0994- NOS VAMOS DE BODA.

REEDICIÓN.

Si amigos, hoy es un día grande para nuestra familia. Día 27 de Abril de 2013, conmemoración de la fiesta de la Virgen de Montserrat y onomástica por tanto de mi mujer y de nuestra hija mayor, se casa ANA MARÍA, la tercera  de nuestras hijas que es en realidad la segunda. Quiero decir, la segunda que nació de aquella pareja de jóvenes enamorados, que este año 
(7-12-73) cumplen sus cuatro décadas de vida en común. ¡Y eso sin contar los cuatro años de noviazgo!. Solo esperamos que la nueva pareja ISRAEL y ANA sea feliz y que su unión dure para siempre. Es una cuestión de amor y de paciencia. A lo largo de la vida los tropiezos son muchos y no siempre es posible esquivarlos. Son muchas las cuestiones que no dependen solo de nosotros. Parece sencillo pero, hoy más que nunca, no lo es tanto. Desde hace un tiempo a esta parte, más de la mitad de los matrimonios se rompen. ¿Por qué sucederá esto?. La vida siempre es complicada, pero las parejas de antes aguantábamos bastante más que las de ahora. Sin embargo esto no quiere decir que se quieran menos, sino que quizás son menos tolerantes. 

Unos años atrás, no muchos, separarse no se contemplaba como una opción porque nunca había motivos suficientes para ello. Tras unos días de morros, lo que hoy parecía una montaña después no llegaba a simple ondulación del terreno y tras el bache llegaba la calma y vuelta a empezar. Al igual que las tórtolas, nada era tan importante como para romper una pareja feliz y una vida en común. En fin, eran otros tiempos...

El día de hoy se presenta con un tiempo gris e imprevisible, amenazante. Hemos amanecido lloviendo y con viento frío del norte. En la Masía de les Casotes, lugar de celebración del evento, la actividad es frenética. Llueva o haga sol, nada puede fallar. Por fin, aunque se ha mantenido nuboso, la lluvia ha cesado e incluso la temperatura parece haber subido un par de grados. De todas formas la boda es a las 20,00 h. y nadie sabe qué podrá suceder. Digo esto porque la ceremonia está previsto celebrarla en los jardines del complejo de fiestas y eventos citado anteriormente. Es un lugar precioso y estaría muy bien que se pudiera celebrar al aire libre, aunque la novia y alguna invitada pase un poco de frío. 

La ceremonia en una pequeña pérgola al efecto y los invitados enfrente, con unas bellas vistas a la Rambla de la Viuda. 

Realmente extraño que tengamos que sufrir las inclemencias del tiempo cuando hace más de 15 días que la gente atiborra nuestras playas, pero así es la primavera y el tiempo imprevisible que acompaña esta estación del año. 

De todas formas el tiempo no es lo más importante. Lo mejor es sin duda el amor que acompaña a los contrayentes e invitados.

Increíble que a 27 de Abril y a tan solo una semana de subir a nuestra Virgen del Buen Suceso de la ermita de Les Santes, celebrando la típica "entrá de Maig", estemos sufriendo por las bajas temperaturas. Desde luego, quien conozca a nuestra hija Ana María sabe perfectamente que si algo falla será por causas ajenas a su voluntad. 

Ella no deja nada al azar y solo aquello que no pueda controlar será lo que falle. Su marido, Israel, no le va a la zaga. Meticulosos en todo perfeccionistas y, por extensión de sentimientos, bastante extremos en todo lo bueno, que no en lo malo. Si la afinidad de caracteres es una garantía de éxito, lo veremos pronto y si es un problema añadido también. Si controlar el tiempo hubiera estado en su mano, sin duda hubiera sido mejor del que está luciendo. A ella le gusta controlarlo todo y a él más si cabe, pero todos tenemos nuestras limitaciones y, en este caso, el tiempo es un imponderable. Algo que ni los más fervorosos rezos a nuestra patrona pueden cambiar. Cambia sí, constantemente, pero cuando él quiere. 

