡que no es poco!
RAFAEL FABREGAT
Al igual que el resto de territorios de la corona (Valencia, Cataluña y Mallorca) en la Guerra de Sucesión (1701-1713) Aragón apoyó al archiduque Carlos (Austrias) por lo que, ganando la contienda Felipe V (Borbones) fueron abolidos los fueros aragoneses y convertida Aragón en una simple provincia y su Consejo absorbido por el Consejo de Castilla.
Un siglo después, invadida la península por los franceses (1.811) Zaragoza fue brutalmente destruída y allí mismo se gestó la más heróica de las batallas que propiciaron la llamada Guerra de la Independencia. Tras ella se llevó a cabo la primera organización provincial, en la que Calatayud quedó como cuarta provincia de Aragón, aunque la nueva constitución de Alfonso VII la aboliría, dejando tan solo las tres que actualmente conocemos.
Impasible, todo lo vió pasar la magnífica catedral de Zaragoza, orgullo de los aragoneses que datan su existencia desde el siglo IX, cuando solo era una pequeña iglesia mozárabe. La leyenda dice su origen real data del siglo I cuando el 2 de Enero del año 40 se apareció la Virgen al apostol Santiago sobre un trozo de pilar, motivo por el cual él mismo y los siete primeros convertidos de la ciudad, construyeron una pequeña capilla... Más segura es la antigüedad de La Seo o catedral del Salvador que, muy próxima a la anterior, fue construida sobre el antiguo foro romano y posteriormente sede episcopal visigoda. Posiblemente fuera también una de las más antiguas mezquitas de Al-Ándalus puesto que fue remodelada por Hanas ben Abdallah as San'ani (718) discípulo de uno de los cercanos a Mahoma.
Con el siglo XX llegó la modernidad y el éxodo masivo de la gente del campo a las ciudades y a la industrialización. Después la dictadura de Primo de Rivera, la II República y la Guerra Civil, en una región totalmente dividida.
Sin embargo, todo pasa y todo queda. La sociedad es el reflejo y herencia de las vicisitudes que el pueblo ha sufrido y cuya supervivencia los hace fuertes. Que estas diferencias entre comunidades, sirva para orgullo y engrandecimiento de la patria que nos une y no para ese desmembramiento que algunos propugnan. Ya Julio César lo dijo bien claro al patentar la célebre frase "Divide y vencerás". Ese no es pues el camino de la supervivencia. La unión nos hace fuertes y en los tiempos actuales, aunque no sean tan invasivos como antaño, la fuerza te da el poder en la lucha y en la igualdad... ¡que no es poco!
RAFAEL FABREGAT
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