1 de junio de 2011

0376- EL DEMONIO VESTIDO DE MUJER.

La ciudad alemana de Hamburgo está situada al norte del país. Su área metropolitana tiene un total aprox. de 5 millones de habitantes y el estado federado tiene una extensión de 755 Km2. Sin embargo, esta entrada no es para hacer un recopilatorio de uso turístico de esta población, que sin duda reúne cualidades suficientes para ello.

El motivo es la peligrosidad de viajar a dicho destino por la insalubridad de sus condiciones higiénicas en cuestiones de alimentación.
Es muy probable que la falta de higiene de las instalaciones del Mercado Central de Hamburgo hayan provocado la muerte de 15 personas y más de 1.400 enfermos graves, todos ellos contaminados con la bacteria E.Coli

El asunto no es para tomárselo a la ligera. Ir a Hamburgo no solo es arriesgar la salud, sino incluso la vida.

La ministra de sanidad alemana Cornelia Prüfer Storks, en un acto irresponsable y patético, sin previamente cercionarse de la realidad e intentando alejar las miradas del problema de higiene del Mercado Central de Hamburgo, declaró responsables de esta epidemia a los productos hortofrutícolas españoles cerrando las puertas a su importación. 
No contenta con ese proceder lo anunció a todos los medios, provocando el cierre de la mayor parte de las fronteras europeas y de Rusia a los productos españoles, lo que ha ocasionado pérdidas a nuestra agricultura superiores a los 200 millones de euros. 

Pero esta cifra sigue aumentando cada día. Miles de personas quedan sin trabajo en España, el transporte internacional se paraliza y nuestro país deja de facturar alrededor de 30 millones de euros diarios de frutas y hortalizas.

Esa negligente señora, que de señora no tiene nada y para la que España debería pedir el abandono de su cargo, ahoga la ya maltrecha economía de nuestro país mucho antes de que se lleven a cabo los análisis que confirmen sus venenosas palabras. Hoy los propios laboratorios alemanes indican que nuestras frutas y verduras no son las portadoras de la enfermedad y que el problema hay que buscarlo en otra parte, pero el daño ya está hecho. Los consumidores, ante la duda, dejan de comprar nuestros productos.

ASAJA-Almería, con todo fundamento, pide la dimisión de esta senadora y millones de españoles apoyamos su postura. Una semana después, cuando ya muchos agricultores han abandonado el riego de los campos y parte de la cosecha y de las matas están perdidas, se averigua que las palabras de esta elementa (porque señora no se la puede llamar) no son ciertas y que dicha bacteria no procede de España sino que es justamente en Hamburgo donde se inicia el problema. Y ahora... ¿Quién paga los más de 200 millones de euros perdidos, más toda la merma de ventas que seguirá habiendo a pesar de su rectificación?. Para que todos sepan quién es la susodicha baste decir que, en el colmo de su irresponsable imbecilidad, ya desaconsejó a primeros de Mayo que los alemanes viajaran a España.

En aquel caso era para ver el Gran Premio de Fórmula 1 en Montmeló, recalcando que Catalunya era la "región más infectada de Europa" de fiebre porcina.

La tal Cornelia es "el demonio vestido de mujer" aunque, ¡qué más quisiera ella que parecerse (aunque solo fuera un poco) a la de la foto adjunta!. Sin duda alguna, a su marido tampoco le disgustaría. Pitorreos aparte, puesto que el asunto no admite bromas, la tal Cornelia es el diablo personificado y no merece en absoluto ocupar cartera política alguna, ni dedicarla más líneas a esta entrada a mi Blog. 
Menos todavía la cartera de Sanidad ya que, su falta de análisis y ecuanimidad, pone en riesgo no solo la salud de los alemanes sino también la de todos los que allí viajen. De hecho hay personas graves, una de ellas española, que se ha contaminado en un viaje a Hamburgo.
Nos quejamos los españoles de los políticos que tenemos pero, según podemos observar, también en Alemania están bien servidos. De mierda, quiero decir...

RAFAEL FABREGAT

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