No, no se trata de la "Guerra de las Galaxias" ni hay error por mi parte en el título, ¡más valdría!. El título está bien y tal como se indica es ¡La Guerra de las Divisas!.
El último invento mundial para devolvernos (si se lo proponen) a la neblina de épocas anteriores. ¡Lo que nos faltaba...! Estábamos demasiado bien y, como parece que no nos dábamos cuenta de ello, tiene que volver la oscuridad para abrirnos los ojos...
Al igual que ocurre con la salud, nos damos cuenta de lo que tenemos cuando nos falta, cuando ya no hay remedio.
No nos ha pillado de sorpresa. Esto ya hace muchos meses que se veía venir. Y solo es el comienzo, sí... pero no el comienzo de una guerra de la que puedes quedar al margen.
En una guerra como esta, económica y mundial, solo los ricos sobreviven.
Sí amigos, ¡la guerra económica! "La madre de todas las guerras", como diría aquel señor (Sadam) que, desde que le colgaron, ya no dice nada... La cosa estaba clara; hay demasiado "listo" y cuando el número de listos aumenta de forma desproporcionada, lo hacen también los problemas.
Cuando los listos eran dos de cada cien, los otros noventa y ocho acatábamos cuanto se nos mandaba y todo era normalidad... ¡Noventa y ocho, calladitos y trabajando a destajo, para dos!. Ahora, como ya he dicho en otras ocasiones, la gente no es tan sumisa como antaño. El actual objetivo es ¡ver quien hace menos y cobra más!. Como lo de pasarse de listos tiene rápidas consecuencias, el resultado a la vista está. Y lo que vemos, por muy malo que nos parezca, no es nada con lo que tiene que venir para corregir el problema. Eso es lo grave...
Ojalá me equivoque, pero creo que el mundo ha llegado al final de la escalera; para los pobres no hay más allá y cuando esto ocurre, solo retrocediendo se podrá volver a subir.
Si esto fuera así, que ojalá no ocurra, de que sea más o menos llevadero dependerá de si retrocedemos a la mitad de la escalera, o si hemos de empezar a subir desde el inicio de la misma. De todas formas, aun siendo esto gravísimo, siempre será mejor subir la escalera del mundo actual, que la de antes, apenas esbozada con cuatro ladrillos sin enlucir.
Ahora, cuando ya el barco está completamente a la deriva y empezando a zozobrar, se dan cuenta (los que mandan) que de esta forma no se puede seguir y que hay que hacer algo... ¡Ahora! ¿Tan difícil era de prever el futuro, que hoy es presente?.
¡Y mientras tanto, en Suiza, tienen que ampliar los sótanos acorazados de los Bancos, porque ya no hay espacio suficiente para colocar toda la riqueza mundial que (entre cuatro) les han llevado para su custodia!.
En Mónaco, algunos yates de 100 millones de euros, han de anclar en alta mar porque el puerto está abarrotado. Ya no caben... ¡A que punto de sinvergüencería se ha llegado...! El problema mayor es que esto no tiene marcha atrás. Lo pasado, pasado está y no tiene remedio alguno. Lo deseable ahora, es ver la posibilidad de "reiniciar". Volver a empezar de nuevo, con nuevos enfoques más equitativos y estables. ¿Será posible?
Si podemos "volver a empezar" creo y deseo que las cosas puedan ser muy diferentes. Bofetadas como esta pueden tener su ventaja y es la de enseñarnos a todos un nuevo camino, otra forma de hacer las cosas. Si aprendemos la lección, que lo dudo, el precio que estamos pagando (los de siempre) puede merecer la pena. Es un precio alto, sí. Pero si el sacrificio de estos años de penalidades, nos llevara a una nueva forma de vida en la que el trabajo conllevara a la recolección de sus frutos de una forma equitativa a nivel mundial, podría darse por bien empleado. Sería una cosecha espléndida, tras el sacrificio del trabajo y de las penalidades; una nueva forma de vivir y convivir con el resto de las gentes del planeta.
La economía global solo es posible en un mundo más equilibrado, no en este momento.
La famosa "globalización" no es posible todavía porque ni los países ni sus economías están preparadas para ello. Bueno... posible si que es, porque aquí la tenemos, pero no es justa. Se aceptó porque no había más remedio y porque más de cuatro países creían tener un potencial que no era cierto.
Aunque tarde, se han dado cuenta de su error.
La globalización solo conviene a los ricos, a los que están mejor preparados; a los que tengan las mejores armas para luchar; a los que marcan precio a la hora de vender y a la hora de comprar. Había que entrar en el juego o quedabas aislado. A pesar de eso algunos países, fuertes pero con visión de futuro, no entraron en el juego.
Sabían que "el cuento de la Lechera" era eso: solo un cuento. Mejor fuera, que dentro del fango, dijeron los ingleses y algunos otros.
Una globalización con tantas desigualdades estaba abocada al fracaso. Antes de poner en práctica semejante idea, debieron de haber hecho un mundo mejor y más equilibrado. Sin las enormes diferencias existentes, que han abocado la globalización al fracaso.
Primero viene la explotación del obrero y cuando éste empieza a reclamar sus derechos y a salir de la miseria constituyéndose en ciudadano de clase media, viene la devaluación de la moneda para mantener los mismos niveles de competitividad y consiguiente mantenimiento de la exportación.
Siempre ha habido ricos y pobres y que nadie dude que eso seguirá siendo así, pero clama al cielo que, teniendo en cuenta que la ONU tiene reconocidos en el mundo un total de 192 países, el "G-185" permita que el G-7 haga lo que le dé la gana, colapsando la economía mundial a estos niveles de verdadero desastre. Porque nadie duda ya de que el colapso existe, está ahí, a la vuelta de la esquina. Cuando esas profundas desigualdades lleguen a desaparecer, la globalización no solo será posible sino justa y eficaz. Para entonces los "listos" de turno tendrán el saco lleno, sí... ¡pero no podrán llenarlo más!
