Según los evangelios...
"Por motivos que desconocemos, nuestro Padre Celestial hizo que tomáramos un cuerpo mortal y viviéramos durante un tiempo en la Tierra. Finalmente el cuerpo morirá y nuestra alma marchará a vivir al inframundo de los espíritus. Ese inframundo no es definitivo, sino un lugar de espera y aprendizaje, donde los justos descansarán de las penas y el dolor. Allí permanecerá hasta la llegada de la Resurrección. En ese momento el cuerpo se unirá nuevamente con el espíritu y disfrutará para siempre de la Gloria que haya alcanzado.
Los profetas de los últimos días han dicho que los espíritus de los que han muerto no se hallan lejos de nosotros. El muro que separa esta vida con el más allá es delgado y aunque no nos demos cuenta, nuestros seres queridos nos ayudan a caminar en la buena dirección".
Mi criterio es que:
"Nadie pidió venir, ni eligió senda o destino. También el carácter fue heredado de nuestros ancestros y poco o nada podemos hacer para cambiarlo. Por mucho que pueda pulirse con la educación y la enseñanza, el hombre nace, no se hace. Al final uno es según las ideas con las que ha venido al mundo. Por lo tanto, a pesar de nuestros diferentes comportamientos, si verdaderamente hay un Dios con la bondad que nos muestran las antiguas escrituras, Éste nos lo perdonará todo y nos acogerá en el mismo Paraíso donde estuvieran los Justos. A todos nos espera con los brazos abiertos, porque todos somos hijos suyos y sin culpa de nacer con ideas menos gloriosas que las de aquellos. Por lo tanto, si hay Cielo, allí nos encontraremos todos".
Esto y no otra cosa es lo que piensa al respecto...
RAFAEL FABREGAT
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