14 de agosto de 2022

3116- INFERNALES FIESTAS AGOSTO 2022.

Afortunadamente (a mi parecer) hoy acaban las Fiestas de Agosto de este año 2022, que pasará a la Historia como el más tórrido de todos los tiempos.
Una semana de temperaturas inusualmente elevadas sucede todos los años, pero este 2022 se ha pasado tres pueblos puesto que llevamos dos meses de calor tropical, con 35/40ºC de máxima y 25ºC de mínima sin que, incluso por la noche, se pueda descansar.
Naturalmente los jovenes, especialmente los que están en la "edad del pavo", no se enteran de nada y votarían sin duda por una prolongación "sine die" de estas fiestas insoportables pero... ¡Ya está bien, ya, ya está bien!. Ellos, claro, bien hidratados están... ¡Todo bebido y nada comido!, pero a esa edad todo se resiste. Pero los viejos, con estas temperaturas, apenas podemos disfrutar nada de lo que las fiestas ofrecen. Solo la merienda/cena con los amigos y más para mal que para bien pues, incluso sin hambre,  comemos en exceso y bebemos lo que no deberíamos beber. 
- Son Fiestas. ¡Por un día...! -solemos decir.
Pero claro, es un día tras otro y otro más. Menos mal que hay buenas medicinas y ellas nos ayudan a digerir lo sólido y lo líquido con el menor perjuicio posible, que si no... ¿de qué?. De los 70 hacia arriba... no te mojes la barriga, y si es de gin-tónic menos todavía. Es lo que pasa, nos hemos hecho viejos pero no nos resignamos...

Torear no podemos y bailar, poco y mal... ¡Las Fiestas no son para viejos!. Pero, claro, aunque más o menos barrigones, ¡mientras no te duela nada...! ¿Quien se resigna a quedarse en casa mientras otros se divierten?. Y al día siguiente acidez de estómago y algún que otro dolor coyuntural... Gracias a Dios no es mi caso, pero está claro que los de mi edad ya no somos de este mundo. ¡De este mundo de la Fiesta!, quiero decir, porque morirse no quiere nadie y en plena semana de Fiestas Patronales menos todavía. En fin, a partir de mañana... ¡el relax!. Acabaron las Fiestas y todos los excesos que acompañan las mismas. ¡A descansar, que nos lo hemos ganado a golpe de cerveza y alguna que otra cosa fresquita, con alcohol o sin alcohol!. Acabó también la ternera guisada,  el cabritillo cuchifrito y el pulpo a la brasa con allioli. ¡Tranquilo mi querido estómago, tranquilo, ya pasó...!

Acabaron los toros y las vacas.
Ahora nos iremos a nuestra casita, cerca de la costa, a beber igual o más y a comer cochinadas de mayor envergadura a precios desorbitados. Solo las siestas interminables compensarán sin duda todas estas "incomodidades" que sin duda nos merecemos, aunque no sé por qué. 
¿Qué hemos hecho para merecer tan voluntarios pero insanos "sacrificios"?.
Si cocinas en tu casa o en la barbacoa, te asas de calor y se te va hasta el apetito. Y si te vas de restaurante, te lo sirven casi siempre recalentado al microondas y a precios de oro comestible. Con estos calores y el agua del mar o piscina a 30ºC, ¿no será mejor quedarte en casa y olvidarte de la costa y todas sus "incomodidades"...?
Pues eso. Casi será mejor no ir y ahorranos aquella frase de "si lo sé no vengo"...

RAFAEL FABREGAT

10 de agosto de 2022

3115- MONASTERIO DE BONABAL.

Es extraordinaria, abrumadora diría yo la riqueza histórica y monumental de nuestro país. Ya no solo por lo céntrico y bien conservado, sino también por todo lo que se encuentra disperso y en estado totalmente ruinoso.
Es el caso del Monasterio cisterciense de Bonabal, situado en el término municipal de Retiendas, provincia de Guadalajara.
Construido a partir de 1164 cuando el rey Alfonso VIII entregó el valle en el que se asienta esta bellísima obra monumental a un grupo de monjes cistercienses, procedentes del monasterio de Santa María de Vallbuena de Valladolid, paran que lo habitaran y repoblaran como barrera ante una nueva invasión musulmana. En 1224 Alfonso IX de León les entregó una nueva heredad y en 1253 Alfonso X el Sabio confirmó todas las donaciones otorgadas por sus antepasados.

Poco queda del monasterio pero sí de su iglesia de tres naves, principalmente su cabecera, ábside central, crucero, presbiterio y altar mayor, además de la sacristía adosada al ábside del Evangelio.
La torre cuenta con una escalera de caracol, por la que todavía se puede subir hasta el borde de los muros y bóvedas que todavía se mantienen en pie. Conserva restos de almenas.
La portada de acceso al templo dispone de cuatro arquivoltas apuntadas, soportadas por cuatro pares de columnas con capiteles de decoración vegetal. Sobre ella un gran ventanal hace la vez de rosetón que iluminaba la entrada del templo.
En las fachadas norte y oeste se encuentran los restos de las antiguas dependencias monásticas y el posible dormitorio conventual.
Adosaba al ábside de la nave del Evangelio se halla una primitiva capilla de planta rectangular y bóveda de cañón de medio punto que haría sin duda de sacristía.
La cabecera de la iglesia era habitual en los monasterios masculinos a fin de poder decir tres misas al mismo tiempo. La obra exterior fue realizada con gruesos muros de sillería caliza y relleno interior. El ábside central está dividido en tres paños y contrafuertes en los vértices. Los laterales son planos y la cubierta se apoya en un cornisa lisa y canecillos decorados.

