30 de abril de 2014

1359- EL ABANDONO DE IULTIN.

Iultin es una ciudad del nordeste de Rusia, en la región autónoma de Chukotka, la más próxima a los Estados Unidos de América puesto que es la que forma con Alaska el Estrecho de Bering. Resulta curioso que, después de tantos años del descubrimiento de América, se me haga raro encontrar el continente americano viajando hacia el Este de Rusia, pero así son las cosas.
Chukotka es la región más al norte y al este del gigantesco territorio ruso. Justamente aquella que forma el estrecho que separa a Rusia del continente americano, con el mar de Chukchi al norte y el mar de Bering al sur. Una zona rica en minerales ya muy agotada.


Ciudad minera de Iultin en 1990.
Apenas unas décadas atrás Iultin era una ciudad minera de importancia. No un poblado minero cualquiera, con cuatro casetas de madera, sino toda una ciudad con grandes edificios de viviendas y todos los servicios correspondientes que superaba con mucho los 3.000 habitantes en 1989. La ciudad fue creada en 1937 a raíz del descubrimiento de importantes depósitos de estaño y tungsteno en la zona, al objeto de dar cobijo y servicios a los mineros y al personal administrativo, así como a quienes construirían los medios de transporte necesario para llevar la producción a un puerto que no existía.


Ciudad portuaria de Egvekinot en la actualidad.
Se decidió por tanto crear un puerto en el antiguo asentamiento de Egvekinot, lugar de clima menos riguroso, ya habitado en tiempos del neolítico. La nueva ciudad portuaria abría sus puertas nueve años después, en 1.946. El puerto, de 35 metros de calado, se hizo realidad con 1.500 presos políticos del Gulag, llevados exprofeso para las labores de construcción. También el pueblo, la estación de energía, los almacenes que albergarían el material y la carretera que llevaría a las minas de Iultin, 270 Km. al norte. Excusamos relatar la dureza del clima y los ingentes sufrimientos que aquellas gentes padecerían durante todos estos años. Puerto y localidad de Egvekinot llegaron a tener tanta importancia que en 1.980 sumaban más de 5.000 habitantes, muchos más que en la ciudad minera de Iultin, origen de su nacimiento.


Sin embargo con la llegada de la década de 1.990 la rentabilidad mineral empezó a descender y en 1.995 las minas serían cerradas inexorablemente. Las dos ciudades que habían sido elementos clave en época soviética quedaban condenadas. Millones de toneladas de mineral quedaba en las entrañas de la tierra, pero ya no era económicamente rentable extraerlo. Un decreto del gobierno informó del cierre definitivo de las minas y por lo tanto de la ciudad minera de IultinEn Mayo de ese año 1.995 se cerraron las plantas y en Junio todos los servicios de agua, gas y calefacción. 


Ya sin servicios mínimos, las gente tuvo que abandonar el pueblo antes de finalizar Septiembre; antes de que aparecieran las primeras nevadas. El gobierno ruso abonó a cada uno de los trabajadores afectados 250.000 rublos para la compra de una nueva vivienda en el destino elegido y transporte gratis de sus pertenencias por un máximo de una tonelada de peso. A pesar de las ayudas citadas algunas personas quedaron malviviendo algunos años más en Iultin subsistiendo de las bayas y peces capturados en los ríos de la zona. 


Uno de esos habitantes, dedicado a destilar licor de bayas fermentadas que vendía a los geólogos que pasaban por la zona, informó que a principios de 2002 todavía quedaban algunos vecinos. Oficialmente, a finales de ese año 2002 la última familia abandonó Iultin. Por grande que sea, en una ciudad sin vecinos solo cabe la desolación.

RAFAEL FABREGAT

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