1341- LA PIRÁMIDE DE KEOPS.

Pirámides de Guiza con la ciudad de El Cairo al fondo.

Las Dinastías primitivas de Egipto empezaron en el IV milenio a.C. pero no encontramos noticias interesantes hasta la III Dinastía cuando Zoser I mandó construir la pirámide de Saqqara en el siglo XXVII a.C. Es pues a partir de entonces cuando comienza a escribirse la historia de Egipto a través de las pirámides de Jufu (Keops), Kefren hijo de Keops y Menkaure (Micerinos) nieto del primero, todos ellos ya de la IV Dinastía. Keops fue faraón de Egipto desde el 2.589 hasta el 2.566 a.C. y constructor de la pirámide mayor, mientras su hijo y nieto fueron los que construyeron las otras dos más pequeñas.

Keops fue el segundo faraón de la IV Dinastía. Su nombre real era Jufu. El nombre de Keops se lo dan los historiadores griegos y romanos. Herodoto comentó en su día que Keops gobernó 50 años aunque tampoco en esto hay acuerdo entre los diferentes historiadores. Se dice que era hijo del faraón Seneferu y de la reina Hetepheres. Tuvo dos esposas oficiales (Meretites y Henutsen) ambas enterradas en las pequeñas pirámides adjuntas a la pirámide principal. No viviendo su hijo primogénito (Kauap) para sucederle, a su muerte, heredaron el trono sus cuatro hijos menores siendo Kefré el más destacado de ellos. La figura de Keops fue venerada durante siglos como su faraón más destacado. Según el historiador Herodoto, la construcción de pirámides por parte de todos los faraones de Egipto acabó agotando los recursos del país. 

El propio Keops llegó a prostituir a su propia hija con el fin de reunir los fondos suficientes para construir la suya. Se dice que pudo verla finalizada de milagro puesto que la gran pirámide fue terminada el año 2570 a.C. y él moría en el 2566 a.C., cuatro años después. Se dice que, contrariamente a lo que era habitual, esta pirámide no se construyó con esclavos, sino con obreros cualificados y altos conocimientos de geometría y del arte de cortar la piedra. Sin embargo las tecnologías actuales dudan que la citada construcción pudiera llevarse a cabo en tiempos de Keops.
Ni aún en época de herodoto había noticia alguna del destino de la momia de Keops. Desde el primer momento de la historia escrita, la tumba del faraón de la Gran Pirámide está vacía y sin que se pueda asegurar por jeroglífico alguno que fuera en algún momento el lugar de descanso del faraón. 

Sin embargo abundan detalles sobre su construcción e incluso la duración de la misma que, según Herodoto, fue de 20 años. El arquitecto fue Hemiunu. Hasta el siglo XIV fue el edificio más alto del planeta. Como edificio de piedra no sería superado hasta el siglo XIX cuando le ganó en altura la iglesia de San Nicolai en Hamburgo. Se estima que la Gran Pirámide fue construida con un total de 2.300.000 bloques de piedra de 2,5 toneladas de peso medio, aunque los hay de hasta 60 toneladas.

En el interior hay tres cámaras principales: la del rey, la de la reina y la cámara subterránea que se encuentra en el subsuelo. Se llega desde el lado norte por un pasaje descendente obstruido por grandes bloques y que da acceso al ascendente que va a la Gran galería y al descendente que lleva a la cámara subterránea. La Cámara del rey es rectangular, de paredes lisas sin decoración o inscripción alguna. Solo el sarcófago central rompe la monotonía del recinto. Este sarcófago se instaló en su lugar durante la construcción de la pirámide puesto que no hay acceso alguno que lo permitiera con posterioridad. La Cámara de la reina, en realidad estaba destinada a una estátua Ka del mismo faraón. La Cámara subterránea es de planta rectangular, contiene dos habitáculos y un pozo, estando conectada con la Galería principal. Herodoto dice que visitó la pirámide de Keops hacia el 450 a.C. y que subían las piedras de escalón en escalón con artefactos de madera a modo de palanca. 


Desde entonces se han dado diversas teorías sobre su posible construcción, sin que ninguna de ellas se haya visto aceptada por los estudiosos del tema. Herodoto refiere que los datos aportados sobre el sistema constructivo son los que le facilitaron los sacerdotes egipcios con los que se entrevistó en su visita a la zona. Aunque en la actualidad apenas puede notarse por falta del recubrimiento, la pirámide no tiene cuatro caras sino ocho ya que cada una de ellas constaba de dos planos inclinados hacia el centro. Las caras son de 230,35 metros de lado y 146,61 m. de altura original, aunque en la actualidad solo tiene 136,86 m. de altura. Un gran terremoto del siglo XIV derribó la práctica totalidad del revestimiento, material que los otomanos utilizaron para la construcción de diferentes edificios de El Cairo.

RAFAEL FABREGAT