La decoración es escasa pero muy elegante, como corresponde al estilo cisterciense. 
Las naves se cubren con crucería de nervios muy marcados que se apoyan sobre columnas octogonales y sobre el muro exterior, aunque actualmente solo se conservan las cubiertas de los tres ábsides y la nave sur.
La nave central conserva parte de las columnas pero los fustes están perdidos o muy deteriorados. 
Son demasiados años de abandono...

RAFAEL FABREGAT

6 de agosto de 2022

3114- EL SEXO EN LA EDAD MEDIA.

La ignorancia de la gente y el poder de la iglesia hacía que fueran malos tiempos, no solo para la libertad sexual de los jóvenes, sino también para quienes vivían dentro del matrimonio. El poder de la Iglesia era tal, en aquellos tiempos, que controlaban ya no solamente las acciones, sino incluso el pensamiento de las personas. La palabra sexualidad no existía entonces y cuando se hablaba de sexo todo era sucio y prohibitivo. Se hablaba de copular, de fornicar, de unión carnal. Todo eran palabras soeces y malsonantes que embrutecían las relaciones amorosas entre hombres y mujeres. Incluso se hablaba de obligatoriedad de la esposa, cuando se trataba de satisfacer los deseos más vejatorios que algunos hombres reclamaban a sus mujeres, por haberlos obtenido anteriormente en las casas de meretrices.

Como no podía ser de otro modo, la Iglesia dictó normas para la cópula dentro del matrimonio, puesto que fuera de éste estaba terminantemente prohibida. 
1.- Ningún acto sexual estaba permitido salvo que fuera totalmente necesario para la concepción de un hijo.
2.- Durante el día estaba prohibido todo acto sexual. Obligatoriamente la cópula tenía que ser nocturna.
3.- Los viernes estaba prohibido por ser el día de la crucifixión de Jesucristo. Tampoco los domingos por ser día de Resurrección y tampoco los jueves y sábado Santos, ni en Cuaresma, ni en Adviento, ni en los 40 días previos a la Pascvua de Pentecostés.

Estaba prohibido hacer el amor durante la menstruación, el embarazo, los 40 días después del parto y el tiempo de amamantamiento, pues constituía una amenaza para el nacido. De todo lo anterior se deduce que a los legalmente casados les quedaban poco más de 100 días al año para poder tener relaciones íntimas y lo que es peor... ¡Sin sentir placer, puesto que la única finalidad del sexo era la procreación!.
La cuestión es que en aquellos tiempos la media de hijos por mujer era 5 ó 6 y actualmente, cuando hay libertad, apenas si llegan a 2. Algunos se preguntarán dónde se encontraban los novios para hacer el amor sin que nadie les viera... Pues en las Iglesias, todas ellas entonces abiertas durante todo el día y gracias a la poca luz y a los muchos rincones vacíos fuera del horario de misas.

La única postura aceptada por la Iglesia era "la del misionero". Cualquier otra era antinatural y por lo tanto pecado. Todo lo demás estaba terminantemente prohibido porque el placer estaba vedado. Otra cosa que la Iglesia pedía era que la pareja no estuviera totalmente desnuda. Claro que la literatura nos muestra las muchas transgresiones que había a todas estas reglas y la alta tasa de relaciones extraconyugales que hubo en aquellos tiempos. Es curioso que, cuando un hombre tomaba a su propia mujer con una cierta fogosidad, también se consideraba pecado, puesto que buscaba el placer con el mismo desenfreno como si fuera una amante. Es inconcebible que en un momento de tanto desenfreno, en la propia Iglesia e incluso en el propio Vaticano, se buscara recortar las libertades sexuales del pueblo.

Sin embargo, para quienes no tenían esposa, existían tantos o más burdeles 
que ahora y aceptados por la autoridad competente, por considerarlos "un mal necesario". El burdel más caro de Europa estaba justamente en Valencia. Allí no solo estaban las mujeres más hermosas, sino también las mejor comidas y las mejor atendidas sanitariamente. Eso valía dinero y los clientes tenían que pagarlo. La limpieza y salubridad del establecimiento era también un tanto a favor y motivo para que todo allí tuviera un sobreprecio. Esta carestía de todos los servicios que allí se prestaban hacía que la clientela fuera selecta, hasta el punto de que muchos nobles acudieran de todo el país e incluso de fuera de éste, a estos locales buscando la intimidad y las mejores parteners.

RAFAEL FABREGAT