0388- FUNDAMENTO DE LOS REFRANES.

El tema de los refranes, a mi entender, lo tratamos de una forma demasiado despectiva cuando, en realidad, encierra una filosofía y enseñanzas sin parangón en ninguna otra parte del mundo. Solo son comparables los típicos proverbios chinos, también muy sabios y populares, pero menos prolíficos.
Bien entendidos, los refranes no son un chiste fácil y menos todavía una broma jocosa sobre la que reírnos. El refranero español no se elaboró con ese fin. Sin miedo a equivocarnos, podemos asegurar que se trata de un compendio de enseñanzas siempre basadas en el saber popular, es decir, en una forma de explicarnos donde están las piedras del camino, intentando evitar que tropecemos allí donde tropezó el autor del refrán.

Con casi 100.000 refranes que contiene la lengua castellana, casi todas las situaciones que pueden darse en la vida tienen allí su sátira, su comentario y su forma de evitar desenlaces no deseados. 
Aparte de eso, el refranero español no es un cúmulo de saberes ilustres, sino de situaciones cercanas al pueblo que pueden tener aplicación en cualquier momento del día y todos los días del año. 
Ya desde el siglo XIV, nuestra literatura incluye decenas de referencias al mismo y nunca ha dejado de estar presente en la vida diaria de todos los españoles. No queriendo tampoco hacerme pesado con tema tan trillado y de todos conocido, termino esta entrada con una muestra simpática de ellos y tan contundentes que no creo precisen de explicación alguna.

PARA MUESTRA UNOS BOTONES...

- Marido rico y necio, no tiene precio.
- Al más ruin puerco, la mejor bellota.
- Días de mucho, vísperas de nada.
- Cuando el gato no está, los ratones bailan.
- No dejes camino viejo, por sendero nuevo.
- Mejor mala avenencia, que buena sentencia.

- Los malos rumores los crean los envidiosos, los riegan los chismosos y los creen los idiotas.

- No temo al enemigo que me ataca, sino al falso amigo que me abraza.

- Buenas palabras y malos hechos, engañan a los locos y a los cuerdos.

La lista es interminable, por lo tanto lo dejamos aquí. No será extraño, pues lo tengo por costumbre, ver salpicada alguna de mis entradas con nuevos ejemplos de la extraordinaria riqueza del Refranero Español. Atender sus enseñanzas siempre es una ayuda para caminar por la vida de la forma más conveniente. Lástima haberlo aprendido un poco tarde...

RAFAEL FABREGAT