Mucho se ha escrito sobre la vida de Cleopatra VII, última faraona de Egipto pero, no sabemos por qué razón, ha trascendido muy poco su carácter criminal, hasta llevar a la muerte de su hemana Arsínoe IV, reina también por derecho, pero a la sombra de su hermana mayor. Ambas eran hijas de Ptolomeo XII, familia reinante en Egipto desde la conquista de ese país por Alejandro Magno. Cleopatra se convirtió en figura relevante por su alianza y amoríos con el emperador romano Julio César y posteriormente con Marco Antonio, senador y general romano que, en triunvirato, dirigió Roma y marchó a Egipto para acusar a la faraona Cleopatra de haber ayudado a Bruto en el asesinato de Julio César, en el año 44 a.C., lo cual era cierto. Sin embargo Marco Antonio se enamoró de Cleopatra y el castigo quedó impune.
A la muerte de Julio César el imperio quedó bajo las órdenes, en triunverato, de Octaviano, Lépido y Marco Antonio. Este último marchó a Asia y Lépido a África, mientras Octaviano quedó en Roma. Marco Antonio dejó su puesto en Asia y, como se ha dicho antes, marchó a Egipto viviendo durante algunos meses su amor con Cleopatra. Tal era el poder de ésta sobre Marco Antonio que éste se divorció de su esposa, hermana de Octaviano, y se casó con Cleopatra. Mientras ambos esposos se abandonaban a las orgías y el placer,
Lépido había regresado a Roma y. Octaviano, le convenció para que le cediera su parte del poder y le nombró Sumo Pontífice, título que ostentó hasta su muerte. Pero quedaba Marco Antonio, un hueso duro de roer que, además estaba unido a la faraona de Egipto.
Antes de todo eso Cleopatra, celosa de su hermana Arsínoe IV que había sido nombrada reina de Egipto por las facciones contrarias a las injerencias romanas, estaba incomodada por el carisma y ambición demostradas, aún siendo dos años menor. Con solo veinte años lideró las tropas que se enfrentaron contra los romanos en Alejandría y tras su derrota, Marco Antonio la capturó y la llevó a Roma como trofeo de guerra, muy humillante para una reina. Normalmente esas personas eran ejecutadas al final del desfile pero Marco Antonio le perdonó la vida y la confinó en el santuario de Artemisa, en Éfeso. Finamente considerándola un peligro latente para el reinado de Cleopatra ambos ordenaron su ejecución en las mismas escaleras del Templo.
Cleopatra (69-30 a.C.) fue la última faraona de Egipto, aunque le sucedió su hijo Cesarión, hijo ilegítimo de Julio César. Reinó a la sombra de su madre, como corregente, y murió aquel mismo año (30 a.C.) asesinado por los hombres de Octaviano, puesto que Cesarión estaba en Roma. Tenía 17 años. No contento con esto, Octaviano formó una flota y gran ejército para marchar contra Marco Antonio pero Cleopatra y Antonio habían marchado hacia Accio, glofo de Ambracia (Grecia) con su flota, considerando mejor lugar para derrotar a Octaviano. Tal era la confianza en el triunfo de la campaña que Cleopatra iba detrás en un barco dorado y velas de fina seda púrpura, con una tripulación vestida con trajes ostentosos. Al encontrarse ambas escuadras la lucha fue ta encarnizada que la faraona se asustó y emprendió la huída a toda vela.
Batalla de Accio. (Grecia) |
RAFAEL FABREGAT
NOTA.- A fecha de hoy, las tumbas de Marco Antonio y Cleopatra no han sido encontradas.
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