Ahora, cuando ya el barco está tocado y casi hundido, vienen las reacciones del FMI. ¡Podrían haberlo hecho antes!. A estas horas de la película, cuando el 90% de las economías mundiales está en bancarrota, el Fondo Monetario Internacional desplaza al G-20 y se constituye en árbitro de la contienda. Espero que, aunque con palabras mucho más finas, les habrá dicho a esos "pozos sin fondo" que ¡ya está bien de joder la marrana!.
Algunos de estos países están dispuestos a escuchar los consejos del FMI y hacer marcha atrás en esa guerra de divisas que a nada bueno conduce. Lo de que si tu tienes h... yo más, nada soluciona y como bola de nieve, no hace otra cosa que agrandar el problema. Sin embargo China, principal causante del desastre sanitario y económico mundial, ha probado las mieles del éxito y no está dispuesto a retroceder un solo peldaño. Deberían de mandarle un mensaje...
Oriente y especialmente China, ha estado viviendo apartada del resto del mundo durante siglos, y, desde un punto de vista económico, puede que nada hubiéramos perdido si hubiera continuado siendo así eternamente. Lamento, eso sí, la miseria de muchas de sus gentes.
Mientras sus dirigentes, propietarios de las empresas punteras, amasan fortunas inmensas, China paga a sus trabajadores sueldos de miseria que apenas si les permiten subsistir. Para colmo de males, cuando la masa laboral empieza a exigir una cobertura social y unos sueldos dignos; cuando las medias empresas empiezan a florecer, para mantener su competitividad, devalúan su moneda provocando desequilibrios económicos que han llevado al mundo a una crisis internacional detrás de otra.
El resto del mundo tiene que reaccionar. No podemos cruzarnos de brazos mientras el enemigo nos destruye. Las monedas han reflejado siempre la riqueza del país al que pertenecen y así debe de seguir siendo. La pillería de algunos gobernantes puede valer en momentos puntuales, pero no de forma permanente. El resto del mundo no ignora que, si se permiten ciertas licencias, el crecimiento será solo para cuatro y el resto apenas si podremos subsistir. En cuanto al FMI, somos muchos los que dudamos de su eficacia.
Estaba claro que la bomba tenía que estallar. Fabricar en los países emergentes a dos, lo que aquí nos cuesta de producir veinte no podía durar. A llenarnos los bolsillos y a dormir... ¡Uy, que bonito!.
Vengan yates de 60 metros de eslora al precio de 100 millones de euros y vengan vacaciones en las Maldivas y las Seychelles, algunos con isla propia; o a Mónaco, donde no se pagan impuestos... ¡Vamos hombre, vamos...! Y trabajar, ¿quién?. ¿Los chinos?. Vale, vale pero... ¿Como y hasta cuando?... porque ellos tontos, lo que se dice tontos... ¡no están!. Y mientras tanto la industria del resto de las naciones del mundo totalmente arruinada, cerrada en muchos casos y la gente en la calle. Unos, primero con "paro" y después con "ayudas sociales"; otros solo con el "paro" y después a malvivir; otros solo a malvivir y después a la calle. ¿Hasta cuando?.
La caja de la Seguridad Social vacía, hasta el punto de hacer peligrar la pensión de los jubilados, los que han cotizado toda su vida y ahora, ya sin fuerzas, ¡no tienen defensa alguna!.
Bueno... ¡pues hasta aquí hemos llegado!. Algo habrá que hacer... ¡digo yo!.
Empezando por nuestra casa, habría que sanear la Seguridad Social. Hagamos números... La Seguridad Social se nutre de la aportación de los trabajadores legalmente registrados y diferentes impuestos que se pagan al estado.
La Seguridad Social gasta este dinero en la atención sanitaria de trabajadores, pensionistas y emigrantes, así como en subsidios de paro y pensiones a enfermos y jubilados. Estudiado el asunto vemos una posible solución (voluntaria) contra la crisis y que es la siguiente:
1).- Atención sanitaria gratuita.
2).- Plus del 20% a los parados.
3).- Acabado el paro, trabajo social garantizado.
4).- Jubilación voluntaria a los 60 años.
5).- Jubilación normal los 65 años.
6).- Jubilación obligatoria a los 70 años.
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Por si hay dudas, sigue detalle para los que vayan lentos en matemáticas:
A).- Atención sanitaria gratuita. Solo a pensionistas, cotizantes y dependientes. (Hijos menores de edad o minusválidos).
B).- Plus del 20% a los parados. Al paro estipulado se añadiría una gratificación adicional del 20% con jornada social de 8 horas.
C).- Trabajadores con el paro agotado y emigrantes. Trabajo social y sueldo base con cotización activa.
D).- Trabajo social garantizado por Ley. El que no trabaja y cotiza, no cobra ni tiene atención sanitaria ni farmaceútica. Solo urgencias.
E).- Jubilación voluntaria a los 60 años. Con el 50% de la paga.
F).- Jubilación normal a los 65 años. Con el 75% de la paga.
G).- Jubilación obligatoria a los 70 años. Con el 100% de la paga.
Bueno... Pues ya lo tenemos solucionado. Y todo en perfecta libertad para que, de forma democrática, cada uno elija lo que crea conveniente... ¡Así da gusto!. ¡Viva la Democracia!. ¡Viva la Seguridad Social!. (Perdón por el cachondeo pero es que, si nos lo tomamos todo al pie de la letra...)
RAFAEL FABREGAT
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