Cuentan y no acaban lo difícil que es, para los jóvenes de hoy, encontrar casa para independizarse, e incluso para casarse, o vivir en pareja. Pero, ¿acaso piensan ellos que eso fué fácil alguna vez?. Tener casa propia nunca fué sencillo. Y alquilarla tampoco. Y diré más, en todos los años que tengo ¡y son muchos! jamás he conocido mejor momento que el actual para comprar una casa y menos aún para alquilarla. ¿Donde está ese chollo? -dirán algunos. Pues muy fácil. ¡En todos los pueblos de España!. Pero ¡ah!, ¿Vivir en un pueblo?. Ahora todos quieren vivir en las ciudades y cuanto más grandes mejor. "Consejo os doy que para mí no tengo". ¡ILUSIÓN Y TRABAJO!. Dicen (los que quieren alquilar) que comprar es un suicidio, pero no te lo creas.
Pero, ¿acaso pensais que los jóvenes de antes estábamos tontos?. Nosotros también queríamos tener un buen trabajo y casarnos o independizarnos en esa casa nueva y perfecta que vosotros queréis, pero el 90% tampoco tuvo ese trabajo idílico y la casa de sus sueños. Para los pobres era simplemente un sueño inalcanzable. También el trabajo está hoy más accesible de lo que lo ha estado jamás. ¿Lo dudais?. Pues es un hecho fácil de comprobar y para hacerlo solo os diré una cosa... Nada de lo que hicimos los jóvenes de aquella época os interesa. Y no es una reprimenda por mi parte. Todo lo contrario. Todos vosotros, más o menos inteligentes y más o menos esforzados trabajadores, tendréis muchas más facilidades de las que nosotros tuvimos. Que lo consigais o no, es vuestra responsabilidad. Sin ir más lejos, en la industria cerámica, faltan trabajadores.
Con 14 años, yo trabajaba en el negocio paterno y mi mujer al jornal que hubiera en cada momento. Todo quedaba en casa. Al consolidarse el noviazgo, nuestros padres nos compraron un solar. Cuando terminábamos la jornada, mi novia y yo nos citábamos en dicho solar y empezamos a cavar la zanja (zapata corrida) para preparar los cimientos del proyecto que yo mismo diseñé. Sin maquinaria alguna cavamos una zanja de 57 metros de larga, por 0,45m. de ancha y entre 1 y 2 metros de profundidad. Hasta alcanzar la piedra, que era lo que entonces se acostrumbraba. También sin maquinaria alguna, pero esta vez con la ayuda de nuestros padres, lo rellenamos todo de hormigón.
A mí también me gustaría tener hoy lechazo para comer y tengo olla de judías blancas con verduras. La casa en la que me crié, la entrada era de tierra apisonada, corral para el mulo y patio para las gallinas. Ni una sola pieza de cerámica. La "planta noble", cocina-comedor con chimenea para guisar con leña y dos habitaciones. Todo con piso de yeso. Ni una sola puerta. Para ir al desván, había que pasar por la habitación principal, lugar por el que pasaba la harina para hacer el pan y todos los trastos rotos o inservibles. Finalmente mis padres se hicieron una nueva casa, con más de 65 años cumplidos. ¿Qué sabreis vosotros lo difícil que es encontrar una casa para independizarse?. Lo difícil es tener una casa nueva y equipada
perfectamente a los 25 años y sin haber trabajado nunca. Y sin embargo, ¡hoy es posible!. Solo falta tener ilusión, ganas de trabajar y coraje, mucho coraje.
Mucha suerte y adelante. El mundo es vuestro.
RAFAEL FABREGAT
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