Esta entrada, que inicio a primeras horas de la tarde de hoy, cuando ya la esteticista está trabajando en la novia y en su madre y a escasos minutos de que vengan a nuestra casa las nietas y sus padres, nuestros hijos, así como el resto de familiares e invitados por parte de la novia, la finalizaré mañana con datos fidedignos del resultado de este evento. Digo que solo esperamos a los invitados de la novia porque, siendo el novio de Lucena del Cid y estando el lugar de la ceremonia y banquete a mitad de camino entre nuestro pueblo y el suyo, la pareja ha convenido que cada uno de ellos y sus invitados viaje por separado hasta el lugar de la reunión, en la mencionada Masía de les Casotes y ya nos encontraremos todos allí. Naturalmente no tendría ningún sentido venir a Cabanes a recoger a la novia, como es tradicional, para después regresar (ellos) por el mismo camino recorrido.

Finalmente ha habido suerte y el tiempo, siempre amenazante, ha dejado la lluvia para más tarde. 

El previo a la boda, celebrado con la recepción de invitados en nuestra casa, ha sido un éxito total. 

Incluso el tiempo ha ayudado a ello puesto que una temperatura no excesivamente sobrada de grados ha hecho que, así como en otras ocasiones buena parte de invitados quede en la calle a la espera de la salida de la novia, esta vez han accedido a la casa y han dado buena cuenta de todo lo preparado. 

Entre felicitaciones, palabras amables y risas se ha realizado el ritual fotográfico con todos los familiares y amigos invitados al evento. 


Dos autobuses han trasladado a los invitados de Cabanes hasta el lugar de la celebración y banquete y desde Lucena del Cid otro tanto han hecho los familiares y amigos de Israel. 

Un pequeño retraso en la ceremonia por olvido de los anillos pero todo extraordinariamente bonito.

Dos tubas y dos trombones, amigos y compañeros del novio, todos ellos profesores de la Banda Municipal de Castellón, ha amenizado el acto que finalmente sí ha podido celebrarse al exterior, como era deseo de los novios.
Las extraordinarias cualidades humanas de nuestra hija Ana María, han llevado a esta ceremonia a lo mejor de la juventud cabanense y también Israel ha hecho otro tanto con la gente de Lucena del Cid. Pero hubo más, mucho más. 

Extraordinario marco de devotos amantes de la música entre los invitados, no en balde Israel es una persona de muchos y buenos amigos y, como es lógico y natural, no faltó la presencia de su viejo maestro y profesor D. Francisco Signes, director durante 29 años de la Banda Municipal de Castellón, así como buena parte de los profesores que, junto a Israel, emocionan cada semana a los amantes de la buena música en la sala del Auditorio castellonense. 

La ceremonia civil la ha llevado a cabo uno de esos entrañables amigos de los que disfruta la pareja, concejal del Ayuntamiento de Lucena. 

Durante la ceremonia han leído

unas palabras su hermana Montse y su amiga Marta. 

Su hermana ha exaltado la belleza del amor sin egoísmos y con entrega absoluta, el conveniente olvido de las rencillas que siempre surgen a lo largo de la vida y la lucha por mantener el amor y la unión del matrimonio. 

Su amiga Marta, de Sant Hilari Sacalm (Girona), ha resaltado también notas de cariño hacia Ana; ha leído un bello poema al respecto y ha recordado detalles del fiel comportamiento de nuestra hija hacia las personas con las que ha coincidido a lo largo de su vida. En los últimos minutos de la ceremonia unas finas gotas de lluvia han acariciado a los novios, felicitándoles por esa unión que pretenden eterna. 

Cada deseo, cada palabra de unos y otros, ha sido acompañada por un cuarteto de tubas y trombones que ha puesto la nota grave pero cálida al evento que se celebraba. Ya somos uno más en la familia.
                                                                                                              Seguidamente ya a cubierto, pero de pie y en modo informal pero agradable, ha dado comienzo el aperitivo, tan largo que a la mayoría les ha impedido disfrutar de la cena.. Aunque no llegué a contarlos, creo que serían 18-20 entrantes entre fríos y calientes, todos ellos exquisitos y acompañados de la mejor barra libre de vinos y bebidas. 

