3299- CAMBIO CLIMÁTICO, ALGO NATURAL.

Nada pasa con el clima, que no sea natural. Desde el comienzo de los tiempos, en invierno hace frío y en verano calor. Que no esté tan bien repartido como antaño es una cuestión de ciclos. Nuestro planeta y el universo en general, no es algo que esté quieto. Nunca lo ha estado. Lo que pasa es que vivimos poco tiempo y no podemos conocer episodios del pasado porque no estábamos aquí y porque son pocos y demasiado cercanas, las cosas que nos han contado. Llover ha llovido siempre y también ha habido siempre episodios de sequía, de frío y de calor. Para lo que queremos, tenemos poca memoria. El tiempo siempre ha sido proclive a los cambios y en este momento de la Historia toca un clima algo más cálido del que nos parece normal a los que nacimos y nos criamos con un clima más frío y lluvioso, pero eso no quiere decir nada.

Para bien o para mal, España no es uno de los países del norte de Europa. Estamos más cerca del Ecuador y del desierto del Sáhara y aquí hay una temperatura más elevada que en los países lindantes con el mar Báltico. Todo normal. Allí abundan los ríos y muchas ciudades están bordeadas de agua, incluso con sus calles convertidas en bellísimos canales donde muchos tienen botes y lanchas como forma de solaz y entretenimiento. ¿Qué quieren que les diga?. En España tenemos las playas y la temperatura que otros muchos envidian. Dice el refranero popular que "el que no se conforma es porque no quiere". Yo no creo que muchos españoles envidien el clima británico, por mucho que viajemos a Londres, buscando no se sabe qué cosa. Londres tiene muchas cosas bonitas pero, lo del clima... ¡Para ellos!.

Otro refrán, a los que yo soy tan propenso, dice que  "el que esté bien, que no se mueva" y es por eso que esa chica se ha quedado ahí, recostada, tomando el sol y esperando a que pase un chico guapo con el que ligar. El tiempo en el que dos tercios de los españoles vivíamos de la agricultura ya ha pasado, afortunadamente. Pero los mercados de abastos siguen repletos de frutas y verduras que otros cultivan para nosotros. ¿Es eso malo?. Pues no sé qué decirles, pero yo creo que no. Antes lo hicimos nosotros, trabajando de sol a sol por cuatro perras mal contadas, para que los países del norte se comieran nuestras mejores frutas y hortalizas, mientras nosotros comíamos las de 2ª ó 3ª categoría, a fin de sacar un dinero que necesitábamos para otras cosas. ¿Es malo haber salido de la miseria, para vivir en un país más moderno y actualizado a nuestro tiempo?. ¡Esto no es nada, para la forma en la que se vive en los países que nos superan!.

Que nadie piense que tengo envidia de esos paises. Aquí no esteremos tan adelantados pero, ¡ni falta que hace!. Creo sinceramente que en España vivimos mejor. Allí, como aquí,  no todos son millonarios. También tienen que trabajar para ganarse el sustento y también tienen miles de pobres que mendigan por sus calles, buscando qué comer y donde dormir. Pero volvamos al clima, que es lo que hoy nos ocupa... En España puede que en algunos sitios el campo sufra periodos de sequía, pero hay que adaptarse al momento en el que uno vive. En otras partes, durante medio año se ahogan por lluvias excesivas y los seis meses restantes se mueren de sed. Todos vemos catástrofes por terremotos, grandes riadas y mujeres y niños buscando agua sin encontrarla. ¿De qué nos quejamos?. Y si en este momento la agricultura no es rentable, los jóvenes que estudien o que vivan del turismo. Siempre hay salidas, cuando uno quiere trabajar.

Rafael Fabregat Condill