1 de octubre de 2025

3233- EL INVENTOR DEL DINERO.



Todos sabemos que antiguamente el dinero no existía y que era el trueque lo que se usaba a la hora de adquirir determinado producto. Tu me das esto y yo te doy aquello. Es natural que muchos nos preguntemos quién fue el inventor del dinero, que no me diréis que no tiene mérito. Porque, si tú quieres trigo y solo tienes patatas... Habría que buscar a alguien que le interesaran las patatas y que, además, tuviera trigo de sobra. Total, ¡un problema!. Sin embargo el dinero interesa a todos y, justamente por eso, con él todo puedes comprarlo. Un invento y de los gordos. ¡Hasta a la luna puedes ir, si tienen bastante!.


Cuando tenías lo necesario para la manutención de la familia, venía la adquisición de joyas y elementos para hacer más cómoda la vida. Y también eso se conseguía a base de trueques, no había otra forma de pagar, porque el artesano también había de alimentar a su prole. Y es lo que pasa, que siempre hay alguien que piensa más que los demás y, en este caso, ese alguien fue Creso de Lidia, (595- 546 a.C.) gobernante de un pequeño pero próspero reino de Asia Menor, situado en lo que actualmente es Turquía Oriental, que se puso a pensar la forma de solucionar un problema que le acuciaba desde mucho tiempo atrás y no sabía cómo resolverlo. Quería algo y no sabía cómo comprarlo, puesto que no encontraba a nadie que le interesara producto suyo alguno con el que poder hacer el trueque.
 

Ya había oído que algunos hacían trueques con plumas, pieles, otrozos de cobre o bronce, únicos metales con los que poder hacer algún tipo de arma o herramientas. Pero esos metales, aún siendo importantes no eran de gran valor. El trozo de metal valía según el peso y material. Estaba también el oro y la plata pero, siendo su valor importante, ¿cómo valorarlo a trozos?. ¿Y cómo saber la pureza del material?. Puestos a creer en el peso y pureza de la aleación que te ofrecían, habría que unificarlo. Pues bien, a Creso de Lidia se le atribuye el invento de las monedas, como forma de trueque fiable. Este señor fue el primero que acuñó "trozos unificados" de metales variables y con el peso garantizado. Ya no se trataba de trozos de diferentes tipos, pesos y medidas, sino de trozos de peso igual y metal "garantizados". 


Creso vertía el metal líquido en pequeños crisoles, creando discos metálicos idénticos en tamaño; porque el peso es variable, según su calidad. No contento con eso, creó troqueles para que su "moneda" no pudiera copiarse. Hacerlo ya era relativamente sencillo ya que, con el disco metálico todavía caliente, le daba un golpe de martillo sobre un troquel y en el disco se creaba la imagen por él requerida. El resultado ya no eran trozos de metal, sino algo unificado a lo que llamaron moneda. En principio todas eran iguales en tamaño y solo el ser de oro ó plata, cambiaban su valor. Después ya se fabricaron otros tamaños y metales inferiores. Las monedas de oro, al igual que las demás, tenían su pureza garantizada, por lo que su valor quedaba determinado por el tamaño de cada una. 


Un tanto rústico pero, más o menos, lo mismo que en la actualidad. Craso garantizaba la pureza de sus monedas y tanto fue así que pronto se determinó que la pureza era correcta en todos los metales ofertados y por consiguiente fiable., dentro y fuera de sus fronteras. 
En realidad Creso no fue el inventor de esta forma de pago ya que, antes de él, ya habían circuladp monedas de electro, una aleación de oro y plata en absoluto fiable, puesto que las proporciones eran variables y con ello su consiguiente valor. El mérito de este rey fue el garantizar la pureza de los metales empleados. Parece extraño, pero nadie lo había hecho antes. Además las monedas de Creso llevaban en el anverso un sello distintivo de su autenticidad y su reino respondía de su pureza. 


Su fama se extendió de tal manera que ha llegado incluso a nuestros días. Cuando nos referimos a alguien muy rico suele decirse: Es tan rico como Creso. En esa época y para grandes transacciones ya circulaban lingotes de pureza y peso garantizados, pero no para el día a día de la gente común. Además de la riqueza, Creso difundió con sus monedas el simbolo de su país ya que figuraban el toro y el león, símbolos de Lidia. Su invento, el dinero, fue muy pronto implantado en todos los reinos conocidos. Cada país empezó a acuñar monedas diferentes ya que se consideró que hacerlo era una especie de publicidad de su capacidad para hacerlo. En la actualidad, lo primero que hace un nuevo país cuando se independiza de otro, es crear su nueva moneda.


Pero, como nada es para siempre, el año 546 a.C. Creso fue destronado por Ciro II de Persia y perdidas sus inmensas riquezas de oro, extraídas del río Pactolo, el mismo en el que se bañaba el rey Midas. Aquel que convertía en oro todo lo que tocaba, aunque eso ya son leyendas, que no vamos a creer, puesto que se decía era un don del diós Dionisio y motivo por el cual el río Pactolo se llenó de este mineral. Creso fue apresado por el rey persa y condenado a morir en la hoguera, pero una fuerte tempestad apagó el fuego y se salvó. Considerado un milagro divino, Ciro el Grande lo tomó a su servicio como consejero real. Bueno, bueno... eso dicen. Lo que sí está garantizado es que el tal Creso fue quien acuñó las primeras monedas de la Historia, con el león como símbolo de su país, y en el reverso dos cuadrados repujados que garantizaban su valor. A esta moneda la llamó "Estátero" y era de plata, las de oro estaban, pero no circularon.

RAFAEL FABREGAT

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