Difícilmente puede aplicarse ese título a una entrada al blog que, por sí sola, ya es un cúmulo de comentarios. Si de algún modo se justifica dicho título es en base a los pilares históricos sobre los que los independentistas catalanes pretenden que descansen sus pretensiones soberanistas. Desde luego si lo que querían los separatistas era airear la historia catalana, lo han conseguido.
Quedarán pocos españoles, con un mínimo de curiosidad, que en estos últimos meses no se hayan leído varias versiones, según la época, de la historia catalana. El 90% de la población española apenas sabíamos nada de la historia de esta gran región española a la que tanto amamos pero, tan pesados se han puesto algunos, que hemos tenido la curiosidad de ver hasta que punto tenían razón en sus peticiones. Sin embargo, sorpresa morrocotuda al darnos cuenta que es justamente la Historia la que menos razones aporta a sus demandas y aquí tenemos el mapa que se guarda en la ciudad de París. Sabíamos del atraco a mano armada de Guifredo el Velloso a los herederos de Carlomagno y de los usos y abusos de los diferentes condes que mataron de hambre durante siglos a quienes se dejaban la vida cultivando un terruño con el que apenas podían subsistir, tras el pago de diezmos y primicias a unos condes demasiado involucrados con la iglesia, cuando no la iglesia misma.
Sabíamos que esos condes catalanes y la posterior Generalitat, no suficientemente contentos con quedarse con el sudor de los trabajadores de la tierra, pretendían más y querían eliminar la parte que les reclamaba la Corona para atender los gastos de la Corte. Porque, para quien no lo sepa todavía, la mitad de la actual Cataluña era francesa y el resto aragonesa o mora. Porque Barcelona estaba donde está hace muchos siglos, pero Cataluña no existía. Muerto el pastor (Carlomagno) se descarriaron las ovejas. El Condado de Barcelona fue robado por Guifredo el Velloso al perderse el control de los franceses. En esta entrada se muestra el mapa de Europa tal como era en el siglo XIII, tiempos en los que Barcelona era francesa y lindante al sur con la Corona de Aragón y el Reino de Navarra.
En el siglo VIII Carlomagno "contrató" a diferentes hombres de confianza (condes) para que hicieran de escudo contra los musulmanes. A cambio les ofreció todo cuanto se recaudara en esas tierras para que contrataran los hombres que necesitaran para hacer frente al enemigo. Con este acto y a ese efecto se creó lo que se dió en llamar la "Marca Hispánica" en la que Guifredo era "uno más" de los valedores de Carlomagno.
Siglos después el "condado de Barcelona", el más rico de todos ellos, dejó de serlo al casarse su titular (Ramón de Berenguer) con la hija del rey de Aragón. Convertido en rey consorte y para que su hijo ya naciera rey, renunció al título de Conde y se proclamó rey de la Corona de Aragón. ¡Hay la maldita ambición...! El simple soldado quiere ser caballero, el caballero conde y el conde rey... ¡Siempre corrieron malos tiempos en este planeta y siempre por la misma causa!.
Reyes de Aragón reconquistaron a los moros las tierras de Lérida y Tarragona que quedaron integradas al Condado de Barcelona. Sin embargo, cosas que pasan, las Islas Baleares y Valencia fueron Reinos independientes. Al igual que sucede con los "nuevos ricos", resulta chocante que quienes tienen una Historia independiente de realeza nada reclamen y lo haga justamente quien no tiene derecho a ello. Siemple afán de protagonismo, por parte de los dirigentes independentistas claro. En este momento del siglo XXI pretenden que la rapiña de Guifredo se repita, pero mucho me temo que los tiempos no son los mismos y tampoco las circunstancias. Los actuales dirigentes solo quieren desviar la atención ciudadana, disimular una pésima gestión que ha arruinado las exiguas bolsas de los trabajadores y de paso intentar convertir el cargo de presidente de autonomía en presidente de una nación.
Ser presidente de la Generalitat de Cataluña ya suena a poco cuando uno ya hace tiempo que está en el cargo. Quien ocupa el sillón pretende agrandarlo y convertir la Autonomía en nuevo país europeo, totalmente independizado de la España matriz, más que nada para no tener que dar explicaciones a nadie. Sin embargo ahí están los mapas de la época, para acallar todas las voces que pretenden apoyarse en la Historia. No es una cuestión de Historia, sino de la ambición de cuatro jetas y la ignorancia y consecuente ambición (también quieren entrar en el reparto) de quienes les apoyan. De todas formas, pedir es absolutamente legal. Otra cosa es que te den lo que pides. Para más burla e ineptitud quieren esos cuatro (...) que la Comunitat Valenciana se sume a su causa. ¿Son tontos o acaso ignoran que los valencianos, como pueden suponer, también queremos opinar al respecto...?
RAFAEL FABREGAT
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