Exquisiteces de alta cocina se han unido con el mejor tinto de la Ribera del Duero y el mas fino Chardonnay del Somontano oscense. No faltó tampoco un selecto bufet de quesos nacionales y de importación, así como el buen hacer de dos especialistas-cortadores de jamón que dieron buena cuenta a sendas patas del más fino "bellota de Guijuelo". 

Las primeras prisas de los invitados por probar tantas y tan excelentes viandas duró casi una hora, pero finalmente fueron "derrotados" por el buen hacer de la cocina de "Les Casotes" que de forma contundente doblegó aquellos estómagos, primeramente abiertos a todo y más tarde selectos y sosegados. Cuando ya las bandejas se retiraban con tapas sobrantes hacia las cocinas, se avisó a novios e invitados que pasáramos al salón donde se serviría la cena.

Tras el extraordinario ágape de bienvenida poco más podía comerse, pero hicimos un esfuerzo. Decenas de camareros llenaron nuestras copas de los diferentes vinos y se apresuraron a servir la cena: 
--Sabagnon de merluza caramelizado al parmesano,
--Sorbete de limón,
--Delicia de pularda con jugo al tomillo fresco,
--Creme brulee con helado de caramelo y azúcar moscobado,
--Tarta nupcial.
Tras el café y los licores solicitados por los comensales, los novios han procedido al reparto de un grabado 20x20 de la artista castellonense Pilar Edo, de tirada única e individual (1/1) para cada una de las familias invitadas. Extraordinaria también la "Albá" que los amigos de Israel le han dedicado al finalizar la cena y en la que exaltaban las cualidades del novio y alguna de sus travesuras solteriles. Tras ella entregaron a los novios su regalo de bodas consistente en un bidón de miel y grava de 50 litros dentro del cual se supone están "las arras" del nuevo matrimonio, es decir, su regalo en monedas de un euro.

Barra libre y apertura del baile por parte de los novios. La orquesta y dos cantantes amenizan una velada inolvidable, mientras al exterior la fina lluvia no cesa. Finalmente, hacia las 3 de la madrugada, resopón de barbacoa, con toda clase de productos de la zona. Unos minutos antes, hacia las dos, los autobuses llevaron a los más comedidos de Cabanes y Lucena a sus respectivos pueblos. 

Esos mismos autobuses llevarían al resto, bien pasadas las cinco de la madrugada. 

En una cena-fiesta que sobrepasaba en mucho los 250 invitados, muchos de ellos habían viajado con sus respectivos vehículos. 

Mi mujer y yo, cansados e incapaces de comer o beber nada más y tras agradables saludos nos despedimos de los amigos y concurrencia que quedaba. Cuatro mesas mal contadas y medio centenar de jóvenes bailarines que se movían al compás de la música y los efluvios del alcohol. Afortunadamente los "`pitos" de morcilla, longanizas, chorizos y bacon a la brasa, entonarían sin duda aquellos estómagos lavados por los cubatas y el buen Whisky que corría a raudales. 


Con el ágape matinal, se calmarían los ánimos y se recuperarían fuerzas para una segunda parte de la fiesta. Entre unas cosas y otras se llegaría a las cinco de la madrugada, momento en que solo la inercia permite el movimiento de la mente y de los cuerpos jóvenes. Y es que la juventud es la única que puede seguir, tras ¡ONCE HORAS! (18-5) comiendo, bebiendo y bailando. 

Los viejos... ¡a casa!. 

Ellos, esas cosas, ya las han vivido algún tiempo atrás. A los novios les espera Tailandia, la perla del sudeste asiático, casi nada. Los viejos a cuidar nietos y a vigilar negocios ajenos. ¡Y que dure!.

RAFAEL FABREGAT