24 de agosto de 2012

0776- LOS 400 DE GORDILLO.

El "pastor" no se ve porque, cuando se trata de ir de camino, va delante. Otra cosa es cuando el rebaño llega a destino, entonces el pastor se pone detrás. Si amigos. Lamentable pero real. Sucede lo que nunca nadie imaginó que sucedería. Tan asustados que estaban algunos de un gobierno de derechas con mayoría absoluta y resulta que todos se burlan de él sin que se tome medida alguna. La oposición que no puede hacer el PSOE, por la mucha mierda que acumula, la está haciendo un payaso de circo, anarquista para más señas, que se burla del gobierno, de la oposición, 
de la policía y muy especialmente de los jueces y de la Ley. Naturalmente estoy hablando de "La Banda del Gordillo" un tunante que, formando parte del gobierno andaluz, se desentiende del escaño que ocupa y se echa a la calle demostrando que no es otra cosa más que un charlatán de feria y más "largo" que la onda de David.

Palacio de la banda.
Está claro que la policía no es responsable de nada. Tanto ellos como la Guardia Civil se limitan a obedecer las órdenes recibidas "de arriba", por lo que es en las esferas superiores donde está la culpa del mal. Visto lo visto, a cualquiera de nosotros, nos da más miedo el Ministro del Interior que Sánchez Gordillo, que no deja de ser nada más que un infeliz, seguido por un puñado de borregos mucho más infelices que él mismo y a quienes se les está permitiendo todo cuanto hacen, a la espera de que se les acabe la pólvora, o que se les revienten los callos de los pies. No digo yo que la postura no sea inteligente, pero estamos haciendo reír a todo el mundo y muy especialmente a la oposición. Con estas imágenes cualquier idiota puede pensar que en España todo es posible, porque los que no estamos tan idiotas ya estamos empezando a pensarlo también. 


Cárceles con TV, gimnasio y piscina.
Los ocupantes de lo ajeno no actúan de forma simbólica, sino que usan y abusan de lo que no es suyo. A la vista está que los lujos también les gustan, por lo que su proletariado no es sentimental sino forzado por la falta de dinero.
Visto todo lo que hace este grupo de gamberros, sin que se les impida por parte de la autoridad, solo cabe pensar que en este país solo vale la ley de los sin ley. A la vista está que funcionamos porque, en general, todos somos demasiado buenos. Si gobierno, justicia y policía son incapaces de pararles los pies a cuatrocientos gamberros dirigidos por un anormal, ¿qué garantías tenemos los españoles si un buen día a alguien con verdadero poder se le cruzan los cables?. Ahora empiezo a entender el por qué de unas cárceles tan bien construidas y con tantas comodidades. Desde luego los que mandan no tienen previsto ir a la escuela, porque los colegios no están tan bien equipados... 

El Tempranillo.
Gallinas, que son un atajo de gallinas. ¿Es que la imagen de España no vale nada?. Claro que a ellos esto les importa bien poco. ¡España...! ¿Qué es España?. Desde luego no somos más que un montón de mierda, el basurero en que ellos, los de antes y los de ahora, nos han convertido.
En el colmo de la imbecilidad Sánchez Gordillo está creyendo que, en su actuación de circo ambulante, emula a Mahatma Gandhi. (!) Nada más lejos de la realidad, pero que no se ría demasiado el Ministro de Interior cuando el mundo entero empieza a catalogarle como el moderno Robin Hood. Hace escasas entradas ya escribí yo sobre este particular. El infeliz leyó de niño la historia del cordobés José María el Tempranillo, bandolero de Sierra Morena que robaba a los ricos para dárselo a los pobres y le gustó aquella novela. Lo que no sabía él es que el elemento en cuestión era un borrachín que estaba en el centro de todos los líos y abría en canal a una persona por un puñado de maravedís. 

Ignorante de esta circunstancia el pequeño José Manuel dijo para sí: ¡yo de mayor quiero ser el Tempranillo!. Y helo ahí, con su sombrero de paja y "palestina" en ristre... La cosa parece de risa, pero no es risa lo que a la gente seria le provoca. Vergüenza ajena y rabia, mucha rabia. Tanta que más de cuatro están pensando si volverán a votar algún día. Pensaban cuatro tontos, entre los que me incluyo, que los "pájaros" que vuelan alto eran cultos y firmes en sus creencias, en sus decisiones y en la firmeza y aplicación de las mismas. Para eso les votamos, ¿o no?. Yo no estoy, ni mucho menos, en posesión de la verdad absoluta pero, visto lo visto, estoy empezando a creer que unos y otros no son más que comediantes sin otro objetivo que colocarse de por vida. ¡Ojo!, que no digo yo que nadie robe nada. ¡Solo faltaría!. Tan locos no están ya que, sin robar, bien que llenan la saca.

Teniendo como cosa inevitable que ninguno de los que se meten en política buscan el interés general y el engrandecimiento del estado, lo que si pediríamos es que (por lo menos) supieran legislar y aplicar después las leyes para que de ellas emanara la justicia correspondiente. Y el que la haga, que la pague. ¡Y que se cumplan las condenas!, tanto si es un año, como si son 30. ¿Tan difícil es?. Atracar supermercados, ocupar fincas, asaltar bancos, invadir hoteles privados usando de piscinas y terrenos sin que policía y guardia civil digan nada. Pero, ¿a donde vamos?. ¿Donde están los responsables del orden y la ley?.
Miramos, claro que miramos, pero no los vemos...

RAFAEL FABREGAT

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