Así es la vida. El mundo antiguo se une con el nuevo. Almaty, capital de Kazajistan
hasta 1997, acogió al Real Madrid en su partido más lejano de la Champions League. El conjunto merengue jamás había viajado tan lejos, dentro de la Liga de Campeones. A la vista está que el mundo del deporte se hace cada vez más pequeño. En este momento Almaty no es la capital del país, pero lo fué hasta hace relativamente poco tiempo y sigue siendo la ciudad más grande de Kazajistán, con un total de 2.200.000 habitantes, rodeada por las montañas Tian Shan. Actualmente es una ciudad cosmopolita, con avenidas arboladas, cafés y restaurantes de cocina asiática e internacional.
Con una altura próxima a los 1.000 metros, no creo que "los Blancos" sufrieran calor, a no ser que los kazajos les hicieran correr en demasía, que no fue el caso. Esperábamos que el marcador les fuera favorable a los nuestros, pero no tanto (0-5). Yo tengo mis preferencias, pero no soy forofo de ningún equipo. Lo que si hago es ir a favor de cualquier equipo español cuando éste juega con equipos de fuera. El estadio de Kairat Almaty acogió al equipo español con la ilusión de intentar ganar a uno de los grandes, pero no pudo ser. Amalty fue una ciudad histórica dentro de la Ruta de la seda y lo sigue siendo a día de hoy, aunque el comercio y las condiciones sean totalmente diferentes. Si fué algún seguidor del Real Madrid, además del partido, seguro que pudo ver cosas interesantes.
Pese a ser motor económico y cultural de Kazajistán y de Asia Central, la ciudad de Amalty es prácticamente desconocida para el turista europeo. El interés primordial estriba en el escenario ya que se trata de una antigua república soviética y por consiguiente una urbe de contrastes. Está rodeada de las montañas Tian Shan, posiblemente nevadas, y combina perfectamente grandes rascacielos con mercadillos tradicionales. Las raices históricas de esta ciudad se remontan a la Antigüedad y su nombre significa "manzana" por haber sido este cultivo de gran tradición en tiempos lejanos. Hoy es la industria la que, junto a los servicios, domina la economía principal de sus habitantes.
Por sus fértiles valles pasaron durante siglos los más variopintos comerciantes de la Ruta de la Seda en su camino hacia los mercados occidentales de Eurasia. Por ella circularon las más preciosas gemas, la seda y las especias, pero también las religiones y las técnicas ancestrales de diversos conocimientos en manufacturas. De todo eso y mucho más, Almaty fue centro primordial. Especialmente entre los siglos X al XIV esta ciudad era centro de intercambio y la ruta fue nombrada Patrimonio Mundial por su relevancia cultural y comercial. Excavaciones llevadas a cabo en las proximidades, han revelado restos de cerámica china, monedas y de caravasares que indican un auge comercial sostenido.
La catedral ortodoxa de Zenkof nos recuerda la etapa soviética de Kazajistán. Inmersa en ocupar también un lugar dentro de la cultura occidental, aparte del tema deportivo, Amalty promocionaba la visita turística de la ciudad y su región, buscando un escenario internacional para su riqueza histórica y cultural. Si algún seguidor del Real Madrid investigó las posibilidades turísticas de esta ciudad es muy posible que, en lugar de reservar la opción de un viaje rápido de ida y vuelta, lo hiciera durante unos días que le permitieran visitar la ciudad, sus mercados y los bellos alrededores que con seguridad les llevarían a pequeños pueblos en los que todavía pudieron encontrar muestras de la cultura de las especias.
RAFAEL FABREGAT
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