Aprendí, ya mucho tiempo atrás, que las cosas pasan porque tienen que pasar. Todos y nadie tienen la culpa de ello. No tiene solución, es imprevisible. Que lo des todo no significa que recibas nada a cambio, que hagas una buena siembra no garantiza una buena cosecha. Las cosas, repito, pasan porque tienen que pasar... Hay amigos que son como hermanos y hermanos que no son nada, pero nadie tiene la culpa de ello, el amor no se puede forzar y que la semilla sea buena no significa que la cosecha esté garantizada. La vida hay que vivirla, con amor y como venga, pero sin derramar lágrimas que no merece quien las hace llorar. De todas formas no cabe perdón donde no hay pecado.
Aunque siempre queda un trasfondo, normalmente la gente evoluciona y cambia con el tiempo. Si hace tiempo que no me has visto, ya no me conoces. Te ruego que te presentes de nuevo, quizás podamos amarnos nuevamente.
Todo es cuestión de voluntad, de querer amar, de aprovechar el poco tiempo que dura la vida en este mundo. El blanco y negro puede llenarse de color cuando hay voluntad de que así sea, pero no dejando que siempre sean los demás quienes den el primer paso.
Amar es aportar y no dar nunca el no por respuesta.
El orgullo, así lo dice la RAE, es un exceso de estimación hacia uno mismo y nada aporta al camino del amor hacia los demás.
Sé generoso, no esperes nada a cambio y el premio te parecerá mayor. Para nada sirve la soberbia y a nada bueno conduce. Si algo bueno hemos de sacar de esta vida es con amor y entrega a los demás. Con nada llegamos y nada cogeremos al marchar, solo los buenos recuerdos, que pueden ser muchos si hay verdadera voluntad de que así sea. Regala abrazos sin recelo alguno, el tiempo pasa rápido y no se detiene. Hazlo aunque solo sea por egoísmo. Se puede dar el caso de que sembrando el bien no recibas la cosecha esperada, pero ¿puedes encontrar mejor cosecha sembrando el mal?. No hay mejor cosecha que un abrazo... ¿Por qué no sembrar abrazos y esperar a ver la posibilidad de recibirlos multiplicados?.
En esta casa que es la tuya nunca se acabó el amor. El hecho de que no estés no ha hecho que nadie te olvide. Pero el globo voló, cortando cuerdas y lanzando lastre, a merced de fuertes vientos que nadie pudo parar. Nos queda el recuerdo, el amor y el respeto a unos deseos que consideramos legítimos, pero de todo punto injustificados. Sin embargo son los tuyos y aunque solo sea por ello los tomamos con sumisión. El amor no se pude forzar. Cada cual es libre de vivir su vida como considere oportuno. Pero es una lástima... solo hay una vida y hay que aprovecharla para exprimir hasta la última gota de felicidad que uno sea capaz de conseguir. Sin hacer daño a nadie, porque esa no es la fórmula para ser feliz.
El amor es la magia que, algunas veces, nos trae la felicidad. No es una fórmula garantizada, pero aporta muchos números en el sorteo de una vida con amor. Haz que tu vida valga la pena, comprando la mayor cantidad posible de boletos para ese bendito sorteo, donde 'el gordo' es el AMOR en letras mayúsculas. Los boletos son baratos, no hace falta dinero, solo amor hay que dar a cambio. No es seguro que te toque, ni que vayas a encontrar quien quiera recibirlo, pero no dejes pasar la oportunidad de optar a ese amor que sin duda mereces. En cada uno de nosotros hay 'una luz', un pequeño rincón donde nada es imposible. Dar el paso puede significar el comienzo de tu plena felicidad y no hay que desaprovecharla. Puedo asegurarte que en esta vida no hay nada más...
RAFAEL FABREGAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario