20 de octubre de 2022

3123- LA FÁBRICA DE SANTOS.

Está claro que la infalibilidad de los Papas nada tiene que ver con la realidad y es una falacia de la Iglesia Católica para que la gente ignorante respete todas y cada una de sus decisiones.
Se entiende pues que (según ellos), siendo título otorgado por el Espíritu Santo, ser Santo es participar de la santidad de Dios y de la de Jesucristo. 
Pero claro, la carne es débil y por intereses que no vamos a especificar, algunos Papas beatificaron a ciertos personajes cuya santidad era percibida desde un punto de vista muy particular y por lo tanto como simple afinidad de quien ostentaba el poder de calificar. 
El Papa es un hombre de carne y hueso como todos nosotros, designado por sus cardenales (hombres también) como cabeza visible de la Iglesia y, se diga lo que se diga, un pecador más. 
Al fin y al cabo el Vaticano es un país del mundo, con sus necesidades y sujeto por tanto a intereses de todo tipo.

Según la Historia, el papa Pablo VI fue uno de estos "fabricantes" de santos cuanto menos dudosos y cuya deriva ha obligado a instituir un nuevo proceso más árduo que estudie concienzudamente la posible santidad del supuesto personaje candidato a tal reconocimiento. El cerco se ha estrechado notablemente pero, aún así, los hombres se equivocan y los fallos seguirán existiendo. Los "milagros", tanto en vida como después de la muerte son imposibles de determinar y se prestan por tanto a todo tipo de conjeturas, motivo por el cual su intercesión directa para la solución de nuestros problemas sea más que dudosa. Otra cosa sería que pudieran hacerlo desde el punto de vista espiritual, pero los resultados no serían entonces visibles.

Como ejemplo veamos el caso del papa Juan Pablo I... Para la gente corriente resulta chocante que este papa muriera 33 días después de ocupar la silla de Pedro, tras anunciar los muchos intereses y anomalías del Banco Vaticano que él estaba dispuesto a investigar y corregir. 
Se dijo oficialmente que había muerto de un infarto pero nadie podía creerlo pues gozaba de buena salud y falleció con una amplia sonrisa en la boca y no con la del dolor previo a un infarto.  
Se habló y no poco de la posibilidad de que hubiera sido envenenado con valium y cianuro pero nada pudo probarse ante la negativa de la Curia a realizarle la autopsia que pueblo y autoridades demandaban. 
Con esta actitud la creencia de que lo hubieran eliminado se acrecentó, pero nada podía probarse. Inmediatamente fue embalsamado, aunque sin extraerle sangre ni vísceras. Solamente inyectándole sustancias antipútridas. 
En menos de una semana fue enterrado y a la misma velocidad supersónica, saltándose todo protocolo, ya está declarado Santo. ¿Alguien lo entiende...?

RAFAEL FABREGAT

12 de octubre de 2022

3122- PUTIN, ENTRE LAS CUERDAS.

Vladímir Putin, que nadie lo dude, está cavándose su propia fosa. Abogado y político ruso, líder del partido político Rusia Unida, decidió en su día atender las demandas de sus acólitos en Ukrania no contentos con el trato que las autoridades les daban y, sin pensárselo dos veces, invadió este importante país de la Europa del Este para anexionarse, al menos, los territorios con mayoría prorusa. La situación actual, todos la conocemos. Ante actuación tan denigrante y la imposibilidad defensiva de este país, el mundo ocidental, con Europa y Estados Unidos a la cabeza, facilitó a Ukrania el armamento necesario para hacer frente a este cacique sin escrúpulos. El resultado, a la vista está, ha sido la retirada de las tropas rusas de los territorios inicialmente conquistados, por la imposibilidad de doblegarles con la facilidad que los rusos suponían.


Como arma psicológica, el Kremlin se ha anexionado los territorios invadidos como propios, con el paripé de un referéndum amañado y declarándolos parte del territorio ruso, amenazando a propios y extraños con una declaración unilateral de que quien ataque las provincias ukranianas anexionadas se entenderá que ataca a la propia Rusia. Sin embargo las fuerzas ukranianas siguen luchando y recuperando parte importante de este territorio que, a fin de cuentas, es suyo. Ante su debilidad, Rusia ha convocado a reservistas para mandarlos al frente, aunque de forma forzosa y por tanto sin experiencia ni resultados visibles. Unos días atrás "alguien", ha hecho explotar un camión-bomba sobre el puente que une Rusia con la península de Crímea, anexionada por los rusos en 2014 y también territorio ukraniano. Habría que ver la cara que se le quedaría a Putin al conocer la noticia...

Fuera de sí y ante la imposibilidad de lograr sus objetivos con armas convencionales, la respuesta de Putin ha sido el lanzamiento de más de 80 misiles, desde territorio ruso e incluso desde buques que navegan por el mar Negro, sobre la población civil de las princiaples ciudades ukranianas, con Kiev a la cabeza, y la amenaza de que, si es necesario, usará bombas nucleares para zanjar el asunto definitivamente. Claro que 
tal actuación no solo eleminaría a sus adversarios, sino también a quienes apoyan su invasión. Sus propios generales, no sabemos cuantos, son contrarios al empleo de tales artefactos, que matarían a amigos y enemigos pero, más que nada, también por las posibles represalias de la OTAN, Europa y el mundo en general, que podrían provocar una tercera guerra, esta vez nuclear, de consecuencias devastadoras. 

Nadie sabe qué puede pasar mañana, pero todos sabemos que las últimas declaraciones del mandatario ruso nos indican que el conflicto está evolucionando hacia etapas cada vez más agresivas, no siempre con la conformidad de todos quienes forman parte de la cúpula de Moscú. Imposible pues predecir cómo acabará este conflicto, aunque sí sabemos todos que no puede acabar bien para todos. Hay quienes piensan que el final más probable es un motín militar que acabe con los actuales mandatarios, con Putin a la cabeza. No se considera probable que todos los componentes de la cúpula militar moscovita estén conformes con el lanzamiento de bombas nucleares y todos sabemos que, con el apoyo occidental que Ukrania está recibiendo, sin ese horrible paso ganar la guerra es poco menos que imposible. 

Cada día que pasa son más los rusos contrarios a Putin y a sus delirios de grandeza y no solo entre la población, sino también entre la élite. 
Por consiguiente un levantamiento militar y el cese de Putin podría ser lo más factible para alcanzar un rápido acuerdo de paz que devolviese las aguas a su cauce. 
Usar armas nucleares sería un paso tan catastrófico, que pocos son los que piensan que tal posibilidad se lleve a cabo. Más bien al contrario se considera que no son pocos los que ya están barajando posibles sustitutos al irresponsable de Putin que, más que conseguir objetivos expansionistas, está consiguiendo el aislamiento internacional. 
Veremos en qué queda todo esto... 

RAFAEL FABREGAT

7 de octubre de 2022

3121- DERROTA DE NAPOLEÓN CONTRA LOS CONEJOS.

Cuenta la tradición que los hechos se produjeron el año 1807, en uno de los momentos más brillantes de su carrera militar y política...
Su derrota definitiva tardaría en llegar, pues se produjo en 1815 y en la Batalla de Waterloo pero la de 1807 fue quizás mucho más humillante. 
Hacía pocos días que el famoso general francés había derrotado a rusos, austriacos y prusianos, firmándose la paz mediante el Tratado de Tilsit. 
Con menos de 40 años de edad estaba pues en el apogeo de su carrera y aunque su figura no era demasiado respetada, si que era temida, hasta el punto de que en Inglaterra, cuando se quería asustar a los niños pequeños, se les decía que llamarían a Napoleón... Un elemento que causaba estragos por donde pasaba.

Para celebrar su éxito y firma del citado Tratado de Tilsit, el flamante emperador celebró una gran fiesta a la que invitó a todos los mandos militares. 
El almuerzo debía celebrarse al aire libre y base principal del mismo sería carne de conejo que él y sus invitados cazarían previamente. 
Para tal celebración su Jefe de Personal había reunido un total de más de 3.000 conejos colocados en jaulas a lo largo del inmenso jardín donde tenía que celebrarse el banquete. 
Sin embargo nada salió como estaba previsto... 
Tras los saludos y brindis entre jefes y veteranos por la victoria conseguida, estaba previsto que fueran abiertas las jaulas y que todos los invitados debidamente pertrechados cazaran a unos cientos de conejos para que los cocineros procedieran a su guiso con el que agasajar a los comensales.

Todo el mundo estaba preparado. Sonaron los tambores y fueron abiertas las jaulas, pero los valientes veteranos habían bebido considerablemente y estaban más preparados para las risas que para la caza. Curiosamente los conejos no intentaron huir hacía la maleza como estaba previsto. En lugar de eso corrieron hacia los cazadores y sin que nadie diera orden de fuego los oficiales empezaron a disparar a discreción. Aunque causaron muchas bajas al ejército enemigo, el grueso de los roedores se dirigió hacia la zona en la que Napoleón reía complacido, mordisqueando sus botas y trepando por las piernas de Napoleón y de sus comandantes en jefe, consiguiendo derribar a alguno de ellos. Se apagaron las risas iniciales y muchos entraron en pánico. Aquellos veteranos que habían sobrevivido a las guerrillas españoles, a los dragones rusos y a la artillería prusiana, estaban rodeados por un ejército contra el que no sabían cómo combatir.

Napoleón y su comandante en jefe vieron que era imposible luchar ante fuerza tan numerosa y ordenaron la retirada. La flor y nata de tan temibles soldados esperaba ansiosa aquella orden por lo que todos ellos se lanzaron hacia sus carruajes huyendo despavoridos. Los conejos se encaramaron a los carruajes, teniendo los oficiales que lanzarlos por las ventanas al duro camino por el que escapaban a toda prisa. La victoria no se hizo efectiva porque las tropas de Napoleón seguían en pie pero no había duda que los conejos habían conseguido una victoria moral que sin ninguna duda quedaría escrita en las retinas de aquellos hombres para próximas batallas. Como todos los vencidos, el General Thierault, presente en este evento, dejó escrito en sus memorias que la culpa fue de todos menos de sí mismo. Siendo conejos de granja, después de tantas horas sin comer, en lugar de escapar, al soltarlos fueron hacia la gente esperando que les dieran comida. ¡Es lo que pasó... aunque pareciera otra cosa!.

RAFAEL FABREGAT